(Minghui.org) Soy una campesina de 55 años que comenzó a practicar Falun Dafa en agosto de 1998. Antes de eso, mi vida estaba llena de conflictos y depresión. Sufría de muchas enfermedades incluyendo vértigo, mastitis, insuficiencia cerebrovascular y artritis. También experimentaba dolor todos los inviernos a causa de la congelación que había sufrido cuando era niña.
Asistí a un seminario de Falun Dafa de nueve días en 1998 y aprendí los ejercicios el último día.
Mientras hacía el segundo ejercicio, me desmayé sobre un montón de piedras. ¡Cuando recobré el conocimiento unos 10 minutos más tarde, descubrí que no tenía moretones ni arañazos, a pesar de caerme de cara! Desde ese momento, mi vértigo desapareció.
Todas mis otras enfermedades también desaparecieron. Estaba eufórica y no podía evitar sonreír todos los días. ¡Fue maravilloso estar libre de enfermedades!
Dafa me enseñó a ser una buena persona. Me esforcé por comportarme de acuerdo a los principios de verdad, benevolencia y tolerancia, y me tomé los conflictos a la ligera. Traté a mi marido, a mis hijos y a mis suegros con compasión. Mi ambiente familiar se volvió armonioso y mi vida fue más satisfactoria.
Todos mis vecinos mencionaron lo alegre que estaba. Yo les respondí: "¿Cómo no iba a estarlo? He empezado a practicar Falun Dafa. Lo que Dafa me ha dado no tiene precio".
Dejando ir el resentimiento
Yo era una persona amable, de temperamento apacible, y sin enfrentamientos personales. Sin embargo, me casé en una familia donde era normal que los padres golpearan y regañaran a sus hijos y nueras.
Una vez vi a mi suegro y a la esposa de su hijo mayor discutiendo y agitando cuchillos entre ellos. Estaba tan aterrorizada que me encerré en mi habitación durante medio día.
Mi suegra también era agresiva y conflictiva como su marido. Poco después de casarme, ella se fue a su casa natal y no regresó hasta que terminó la siembra y plantación de primavera.
Antes de la siembra de primavera, mi suegro me pidió dinero prestado. Dijo que no tenía dinero para comprar semillas y fertilizantes, y que me lo devolvería después de vender la cosecha en el otoño. Mi suegro tenía unos cinco acres de tierras de cultivo, así que le presté casi todos mis ahorros de los esponsales.
Después de la cosecha de otoño, mi suegra comenzó a dividir los bienes de la familia. Ella se negó a devolver el préstamo que le había dado a mi suegro alegando que yo había estado comiendo sus alimentos. Durante todo el año de trabajo en la granja, mi esposo y yo solo recibimos 100 kilos de maíz de ella.
Más tarde nos prestó a mi marido y a mí más de 10.000 yuanes, y tuvo la desfachatez de decirnos que pagáramos el préstamo de 600 yuanes que había pedido a alguien hace unos años. Me negué, así que instigó a mi suegro a levantar una azada para intentar atacarme. Me desmayé inmediatamente debido al susto.
Después de dar a luz, mi suegra no me preparó ni una sola comida, como es costumbre en nuestra cultura. Se lo dejó a mi marido, que no sabía cocinar. Los parientes me trajeron arroz como regalo, pero mi suegra lo guardó y me hizo comer harina.
Mi esposo me preparó una sopa de gotas de masa en cada comida durante todo el mes de mi período posparto. Como consecuencia, desarrollé reflujo ácido. Desde entonces, cada vez que comía sopa de masa, me daba acidez estomacal.
Mis 10 años de matrimonio fueron desoladores y deprimentes. Lloraba a menudo y vivía cada día con resentimiento. Cuando veía a mi suegra, me negué a saludarla y juré odiarla para siempre. Llena de tanta ira y negatividad, mi salud comenzó a deteriorarse.
Las nubes oscuras finalmente se dispersaron después de que empecé a practicar Falun Dafa en 1998. Las amplias y profundas enseñanzas del Maestro Li (el fundador) alejaron el odio y el resentimiento de mi corazón. Comprendí los principios celestiales de las relaciones kármicas entre las personas.
Llegué a entender la razón por la que mi suegra era mala conmigo: Puede que yo la haya tratado así en mi vida pasada, y ahora tengo que pagar mi deuda. Como practicante, debo seguir los requisitos del Maestro.
El Maestro Li dijo:
“Por supuesto, los cultivadores no tienen enemigos, y nadie es digno de ser el enemigo de Dafa”. (Escrituras esenciales para mayor avance III).
Un cultivador debe ser amable con todos. Después de que tuve una clara comprensión de este principio del Fa, me acerqué a mi suegra para ayudarla con el trabajo de la granja, jardinería, lavandería, y cualquier otra cosa que ella necesitara.
Me compadecí de ella: el hijo mayor y su familia se mudaron lejos, el segundo hijo falleció a una edad temprana, y su única hija sufrió una enfermedad mental. Mi esposo a menudo trabajaba y era adicto al juego, así que no le prestó atención al cuidado de sus padres. Como tal, la responsabilidad de sus últimos años de vida sin duda recayó sobre mis hombros.
Según la cultura tradicional china, "De todas las virtudes, la piedad filial es la más importante". Aunque mis suegros no me dieron a luz ni me criaron, yo necesitaba ser filial con ellos.
Después de la muerte de mi suegro, la vida se volvió aún más difícil para mi suegra. Ella dependía de mí para todo, desde su comida, ropa y transporte hasta sus necesidades de comunicación. Me convertí en su pilar espiritual y de vida!
Cuando se enfermó, fui a buscar al médico, le compré medicamentos y me quedé junto a su cama. Yo era su enfermera personal.
A menudo se conmovía hasta las lágrimas y alababa cuánto más amable era yo que su propia hija. Le dije: "Es debido a Falun Dafa y al Maestro Li." Ella respondía: "¡Debo agradecer sinceramente al Maestro Li Hongzhi!".
Mi nuera se quejó una vez: "Mi abuela tiene otro hijo. ¿Por qué no hacen nada mientras nosotros nos ocupamos de todo? No es justo."
"Están fuera de la ciudad", dije. "Las aguas distantes no pueden saciar la sed presente. Soy una practicante de Dafa y no pienso mucho en quién está haciendo qué".
Después de que la hija de mi suegra murió de una enfermedad, me convertí en su confidente más cercana. Sentí su dolor y encontré su vida miserable. Sus dificultades se convirtieron en mis dificultades.
Me dio las gracias cuando su mente estaba despejada, pero se metió conmigo cuando estaba confundida. Incluso dijo cosas malas sobre mí a mis espaldas, pero no le guardé rencor y seguí cuidando de ella.
El Maestro dijo: “Una persona virtuosa siempre mantiene un corazón de compasión. Sin ninguna queja ni odio, toma la dificultad como alegría”. (Grado de conciencia, Escrituras esenciales para mayor avance)
Como practicante, debo comportarme de acuerdo al estándar de Dafa de Verdad-Benevolencia y Tolerancia.
El linfoma desaparece
Una protuberancia roja del tamaño de un grano apareció repentinamente en el lado izquierdo de mi cuello en 2015. Pensando que era una picadura de mosquito, no le presté atención. Un mes más tarde, la protuberancia alcanzó el tamaño de una moneda de cinco centavos. Estaba roja, hinchada y muy dolorosa. Mi cuello y mi cara también se hincharon, y el dolor se extendió a toda mi cabeza.
Fue durante la cosecha de otoño, así que seguí trabajando en el campo. Un día, la protuberancia roja se abrió y comenzó a rezumar sangre. Mi suegra pasó por aquí a la hora del almuerzo y se sorprendió al verlo. Parecía preocupada y fue a buscar a un practicante de la aldea, quien también dijo que no se veía bien.
Mi esposo no me dejó volver al campo por la tarde y me dijo que quería que fuera al hospital.
Pensé: "Soy una practicante y no es una enfermedad. Es el mal de otra dimensión que me persigue. Tengo al Maestro y a Dafa".
Le expliqué a mi familia que no era una enfermedad y que no había necesidad de ir al hospital. A mi suegra y a mi marido les resultó difícil de entender, pero no me obligaron a ir al hospital.
Leí Zhuan Falun, hice los ejercicios y envié pensamientos rectos intensamente. Más tarde vinieron dos practicantes para enviar pensamientos rectos conmigo.
Tres días después, la protuberancia roja en mi cuello se hizo más pequeña, y la hinchazón en mi cara y cuello desapareció, al igual que el dolor de cabeza. La protuberancia roja desapareció completamente siete días después.
Mi familia y yo estábamos encantados y muy agradecidos con el Maestro por haberme salvado la vida!
En 2017, mi cuñada también encontró una protuberancia roja en el lado izquierdo del cuello. Cuando llegó a tener el tamaño de una moneda de cinco centavos, fue al hospital de la ciudad donde se la extirparon. Poco después, otra protuberancia roja apareció en el mismo lugar y se hizo cada vez más grande. Cuando creció hasta alcanzar el tamaño de un huevo, se rompió y supuró mucha sangre. Falleció en solo cuatro meses.
Pensando por lo que mi cuñada y yo pasamos, me iluminé que Falun Dafa es la virtud poderosa que salva a la gente. La medicina moderna solo puede eliminar los síntomas, pero no puede salvar a las personas. Si no hubiera practicado Dafa, sin duda habría seguido el mismo destino que mi cuñada.
¡Falun Dafa es la gran Ley (Fa) del cosmos! ¡Gracias Maestro por su inmensa benevolencia!
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Categoría: Caminos de cultivación