Equilibrando bien las relaciones familiares

(Minghui.org) Como practicantes de Dafa, somos conscientes de la importancia de equilibrar bien las relaciones familiares.

El Maestro Li Hongzhi dijo,

"Si puedes hacer que tus familiares se cultiven y refinen, eso es lo mejor, y si no pueden cultivarse y refinarse, tienes que hacer que sea una vida salvable, por lo menos que sea una persona buena, y así podrá tener una recompensa de buena fortuna". (Enseñando el Fa en Manhattan, 26 de marzo de 2006)

Mi nieto practica Dafa

Después de que mi esposa y yo comenzamos a practicar Falun Dafa, nuestra hija decidió convertirse en practicante en el año 2000. Pidió que cuidáramos a su hijo de aproximadamente un año. No fue fácil, ya que el niño estaba delgado y enfermo. Acordamos cuidarlo, porque un practicante debe ser considerado con los demás, y el niño puede tener una relación predestinada con nosotros.

Mi nieto memorizó Hong Yin cuando tenía cuatro años. Su verdadera cultivación comenzó cuando cumplió cinco años.

Cuando estaba en primer grado, experimentó una tribulación de enfermedad, al caer con una fiebre peligrosamente alta durante unos cuatro días. Durmió todo el día. Mi esposa y yo, junto con otro practicante, nos sentamos a su lado y enviamos pensamientos rectos, estudiamos el Fa, y buscamos interiormente en busca de apegos durante toda una noche. Nos dimos cuenta de que teníamos miedo, incluso de ser criticados por su padre.

El Maestro dijo,

"No obstante para los cultivadores, el miedo o la falta de él prueba la humanidad o divinidad [de uno], y es lo que diferencia a un cultivador de la gente común. Es algo que un cultivador debe enfrentar, y el apego humano más grande que un cultivador debe eliminar". (Estudiar bien el Fa, y dejar los apegos no es difícil)

Identificamos nuestros apegos, y con la ayuda del Maestro, mi nieto se recuperó de la tribulación de su enfermedad cuando llegó su padre.

Cuando estaba en tercer grado, mi esposa fue detenida ilegalmente en una estación de policía local por hablar con gente sobre Falun Dafa. Llevé a mi nieto conmigo a la comisaría cuando exigí la liberación de mi esposa.

"¡Hasta le enseñaste a un niño tan pequeño a practicar los ejercicios!", gritó un policía. "¡Tienes mucho valor!" Yo le respondí: "Nosotros somos sus abuelos. ¿Cómo podríamos pedirle que haga cosas malas? Esta práctica nos beneficia y no daña a nadie". El policía no dijo ni una palabra más.

Mi esposa fue llevada más tarde a un campo de trabajos forzados, y yo me llevé al niño cuando la visité dos veces. El niño tenía una voluntad fuerte y nunca derramaba lágrimas. Antes de irse, se despidió con su pequeña mano.

Mi yerno cambió de actitud

Mi yerno no podía entender el encarcelamiento de mi esposa. Intentó muchas maneras de forzar a mi hija a renunciar a sus creencias. Se arrodilló y le rogó, lloró mucho, amenazó con matarla y también amenazó con divorciarse. Me llamó por teléfono y me pidió que le entregara a su hijo.

Le dije a mi hija que se mantuviera calmada, que mirara hacia adentro y que enviara pensamientos rectos, después de lo cual su esposo se calmó. Siempre he creído firmemente en el Maestro y en el Fa, y nunca he impedido que mi nieto estudie el Fa y practique los ejercicios.

Mi yerno fue testigo de que los practicantes son bondadosos y de mente abierta. Poco a poco, cambió de actitud. Fue al campo de trabajos forzados a visitar a mi esposa. Comenzó a aceptar Dafa y aceptó abandonar el partido comunista chino (PCCh) y sus organizaciones juveniles. También comenzó a llevar un amuleto de Dafa en su billetera.

Mi hijo y mi familia comienzan a practicar Dafa

Mi hijo empezó a practicar Dafa en 1999. Su suegro creía en las mentiras del PCCh y no podía aceptar la verdad sobre Dafa. La esposa de mi hijo tampoco tenía claro qué era Falun Dafa. Su suegra sufría de muchas dolencias y tenía una estatua de Bodhisattva en su casa. Aunque quemaba incienso delante de la estatua todo el tiempo, no se recuperaba de sus enfermedades.

Mi esposa y yo nos dimos cuenta de que el Maestro hizo los arreglos para que formáramos un grupo de cultivación que incluyera a toda esta gente. Mi hijo aclaró la verdad sobre Dafa a su suegra y la convenció para que quitara la estatua del Bodhisattva; le dio el libro Zhuan Falun y le enseñó los ejercicios. Después de dos meses de practicar Dafa, su suegra se recuperó de sus dolencias. Mi hijo aprovechó esta oportunidad para explicarle los hechos de Dafa a su esposa y a su padre, y ellos también comenzaron a practicar.

Experimentando el poder de Dafa

Mi nuera dio a luz a una niña. Cuando esta niña tenía un año, parecía haber contraído neumonía. Tosía, vomitaba y tenía fiebre alta.

Mi esposa, mi hijo, su esposa, su suegra y yo cuidamos del niño. Estudiamos el Fa durante media hora, enviamos pensamientos rectos durante media hora, y luego repetimos este patrón una y otra vez.

Cerca de la mañana, mi nieta había sudado mucho y había dejado de resollar. Su fiebre alta había desaparecido. Bebió un poco de agua, después de lo cual se recuperó.

Experimentando el poder de Dafa.

A lo largo de los años también hemos cuidado de nuestra nieta. Algunos colegas practicantes dijeron que teníamos un apego emocional demasiado fuerte a nuestra familia. Dijeron que hacer las tres cosas cada día ya nos mantenía bastante ocupados, y que aún así cocinábamos para nuestros hijos; ellos pensaban que no estaba alineado con el Fa. Un practicante dijo: "La emoción es difícil de cortar durante la cultivación".

El Maestro dijo,

"Por supuesto, ya que hacemos el xiulian en la sociedad de la gente común, respetar a nuestros padres y educar a nuestros hijos son todos deberes; en todos los ambientes hay que ser bueno y benevolente con los demás, y más aún con tus parientes. Debemos tratar a todos por igual, ser buenos con nuestros padres e hijos y ser considerados con los demás en todos los aspectos; así, este corazón ya no es egoísta, son todos corazones de bondad y benevolencia, es misericordia. El qing es algo entre la gente común; la gente común vive simplemente por el qing". (Sexta Lección, Zhuan Falun)

Basándonos en el Fa del Maestro, nos dimos cuenta de que nuestra familia no era una familia común, sino también un grupo de practicantes de Dafa. Descendimos al mundo humano, no para ser humanos, sino para ayudar al Maestro a rectificar el Fa. Desempeñamos diferentes papeles en nuestra familia para llevar a cabo diferentes misiones, y debemos ser desinteresados. Equilibrar bien a la familia era parte de nuestro cultivación.

Una armoniosa familia de Falun Dafa

En muchas familias, las nueras suelen tener una relación tensa con sus suegras. En mi familia es lo opuesto. Mi nuera a menudo alaba a mi esposa frente a sus colegas, parientes y amigos. Somos una familia armoniosa.

Algunos practicantes vinieron a mi casa, a la casa de mi hijo y a la casa de su suegra para estudiar el Fa, practicar los ejercicios, producir materiales de Dafa o trabajar en otros proyectos de Dafa, y siempre ha sido seguro. Nuestros familiares y amigos nos han escuchado explicar los hechos de Dafa y han abandonado el PCCh.

Los miembros de nuestra familia estudian el Fa por la mañana y por la tarde salen a decirle a la gente la verdad sobre Dafa. Nuestros familiares entienden y apoyan nuestra práctica de Falun Dafa, y nunca interferirán.

A lo largo de 20 años de altibajos, hemos tenido nuestras palabras y acciones ajustadas por el Fa y hemos creado una familia armoniosa gracias a la sabiduría de Dafa. Con Dafa en mente y siendo considerados con los demás, no nos demoramos en hacer nada. Ayudar a los miembros de la familia a obtener el Fa y ayudar a los seres conscientes a comprender la verdad sobre la Dafa es nuestra misión.

Como dijo el Maestro,

"Cuando te vuelvas claro, amplio, generoso y optimista, encontrarás que el ambiente alrededor también se vuelve diferente". (Enseñando el Fa en el Fahui Internacional de Washington DC 2009)

Equilibrar bien nuestras relaciones familiares nos ha llenado de felicidad. Ha sido Dafa que nos ha concedido la sabiduría. Durante el proceso de mejorar como equipo, hemos sentido profundamente el gran poder de la compasión.