(Minghui.org) Soy una joven practicante que nació en los años ochenta. Comencé a practicar Falun Dafa en 2010. Falun Dafa purificó mi cuerpo y alma y me ayudó a encontrar el significado de mi vida en este mundo confuso.

Una vida dura durante mi largo camino en el tratamiento de mi enfermedad

Antes de practicar Falun Dafa, sufrí durante ocho años una enfermedad rara llamada desorden neurológico sensorial con una leve atrofia muscular. Es considerado incurable. En las últimas etapas de la enfermedad, grandes áreas de atrofia muscular resultantes de necrosis nerviosa dejan a la persona notablemente desfigurada. Pasé mi preciosa juventud visitando varios hospitales y buscando todo tipo de tratamientos.

En ese momento estaba lejos de casa asistiendo a la universidad y tenía que ver a los médicos e ir a las clínicas todo por mi cuenta. Nadie jamás pudo realmente entender que tribulaciones y dificultades soporté.

El lado izquierdo de mi cuerpo estaba adormecido. Mis piernas eran tan pesadas que parecían estar llenas de plomo. Mi cara era delgada y estaba desfigurada. Sufrí de dolores de cabeza e insomnio y no podía soportar girarla. No vestía pollera o sandalias, y tampoco ingería ninguna comida fría en el verano. Tenía que usar agua tibia para lavarme los dientes. También sufrí de gastritis, enteritis, hiperplasia ósea y otitis media. Casi ninguna parte de mi cuerpo no estaba afectada.

No fui a casa por tres años cuando mi cara estaba desfigurada severamente. En la víspera del Año Nuevo Chino, me quedé en el dormitorio comiendo fideos instantáneos. Fui echada del cuarto de estudio de la escuela debido al fuerte olor de la medicación que usaba. Mis compañeras de cuarto me sacaron y crearon dificultades para mí. Los transeúntes en las calles se reían de mí por mi calvicie.

Mi vida fue una gran decepción y estaba llena de tristeza y odio. No podía entender porque tenía que sufrir grandes dificultades incluso sin haber lastimado o maldecido a alguien. ¿Por qué la gente siempre me discriminaba incluso siendo amable con ellos? Mi enfermedad se volvió controlable después de consultar unos especialistas. A pesar de tener que estar con medicación el resto de mi vida, estaba contenta. Nunca esperé estar curada.

Fui contratada por una reconocida institución financiera después de graduarme de la universidad. Ponía todo mi tiempo en mi trabajo para compensar el tiempo que perdí en los años anteriores y esperaba recompensar a mis padres y devolverles a aquellos que me habían ayudado.

Contrario a mi deseado pensamiento, me sentía cansada tanto física y mentalmente. La gente en la industria financiera estaba orientada a los beneficios. Los conflictos eran normales y las horas de trabajo eran pesadas. Dudé del significado de la vida. Debería ser la vida así: ¿Pelear unos contra otros, hacer dinero para hacerse famoso y rico? Eso no era lo que quería. Quería ser una buena persona. Pero, en realidad, la buena gente es discriminada. Estaba perdida, ansiosa, depresiva y dejé el trabajo. Sufrí una leve depresión. No quería hacer nada ni ver a nadie. Me sentía cansada y perdí mi camino.

Creía en dioses y budas cuando era una niña. Leí una vez la Biblia en la escuela primaria. También leí libros budistas. No cambié luego de leerlos, incluso pensando que eran muy buenos. Visité muchos templos durante mis años de universidad pero encontraba que los monjes no se cultivaban y se comportaban como personas comunes. No eran amables, como los libros budistas le decían que eran. A menudo navegaba en Internet, esperando encontrar el gran camino que pudiera decirme el significado de la vida.

Totalmente convencida de los principios de Falun Dafa

Por varios años, he visitado sitios web fuera de China usando software para evadir la barrera de control de acceso a Internet y conocer los hechos sobre Falun Dafa. Sabía que el partido comunista chino (PCCh) era malvado y no toleraba ningún grupo que tenía sus propias creencias. Considere a Falun Dafa como otro grupo religioso u organización de derechos humanos. Yo era solidaria con los practicantes pero no les ofrecía ninguna ayuda.

Cuando por primera vez descubrí que el PCCh estaba sustrayendo órganos a practicantes contra su voluntad, no pude dormir toda la noche. Esto era demoníaco, más allá de los límites de moralidad o consciencia humana. Me dolía el corazón. Comparada con esos practicantes, mi sufrimiento no era nada. Me preguntaba cómo eran y que los hacía tan determinados en su creencia. En este mundo material donde las personas estaban tan orientadas al dinero, solo la verdad podría inspirarlos a aferrarse a su creencia y renunciar a todo, incluso cuando sus órganos eran sustraídos.

En el pasado descargué libros de Falun Dafa pero no los había leído. Quería saber que había en ellos y por qué tanta gente no renunciaba a su fe. Me sentí atraída por Zhuan Falun.

Tan pronto abrí el libro, no fui capaz de dejar de leerlo. Al igual que conectar un enchufe a una fuente de energía. Estaba muy impresionada. Estaba convencida totalmente de los principios en el libro. Me di cuenta que finalmente había encontrado la verdad de la vida. Encontré las respuestas a lo que había estado buscando. ¡Esta era el auténtico Fo Fa!

El Maestro dijo:

“Este es el verdadero propósito de ser un humano; por eso, una vez que esta persona quiere el xiulian, se considera que su naturaleza fo ha emergido. Este pensamiento es lo más valioso, porque él desea volver al origen, retornar a la verdad y saltar afuera de este nivel de la gente común”. (Primera Lección, Zhuan Falun).

“Porque en este universo existe un principio como este: los asuntos entre la gente común, de acuerdo con la Escuela Fo, todos tienen relación causal y predestinada; el nacimiento, el envejecimiento, las enfermedades y la muerte existen simplemente de esta manera entre la gente común. El yeli producido por los actos malos cometidos por el hombre en el pasado es lo que causa las enfermedades o las tribulaciones. Al padecer sufrimientos, uno está justamente pagando deudas del ye”. (Primera Lección, Zhuan Falun).

Conociendo los principios del Fa, finalmente pude soltar las injusticias que había acumulado en los muchos años pasados. Me di cuenta que no debía estar en contra de nadie. Si otras personas me lastimaban, podía ser que debía pagarles deudas que debía de vidas pasadas. Todo tenía una relación causal. La vida era predestinada. Debía enfrentar las adversidades e injusticias de forma activa. Ya que el significado de la vida era regresar a mi yo original, ¿no debería dejarlo todo?

El Maestro dijo:

“…solo al poder conformarse a Zhen-Shan-Ren, esta característica del universo, entonces se es una persona buena; aquellos que actúan dándole la espalda y apartándose de esta característica son personas realmente malas.” (Primera Lección, Zhuan Falun).

Llegué a comprender lo que significa ser una buena persona y cómo ser una buena persona. Una persona verdaderamente buena no espera ser recompensada y es realmente buena con otras personas; una persona verdaderamente buena puede soportar los inconvenientes y las demandas sin razón de otras personas y puede soportar todo; y una persona verdaderamente buena considera a los demás desde su perspectiva y no se preocupa por las malas acciones de otras personas. Esta es la verdadera compasión.

A juzgar según los principios de Dafa, en realidad esperaba una retribución por lo que hice. Esperaba que aquellos a los que había ayudado al menos no me hicieran daño a cambio. No era realmente una buena persona. Cuando no estaba satisfecha, pensaba que la situación era injusta y eso me molestaba.

Estaba tan concentrada en leer el libro que me olvidé de tomar mi medicina a tiempo. Una semana después me di cuenta de que me sentía bien y que estaba durmiendo bien. Tenía miedo del frío y a las corrientes de aire. Era el comienzo del invierno en noviembre. No puse el calentador pero mis extremidades se sentían muy cálidos. Tenía tanto calor por la noche que tuve que quitarme la colcha.

Al principio me sentí abrumada por los principios de Dafa y no me preocupaban sus asombrosos beneficios curativos. Educada en las ciencias empíricas, no creía que uno pudiera ser curada con sólo leer un libro. Pero las reacciones extraordinarias de mi cuerpo estaban a punto de demostrar que estaba equivocada. Traté de dejar de tomar cualquier medicamento y empecé a aprender los ejercicios.

Varios días después empecé a sentir frío y pude sentir aire frío saliendo de mi cuerpo. Me salieron granos en la cara. Tenía diarrea y vómitos. Sabía que el Maestro había comenzado a purificar mi cuerpo. Lo soporté sin importar lo mal que me sintiera. Me recuperé completamente un mes después. Mis piernas se sentían ligeras y podía caminar rápidamente. Mi rostro se volvió claro y rosado. El adormecimiento y la hinchazón desaparecieron. Podía comer comida fría y no le temía al viento. La noción, antes imposible, de que alguna vez podría estar libre de enfermedades era ahora una realidad. Y no había gastado ni un centavo en una cura. Fue realmente un sueño hecho realidad.

Mi cara ya no estaba hinchada ni entumecida, y mis nervios atrofiados se recuperaron gradualmente. Otra vez me veía tan bonita y encantadora como solía ser. Mis grandes ojos se volvieron claros y puros. La gente pensaba que tenía poco más de 20 años cuando en realidad tenía 36. Nunca pudieron imaginar que había estado gravemente enferma durante ocho años.

Falun Dafa me dio una segunda vida. Fue un milagro. Como yo, miles y miles de practicantes han presenciado los milagros de Dafa.

Cumplir con Verdad-Benevolencia-Tolerancia es una corriente clara en la industria financiera

He trabajado en la industria financiera por más de diez años. En China, la moralidad ha disminuido drásticamente, especialmente en el sector financiero rentable. El dinero y el deseo contaminan a los que trabajan en él. Algunos de ellos se aliaron con funcionarios del gobierno y han participado en fraudes para obtener beneficios. Algunos se hicieron ricos y famosos mientras que otros fueron sentenciados a prisión y sus familias fueron destruidas. Muchos más se atontaron y participaron pasivamente. No se atrevieron a enfrentarse a su propia conciencia. Tropecé y me arrepentí, pero avancé con paso firme. Guiada por los principios de Falun Dafa, he logrado ver a través de las coloridas ilusiones y permanecer honesta y recta. He sido como una corriente clara en esta industria confusa.

Yo estaba a cargo de otorgar préstamos en una institución financiera. La institución no está interesada en saber qué tan bien se maneja el negocio. Mientras la institución piense que será reembolsada, concederá el préstamo. Cuando el negocio tiene un alto riesgo de quebrar, el préstamo se cancela rápidamente. Cuando la economía es buena, aprobamos tantos préstamos como podemos. Cuando la economía no es buena, muchas empresas quiebran cuando el banco cancela sus préstamos o cuando el negocio ha recurrido a la usura. La relación entre las instituciones financieras y las empresas no es buena.

Tuve que lidiar con muchos de esos problemas. Tenía que asegurarme de que nuestro préstamo se reembolsara a tiempo. Pero fue difícil equilibrar nuestra relación con el negocio. Es una costumbre general en la industria presionar a la empresa para que pague el préstamo. Como practicante de Falun Dafa, yo no los presionaría. Tuve que ver las cosas desde su punto de vista y ver el panorama general.

El Maestro dijo:

“Todos los oficios de la sociedad humana deben existir; es el corazón del hombre el que no es recto, y no tiene que ver con qué profesión ejerce uno.” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

Los negocios privados tienen dificultades en China. Sus ganancias son bajas y sus impuestos altos. No es fácil para ellos mantener sus negocios solventes. Hablé con los dueños y me enteré de lo que les faltaba, traté de entender sus apuros, y les ofrecí consejos profesionales.

Algunas sociedades suministraban bienes a empresas estatales incluidas en la lista, que no pagaban las facturas de sus proveedores. Las empresas tenían más de un millón de deudas que cobrar mientras que, por otro lado, tenían que pagar impuestos una vez emitidas las facturas. Hablé con los propietarios y les pregunté si tenían otros ingresos y les di consejos sobre cómo revitalizar sus activos. Hice un balance con algunos de ellos en sus almacenes y ayudé a estimar el período aproximado de rotación del inventario después de haberme comunicado con sus proveedores para su planificación de compras. Les sugerí que dejaran de comprar para reducir las acciones y liberar capital.

Algunas empresas producían bienes de buena calidad. Debido a que manejaban su negocio honestamente y no sobornaban a los compradores, fueron engañados por los compradores y proveedores. Sus períodos de cuenta eran de más de ocho meses, con cuentas por cobrar superando los 100 millones. Les concedí muchos préstamos para resolver sus problemas de financiación. Hablé con sus representantes de ventas para aumentar su confianza y les pedí que renegociaran con sus compradores para obtener mejores condiciones de pago para sus productos de buena calidad. Un gerente de ventas se sintió muy conmovido y participó activamente en las negociaciones y al final obtuvo condiciones favorables. Debido a la buena calidad de los productos de su empresa, se extendieron a muchos más mercados. Fueron bendecidos por mantenerse honestos.

Las instituciones financieras deben prestar servicios a las empresas y ayudarlas a funcionar sin problemas. Las instituciones financieras y las empresas deben ser interdependientes. Pero hoy en día en China, sin embargo, la prioridad es ganar dinero, incluso a costa de los intereses de los demás. Algunas empresas potencialmente buenas se vieron obligadas a declararse en quiebra, mientras que a las empresas insostenibles se les concedieron grandes préstamos. Al final, las instituciones financieras contrajeron grandes deudas incobrables y perturbaron el ecosistema antes armonioso. Las personas perjudican de forma ignorante tanto a los demás como a sí mismas.

Creo que la industria financiera con fines de lucro podría mantener una relación con otras empresas si el principio de Dafa de "considerar a los demás primero" se aplicara.

El PCCh ha distorsionado los principios morales que los chinos hemos observado durante miles de años. En la China de hoy, la bondad es vista como cobardía, la honestidad como estupidez, y la adhesión a los principios como inflexibilidad. En respuesta, nosotros los practicantes de Falun Dafa debemos seguir los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, practicar la bondad y tolerancia, resolver los malentendidos de la gente y ganar su respeto. Ellos son la esperanza de esta sociedad materialista.