(Minghui.org) Me tomó más de diez años eliminar mi apego a los juegos de computadora. Algunas personas podrían encontrar difícil de creer que una señora de sesenta años no pudiese despegarse de los videojuegos.

Mi profesión me permite alguna flexibilidad. Luego que nuestra oficina instaló computadoras en 1997, yo jugaba un par de rondas de juegos de naipes cuando estaba cansada o aburrida.

El acceso al Internet me llevó a varios juegos de rompecabezas y acertijos. Mientras más jugaba, más quería jugar.

A menudo, la noción de "llegar a otros niveles" ocupaba mi mente. Estaba muy irritable cuando jugaba esos juegos.

Me di cuenta que esto era una interferencia, pero no podía parar. Había veces que quería dejar de jugar, pero mis manos no paraban de moverse.

Jugar un par de horas cada día era la norma. Mi excusa era que "me ayudaban a relajar mi cerebro".

Estaba avergonzada de mí  cuando estudiaba el Fa y pensaba: "¿Eres aún una discípula de Dafa?".

Solía leer una sección de Zhuan Falun una y otra vez nuevamente:

"Has visto a algún fo o a algún dao sentado allí con un cigarrillo en la boca? ¿Cómo puede haber algo así? Siendo un cultivador, ¿cuál es tu meta? ¿Acaso no debes dejar de fumar? Por eso digo que si quieres el xiulian entonces déjalo, pues eso daña tu cuerpo y es además un tipo de deseo, justamente lo contrario de los requisitos para nosotros, los cultivadores" (Séptima Lección, Zhuan Falun).

Pareciera que las palabras del Maestro Li estaban dirigidas justo a mí. Jugando videojuegos en la computadora es un apego e interferencia obvia, pero todavía me aferraba a ello.

En la noche del Festival de la Luna diez años atrás, parada bajo la luna con mis manos presionadas juntas, le prometí a Shifu que nunca jugaría videojuegos en la computadora y que sería una practicante genuina de Dafa.

No los jugué después de eso por un par de años. Sin embargo, durante los últimos años, los teléfonos inteligentes comenzaron a influenciarme.

No recuerdo cómo ni cuándo, pero comencé a jugar nuevamente en mi teléfono inteligente. Aunque solo jugaba brevemente cada vez, era todavía un apego.

Los chequeaba cuando los veía y me arrepentía de mi decisión más tarde. Me preocupaba que Shifu me hubiera abandonado ya que le había prometido anteriormente que no jugaría más.

Me di cuenta que tenía mucho sentimentalismo y pensamientos negativos. A veces reflejaba en lo que Shifu dijo en "Exponiendo el Fa en la ciudad de Los Ángeles":

"¿Quién acaso es capaz de nunca cometer errores? ¿Y qué importancia tienen los errores? Sólo necesitamos corregirlos ¿no es así? El quid de la cuestión son tus apegos. ¿No se supone que debes cultivar tus apegos humanos?".

Estaba lejos de ser una discípula genuina de Dafa. Mi rutina diaria incluía estudio del Fa y ejercicios, pero sentía que había estado en el mismo nivel por mucho tiempo.

Tuve sueños en los que corría hacia abajo en unas escaleras. Mientras estudiaba el Fa, mi cuerpo se estremeció cuando leí esta oración:

"Comer o no comer carne no es el propósito en sí, eliminar ese corazón de apego es el punto clave" (Séptima Lección, Zhuan Falun).

Entendí que la "clave" era eliminar mi apego fundamental que causaba mi adicción a los videojuegos  de computadoras.

Comencé a recitar el artículo "Cultivación genuina" (Escrituras esenciales para mayor avance):

"En cuanto a si puedes dejar la mentalidad de una persona común o no, es un paso crítico para convertirte en un ser realmente extraordinario. Cada discípulo que cultiva genuinamente tiene que pasarlo, porque esto es la línea de demarcación entre un cultivador y una persona común”.

Gradualmente, pensé menos y menos acerca de los videojuegos. Me ría entre dientes cada vez que veía uno: ¿Por qué me atraían estas cosas tan tontas?

Finalmente pude despegarme de ellos.

Mi adicción al Internet

Los aparatos inteligentes se han convertido en parte de nuestras vidas diarias, ya que casi todos tienen uno.

Mi dependencia en los aparatos excedía mi apego a los videojuegos. Supe que tenía que romper con eso luego de leer "Lo que todos los discípulos de Falun Dafa deben saber" publicado en el sitio web de Minghui.

Borrar la aplicación QQ fue lo primero y lo más fácil. WeChat fue más difícil de dejar.

Mi esposo y yo nos mudamos a la parte sur de China un par de años atrás, mientras que nuestras familia y amistades vivían en el norte.

Pasaba mucho tiempo cada día chateando, compartiendo fotos y leyendo noticias con la familia y amigos en WeChat. Estaba avergonzada de mí misma por gastar tanto tiempo en esa aplicación.

Disminuí mi uso pero nunca pensé en deshacerme de él. Luego de leer el anuncio en Minghui, estaba claro que era el tiempo para borrar completamente la aplicación de WeChat.

Le expliqué mi intención a mi familia y amistades cercanas. La aplicación fue borrada y mi teléfono fue re-establecido.

Mientras miraba mi nuevo teléfono recién re-establecido, inmediatamente me acordé que había olvidado hacer una copia de respaldo de las 3.000 fotos que había guardado cuidadosamente a través de los años. Luego del shock inicial, mi corazón se sintió ligero como si hubiera dejado un gran peso.

Después desinstalé muchas aplicaciones para hacer compras y administrar dinero, los cuales consumían mi tiempo y se volvieron parte de mis muchos apegos.

Durante el proceso de eliminar estos apegos, surgieron muchos de mis sentimentalismos humanos. Era difícil abandonarlos al principio, pero era necesario ya que se habían convertido en interferencias en mi cultivación.

Como practicante genuina de Dafa, debemos remover completamente la atracción a Internet. Luego que removí la carga de esta adicción, me sentí libre y renovada, también tengo más tiempo libre para hacer las tres cosas.

Dándome cuenta de la urgencia de salvar a los seres conscientes

No hace mucho, me encontré con una excolega en una estación de autobús. Estábamos muy emocionadas.

Había planeado decirle acerca de Falun Dafa y la persecución en China. La llamé el día que supuestamente nos íbamos a reunir, y ella estaba cenando en ese momento y dijo que vendría a verme pronto.

Su esposo contestó su teléfono móvil cuando la llamé media hora después. Recién había tenido un ataque de corazón masivo.

Los paramédicos estaban haciendo compresiones de pecho cuando corrí para verla. Ya se veía sin vida y falleció esa noche.

Fue una noche en vela para mí. No solo estaba en shock por su muerte repentina, sino más importante, me echaba la culpa por no decirle antes acerca de Falun Dafa.

Su pronóstico hubiese sido diferente si yo le hubiese convencido de cortar lazos con el partido comunista chino. Después de mucha reflexión al día siguiente, aprendí dos lecciones de este incidente.

Estaba planeando persuadir a la pareja para que renunciaran al partido comunista chino antes de encontrarnos, ya que ambos eran miembros del PCCh. Pero desafortunadamente, no podemos predecir el futuro.

Ella no escuchó la verdad acerca de Falun Dafa antes de que su vida se acabara y perdió su oportunidad de ser salvada. También fui testigo de como una persona puede deslizarse tan repentinamente entre la vida y la muerte.

Lo que aconteció ese día me puso en aviso de que el tiempo es valioso.

Todo lo que sucede en el universo está libre de sentimentalismo. Uno no sabe cuándo su vida llega a su fin.

Me eché la culpa por no poner suficiente esfuerzo en salvar a los seres conscientes. Sentí la urgencia y quise hacerlo mejor, pero no fui capaz de accionar mis pensamientos.

Dije en mi corazón: "Shifu, fue mi culpa. Seré una practicante diligente y salvaré a más personas".

Mi corazón se sintió más liviano, y mi mente se volvió más clara el día siguiente. Ya que mi consciencia principal estaba más alerta, la calidad de mi meditación también mejoró tremendamente.

En los últimos años, a menudo me sentía somnolienta durante la meditación. Ahora mi mente está clara y calmada.

Shifu removió una capa de substancia que había estado bloqueando mi cultivación.