(Minghui.org) A lo largo de mis veintiún años de práctica de Dafa, fue el cuidado compasivo y la salvación de Shifu lo que me permitió superar una tribulación familiar que duró mucho tiempo.

Me gustaría compartir la siguiente historia de cómo mi hijo comenzó a practicar Dafa después de años de conflictos de xinxing entre nosotros. Compañeros practicantes, por favor señalen cualquier cosa que sea inapropiada.

Un conflicto entre mi hijo y yo

Me divorcié en 2014 y en ese momento estaba endeudada. Mi hijo trabajaba fuera de la ciudad, así que no tuve más remedio que vivir con mi madre y dormir en su sofá.

Mi hijo no quería comunicarse con los demás desde que era un niño; simplemente le era indiferente la gente. Se negó a hablar conmigo o a llamarme "mamá" desde que se graduó de la escuela secundaria.

Como él trabajaba fuera de la ciudad, solo regresaba a casa una vez al año. Nunca llamaba a casa, y cada vez que yo lo llamaba, se impacientaba y a menudo colgaba aunque yo seguía hablando.

Casi tres años después del divorcio, mi hijo dejó su trabajo en Beijing y regresó a casa. Mi exesposo tenía una nueva familia, así que mi hijo se quedó conmigo en la casa de mi madre.

Aunque vivíamos en la misma casa, nuestra relación era la misma que antes. Seguía sin llamarme mamá y no me hablaba.

Una noche intenté charlar con él. Le dije: "Ambos vivimos ahora en la casa de la abuela. Es muy incómodo. Me divorcié de tu padre hace casi tres años. Desde entonces, he trabajado en dos empleos y he ahorrado algo de dinero, lo suficiente para comprar un apartamento, pero todavía me falta el dinero para renovarlo".

Mi hijo estaba jugando en su teléfono celular y no respondió por un largo tiempo, lo que me entristeció. Pero después de un rato, de repente me dijo con calma: “Tengo un depósito de 70.000 yuanes. Transferiré el dinero a su cuenta y podrá usar el dinero de la forma que desee".

Él no dijo nada más. Cuando recibí su depósito de casi 70.000 yuanes (alrededor de US $ 10.000), tenía sentimientos encontrados. Nunca soñé que me daría tanto dinero. Sentí que estaba flotando en el aire y mis apegos humanos de orgullo y exultación estaban surgiendo.

Pensé: "¡Mi hijo ha regresado y puedo contar con él!". Pero en los siguientes días las cosas empeoraron. La distancia entre mi hijo y yo todavía estaba allí, a pesar de que me había dado su dinero.

Dejó de hablarme, pasaba todo el tiempo viendo televisión o jugando en su teléfono celular, dormía hasta muy tarde y no salía a buscar trabajo. También se enojaba cuando lo criticaba.

Estaba muy ocupada en ese tiempo. Cuidaba a mi madre, hacía las tareas domésticas y también tenía que ir a trabajar. Cuando veía a mi hijo sin hacer nada, sentía una gran presión psicológica. Si él continuaba comportándose de esa manera, tendríamos problemas para mantenernos, sin mencionar que pudiésemos comprar una casa.

Todos los días experimentaba emociones encontradas y no podía dormir por la noche. Quería comunicarme bien con mi hijo pero él se negaba a hablar conmigo. Un día, tranquila le dije: “Hay empleos anunciados en todas partes; ¿Por qué no los solicitas?

Dijo que no quería, así que continué: "¡Entonces no puedes depender de mí! Debes salir y encontrar un trabajo, incluso un trabajo manual estará bien. ¡No puedes quedarte aquí en casa!

De repente gritó: “¡Solo dependo de ti! ¡¿Qué vas a hacer?!".

Cosas como esta sucedieron varias veces y frecuentemente terminábamos peleando. No miraba hacia adentro. Siempre intentaba razonar con él cada vez que tenía la oportunidad de hablarle.

Sin embargo un día, durante una discusión, mi hijo rompió cosas y empujó el refrigerador. Los platos y tazones del refrigerador cayeron al piso.

Cuando mi madre vio esto, me gritó: "¡Salgan los dos, salgan de mi casa!". Luego, mi hermana llegó y me insultó a gritos.

Este evento me despertó y me tranquilicé. Me pregunté: "¿Qué me está sucediendo? ¿Sigo siendo una practicante? ¿No nos pide Shifu que miremos adentro? ¿No fueron mis propios apegos los que causaron los problemas de mi hijo?

Mirar hacia adentro cambió mi entorno

Por muchos años siempre discutí con mi exmarido. Ahora ni siquiera tenía un hogar donde vivir. Además, no le había dado a mi hijo la calidez del amor de sus padres ni una familia. Solo lo criticaba y trataba de controlarlo.

¿Por qué no podría considerarme una practicante y tener compasión con él? Por el contrario, me comportaba como una persona común, quejándome y molestándolo. ¿Cómo podía él no estar enojado? Todo estaba relacionado con mi apego al sentimentalismo.

Después de darme cuenta de estos problemas, me tranquilicé y estudié el Fa. Miré hacia adentro y poco a poco busqué y eliminé los apegos, mejorando constantemente mi estado de cultivación.

Shifu dijo:

“El xiulian tiene que tener lugar en medio de esta tribulación para ver si puedes cortar y abandonar o no las siete emociones y seis deseos, y tratarlos con ligereza o no. Si justamente te aferras a esas cosas, no podrás completar tu xiulian".

“Cuando el hombre salta afuera de este qing, nadie es capaz de tocarlo, los corazones de la gente común ya no pueden moverlo y el qing se reemplaza con la misericordia, que es algo más noble” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

La enseñanza del Fa de Shifu me ayudó a comprender profundamente que mis apegos a la fama, el egoísmo, la tranquilidad mental y el resentimiento surgían del sentimentalismo hacia mi hijo. Solo soltando todos estos apegos podría alcanzar la iluminación. Si no hubiera abandonado las nociones humanas y no hubiera hecho cambios fundamentales, no habría superado esta tribulación.

También entendí, a partir del Fa, que existe una relación predestinada entre las personas y en la sociedad. ¿No está predeterminada la vida de una persona? ¿Por qué insistía todavía en organizar la vida de mi hijo como una persona común y corriente? Al instante comprendí por qué me ignoraba y que eso se debía a mis apegos.

Desde entonces, no me importó cuánto me ignorara mi hijo, no me enojaba. Solo me encargaba de mis propios problemas y me cultivé. A medida que cambiaba, la tensión entre mi hijo y yo gradualmente comenzó a aliviarse.

Bajo el cuidado compasivo de Shifu, compré una casa apropiada a fines de 2016. Después de remodelar la casa, mi hijo y yo finalmente nos mudamos el día de Año Nuevo de 2017.

Mi hijo estaba feliz y se mantuvo ocupado limpiando la casa. Todavía no hablábamos mucho, pero la brecha entre nosotros se estaba reduciendo.

A fines de febrero de 2017 me dijo que había encontrado un trabajo en un hotel local de cinco estrellas. Después de escuchar esta noticia, no mostré emoción, pero por dentro quería llorar de felicidad.

Mi hijo solo se quedó en casa durante siete meses, pero me dejó mucho en qué pensar y mejorar.

Mi hijo obtiene el Fa

Shifu dijo:

“Calculando las edades, desde que yo difundí el Fa hasta ahora, estos jóvenes de alrededor de 25 años, hay muchos que realmente todavía no fueron salvados, son todos dioses que vinieron; ellos bajaron hasta la Tierra, se dispersaron por todo el mundo, algunos no pudieron ser humanos, no hay tantos cuerpos, entonces que sean animales, plantas, esa es la razón por la que la sociedad actual tiene exigencias tan altas para la protección de los animales y las plantas en todos estos años; todo tiene sus razones, son los dioses que lo están arreglando, están empujando, nadie puede ver claramente este asunto, pero nada es simple” (Fahui de Nueva York 2016).

Cada vez que leía o pensaba en este párrafo de la enseñanza del Fa de Shifu, mi corazón estaba muy pesado porque mi hijo estaba en el rango de edad de la que habló Shifu.

Mi hijo eligió nacer para obtener Dafa. Pero era preocupante que nuestra relación no fuera armoniosa y que él no supiera la verdad sobre Dafa, aunque yo le seguía hablando de ella.

Intercambié mis pensamientos sobre este asunto con algunos compañeros practicantes. Muchos practicantes me dijeron que enviara fuertes pensamientos rectos y que equilibrara bien mis relaciones familiares.

De ahí en adelante envié pensamientos rectos todos los días para eliminar los factores perversos que impedían que mi hijo conociera la verdad sobre Dafa. A veces le pedía que viera los programas televisivos de New Tang Dynasty.

Le expliqué la verdad sobre Dafa siempre que tuve la oportunidad, pero él todavía no respondía. Sin embargo, no me desanimé y seguí haciendo las cosas que debía hacer.

Una noche, justo antes de la víspera del Año Nuevo de 2018, mi hijo estaba muy feliz. Estaba parado en la sala de estar, muy dispuesto a hablarme sobre algo que estaba sucediendo en su lugar de trabajo.

Hablamos mucho ese día, y aproveché la oportunidad para contarle algunos de los contenidos de la “Enseñanza del Fa del Maestro en el “Fahui de Nueva York 2016”, que lo conmovieron mucho.

Al ver que estaba dispuesto a escuchar, le dije: “Se acerca el Año Nuevo, puedes ver el DVD de Shen Yun en la víspera de Año Nuevo. No vuelvas a ver el CCTV [la TV controlada por el estado en China]”. Dijo: “¡De acuerdo!”.

Después de ver el DVD de Shen Yun en la víspera de Año Nuevo, mi hijo parecía haberse convertido en una persona diferente. Comenzó a ser cortés con la gente y ya no era tan indiferente como antes. La brecha entre nosotros se había desvanecido; incluso mis dos hermanas mayores dijeron que él se había vuelto una mejor persona.

En la noche del 10 de mayo de 2018 estaba en la sala viendo el video de la enseñanza del Fa del Maestro en Guangzhou. Mi hijo estaba en el estudio tomando una clase de contabilidad en línea, cuando de repente se acercó y me dijo: "¡Quiero verlo contigo mañana!".

Desde entonces, comenzó a practicar Dafa.

La mente y el cuerpo de mi hijo cambiaron

A principios de junio mi hijo abandonó totalmente los entretenimientos de la gente común. Dejó de mirar la televisión y de ver los sitios web comunes, y ya no jugaba con videojuegos.

Cada mañana, desde las 3:50 a. m. practicaba los cinco ejercicios conmigo. Y, después de enviar pensamientos rectos, estudiábamos las enseñanzas del Fa de Shifu hasta las 7 de la mañana.

Después salía a trabajar. También le habló a sus colegas sobre Falun Dafa.

Poco después de que mi hijo comenzó a cultivarse, su mente y su cuerpo sufrieron grandes cambios. Su malestar estomacal y su tos desaparecieron, y su piel cambió de cetrina a rosada.

Solía ignorar a la gente, era egoísta e indiferente y no le gustaba recibir visitas. No le importaban los demás. Ahora siempre está sonriendo. Cuando llegan invitados, toma la iniciativa para darles la bienvenida.

No me dijo mamá por más de diez años y me acostumbré a eso. Pero ahora había comenzó a llamarme mamá otra vez, y estoy muy contenta de escuchar esa palabra olvidada durante tanto tiempo.

Una noche, mi hijo recitó Lunyu más de una docena de veces y vio que el retrato de Shifu en Zhuan Falun comenzó a brillar. Era rojo, azul, verde, dorado y muy brillante.

Shifu le mostró una docena de diferentes señales de manos (mudras) y luego desapareció. Mi hijo pensó: “¡Déjeme verlo otra vez!”. Shifu le dejó verlo una vez más. Estaba muy contento, y desde entonces tiene más confianza en el camino de la cultivación.

¡Gracias Shifu por darnos todo a mi hijo y a mí! Solo cultivándome diligentemente, puedo pagar la gracia de Shifu.