(Minghui.org)
El comportamiento de mi familia me ayudó a reconocer mis apegos
Crecí en una aldea agrícola junto con varias hermanas y un hermano menor. En una familia con tantos niños, es imposible que los padres traten a todos sus hijos de la misma manera. Los padres aman a todos sus hijos por igual y, por supuesto, desean lo mejor para ellos. Sin embargo, debido a la predestinación, los padres no tienen la capacidad de asegurar que todos sus hijos obtendrán todo lo que ellos quieren o parece que se merecen en la vida.
El Maestro Li Hongzi dijo: “…¡pero cada uno tiene su propio destino!”. (Quinta Lección - Zhuan Falun).
Sin embargo, la mayoría de las personas no entienden la ley de la predestinación (kármica). Algunas de mis hermanas consideraban que sufrieron muchas dificultades en casa y pensaban que nuestros padres nos trataban injustamente. Se quejaban constantemente. Cada vez que una de ellas se quejaba, los otros miembros de la familia se mantenían en calma, pero yo me sentía realmente incómodo. No les compartía mi entendimiento del Fa sobre este asunto, no era tolerante, y no miraba hacia adentro. Sentía que sus quejas y críticas eran irrespetuosas para con nuestros padres. Quejarse así no era bueno para nadie. A menudo, me olvidaba prestar atención a mis palabras y discutía con ellas, haciéndolos infelices a todos.
Además, le dije a una de mis hermanas que pensaba que su hijo era impaciente, comilón, irascible, etc. Esto continuó así por varios años. Sólo después de leer un artículo con una experiencia de cultivación que se publicó en el sitio web Minghui entendí la situación.
Según el artículo, ver cómo se comportan otras personas nos ayuda a comprender nuestras propias deficiencias y apegos. De repente, me di cuenta por qué mi hermana seguía quejándose y por qué mi sobrino tenía tantas deficiencias: era porque yo tenía estos apegos profundos de resentimiento, celos, queja, búsqueda de beneficios, lazos familiares, impaciencia, no cuidar el habla, ser irascible, etc. Tenía tantos apegos que me sentía realmente avergonzado. ¡En realidad, mi familia hizo mucho para ayudarme a ver mis apegos!
Identificando los apegos a la crítica y al resentimiento
Mi padre y mi madrastra son practicantes y tienen 70 años. No mucho después de que mi madrastra vino a quedarse con nosotros, ella y mi padre comenzaron a cultivarse en Dafa. En un momento, ella no logró superar una tribulación de enfermedad y fue al hospital. Cuando regresó, a través del intercambio de experiencias, llegó a un entendimiento acerca de su tribulación. Mi padre tiene miedo de ser criticado. Cuando mi madre falleció, las quejas y los chismes que soportó le pesaron terriblemente. Así que, cuando mi madrastra se enfermó, en lugar de enfrentar su apego en base al Fa, llamó a sus dos hijas para manejar la situación, y ellas la llevaron al hospital.
Mi padre no tenía miedo de enfrentar sus propias tribulaciones de enfermedad, pero cuando le sucedieron a mi madrastra, él encontró difícil manejarlas. Personalmente, sentí que esto sucedió debido a que él no pudo eliminar su apego a ella y a la carga que sentía. En realidad, tenemos a Dafa. Si hacemos las cosas con rectitud, no importa cuánto se quejan o chismean los demás.
Shifu dijo:
“Cuando algunos de ustedes están diciendo que otros tienen apegos, ¿es debido a que otros están señalando vuestros propios apegos y ustedes así usan la excusa de que otros tienen apegos para cubrir los suyos?”. (Falun Fofa, Exponiendo el Fa en el Fahui del Este de los Estados Unidos).
Mientras pensaba acerca de la situación de mi padre y de mi madrastra, me di cuenta de que yo también me estaba confrontando con este apego. Cuando mi madre, una practicante, estaba enferma al final de su vida, hice muchas cosas que no eran rectas, como llamar a mi hermana no practicante y llevar a mi madre al hospital. Estos eran también los apegos al miedo y al temer ser criticado por las decisiones tomadas en nombre de mi madre. Sólo comencé a sentir confianza cuando mi madre me dijo firmemente que quería salir del hospital. Cuando el doctor le dijo a nuestra familia que no había nada que podrían hacer por ella, hicimos los preparativos para sacarla del hospital.
Después de salir, mi madre nos dijo lo mucho que sufrió en el hospital. En aquel momento, no miré hacia adentro. Incluso cuando mi madre falleció, ella lo hizo atravesando la tribulación de la vida y la muerte por sí misma, por lo que no tuvo nada que lamentar. Un motivo para lamentarse fue que, siendo un practicante en nuestra familia, yo no tuve pensamientos rectos en el momento crítico.
No sólo que no la ayudé, sino le creé más problemas. Por no tener un claro entendimiento del Fa, seguía pensando que su situación era por el pago de yeli (karma) y así no le fui de mucha ayuda. Sólo más tarde comprendí que había sido por la persecución de las viejas fuerzas. Esto hizo que les guarde resentimiento a mi hermana mayor y a los otros practicantes, pensando que, puesto que se habían cultivado por tanto tiempo, ¿por qué no sabían acerca de esta cosa tan sencilla, ¿la persecución de las viejas fuerzas?
Cuando comencé a escribir este artículo, finalmente entendí que tenía miedo de ser criticado y guardaba resentimiento a los demás. Yo tampoco podía eliminar mis apegos, por lo que mi padre se comportó de esa manera para señalarme que tenía que mirar hacia adentro.
Eliminar el apego a mi teléfono
Mi hermana mayor, una compañera practicante, está totalmente absorta por su teléfono móvil. Todos mis esfuerzos de intentar intercambiar con ella sobre este tema han sido inútiles. Siempre me decía que me ocupara de mis propios asuntos. Ahora, por fin, entiendo por qué me irritaba tanto su incapacidad de eliminar el apego a su teléfono. Era porque yo también estaba muy apegado al mío. Solo que mi comportamiento no era tan obvio y estaba demasiado avergonzado para hablar de ello.
En aquel momento, estaba apegado a leer novelas y ver videos, llenando mi mente con pensamientos malsanos como la lujuria y la violencia. Mi apego de deseo por el sexo opuesto y el amor han creado una gran cantidad de interferencias y daños en mi cultivación. Sin embargo, sin importar cómo lo había intentado, no había podido eliminarlos y me volví cada vez más flojo en mi cultivación.
Sólo cuando leí la conferencia de Shifu me di cuenta de lo que debía hacer:
“Compra un celular que no pueda conectarse a Internet (La multitud de dizi ríe fuertemente, aplaude) (Shifu ríe). Siempre hay maneras de superarlo. ¿Saben ustedes? Muchos pequeños Dafa dizi en la montaña, para que no sean interferidos, solo tienen un teléfono que no tiene acceso a Internet”. (Explicando el Fa en Washington D.C. 2018).
Hace unos días, fui a comprar un teléfono móvil diseñado para usarse por las personas de edad y comencé a utilizar éste en casa. Dejé en el trabajo mi teléfono móvil que tiene acceso a Internet, para deshacerme de este apego. Sin embargo, no me desapegué por completo, principalmente por dignidad. Me preocupa que vaya a perder la cara delante de mis colegas, si se enteran. Aún cuando fui a comprar ese teléfono de gente de tercera edad, no me atreví a decirle al vendedor que, en realidad, lo estaba comprando para mí. La preocupación por mi dignidad sigue siendo muy fuerte.
Si me hubiera rectificado antes, entonces tal vez mi hermana mayor no habría actuado como lo hizo. Sin el celular, me volví más relajado y ya no me siento atormentado por no poder eliminar este apego. Me volví más tranquilo y calmo y, de hecho, tengo más tiempo.
Eliminando el miedo a ser acosado o agraviado
Hace dos días, estalló un enorme conflicto entre dos de mis colegas sobre un asunto insignificante. Después de la conmoción, el colega que trabaja en frente de mi escritorio se enojó tanto que decidió renunciar. Traté de consolarlo, pero todavía quería renunciar, porque sentía que el otro colega era un matón. Le dije que yo también había sido acosado en el pasado, pero si no tenemos el pensamiento de ser acosados entonces nadie puede realmente acosarnos. Por lo que es principalmente una cuestión de nuestra propia actitud hacia este asunto.
Comencé a pensar en por qué me había sentido acosado en el pasado, y por qué tenía un fuerte sentido de que se estaban aprovechando de mí. Todavía temía ser acosado o agraviado y necesitaba deshacerme de estos apegos. Los baños donde trabajo están muy sucios y no atendidos. Tengo miedo de la suciedad y creo que la higiene pública y los baños limpios deben ser la responsabilidad de todos. Llegué a la conclusión que, puesto que nadie en el trabajo cuida los baños, yo tampoco lo haría.
Al mirar hacia adentro, me di cuenta de que soy un practicante de Dafa, así que no puedo comportarme igual que los demás. También, mucha gente en la oficina sabe que cultivo Dafa, así que no puedo llevarlos a tener pensamientos negativos acerca del Fa.
Shifu dijo: “Y los Dafa dizi, no solo no son afectados, ¡incluso todavía avanzan contra la corriente!". (Explicando el Fa en Washington D.C. 2018).
Así que tragué mi desagrado y me forcé en limpiar los baños, sintiéndome agredido y aprovechado por los demás.
Más tarde, mientras enviaba pensamientos rectos, me vino a la mente algo que dijo Shifu:
“El Ren, es la clave para mejorar el xinxing de uno. El aguantar con odio, quejas o lágrimas es el Ren de una persona común que está apegada a sus recelos. Sólo el aguantar completamente sin ningún odio ni queja alguna es el Ren de un cultivador”. (“Qué es Ren”, Escrituras esenciales para mayor avance).
Después de eso, ya no me sentí agraviado. Todo sucede por una razón. Ya que empecé a cultivarme, no tendría que temer estas pequeñeces. El pensamiento de ser agraviado o acosado desapareció gradualmente.
Después de cultivarme durante tantos años, finalmente sé cómo mirar hacia adentro para cultivarme. Por suerte, finalmente comprendí lo que quiso decir Shifu:
“Tienes que cultivarte hacia dentro, no puedes buscar externamente”. (Primera Lección - Zhuan Falun).
¡Tal vez es así cómo mejoramos gradualmente!
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Categoría: Mejorándose uno mismo