(Minghui.org) Mi hijo solía sufrir de hemiplejia y epilepsia. Gastamos todo lo que teníamos buscando una cura de los médicos de la medicina china y occidental. Cuando nada nos ayudaba, nos dirigimos a diferentes religiones y oramos pidiendo ayuda, pero sin éxito.

Estaba a punto de morir cuando alguien me habló de Falun Dafa. Mi hijo empezó a practicarlo conmigo, y todas nuestras dolencias pronto se curaron. Nuestro agradecimiento a Dafa y al fundador de Falun Dafa, el Maestro Li Hongzhi, es indescriptible.

Cuando el partido comunista chino (PCCh) inició la persecución de Falun Dafa el 20 de julio de 1999, nuestra familia sufrió mucho. Después de que mi esposa fue arrestada ilegalmente por segunda vez, me vi obligado a dejar mi casa y quedarme con un compañero practicante. Otro practicante que trabaja en un condado cercano oyó hablar de mí y me pidió que viniera a trabajar con él. Encontró un lugar para que yo alquilara, así que tenía un ambiente estable en el que podía practicar y vivir.

Mi casa no estaba lejos de un mercado de granjeros. El dueño vivía en una casa, yo vivía en la otra, y la tercera casa estaba vacía en ese momento. Hablé con el dueño de Dafa y él y yo tuvimos una relación muy estrecha.

Mi vecina es engañada por los medios de comunicación controlados por el estado

En poco tiempo, la tercera unidad fue alquilada a una mujer que era vendedora de carne. Yo estaba cerca cuando un día ella estaba hablando con el dueño. Oí al dueño decir: "Este hombre practica Falun Dafa. Es una persona muy buena".

La mujer le respondió: "¿Por qué no me lo has dicho antes? Nunca me hubiera mudado. ¡Será mejor que no asesine a mi hijo! Qué atrevido de tu parte dejarlo vivir aquí. ¿No has visto el programa de televisión sobre la autoinmolación?".

"¿Cómo puedes creer esas mentiras? Es todo falso. Fue una farsa puesta en escena por Jiang Zemin para censurar a Falun Gong. Te lo creíste", respondió el dueño, algo irritado.

"Puede que no lo creas, pero yo sí", dijo la mujer. "Si te pasa algo malo, será demasiado tarde para arrepentirte".

A partir de entonces se esforzó por evitarme. Siempre que estaba en casa, ella salía para evitar encontrarse conmigo. El dueño me dijo lo de su conversación. Me sorprendió que pudiera estar tan profundamente engañada por el régimen. Aclarar con palabras la verdad no bastaría para salvarla. Decidí que tenía que ser estricto conmigo mismo para mostrarle la amabilidad y benevolencia de los practicantes de Dafa.

Una mañana colgó su ropa en el patio. Se esperaba una tormenta alrededor del mediodía, así que tomé su ropa y también algo de leña para cocinar. Tan pronto como lo metí todo dentro, hubo un fuerte aguacero.

Esa tarde mi vecina corrió a su casa y se sorprendió cuando vio que sus cosas no estaban en el patio. Salí a saludarla y le expliqué que la había puesto a la ropa en mi habitación para mantenerla seca.

No sabía cómo reaccionar y dijo: "Está bien". Por la noche vino a buscar su ropa. No dijo ni una sola palabra, pero me miró con una expresión de asombro y consideración.

Un día, mi vecina pidió prestada la balanza de su prima para pesar su carne. Dejó la balanza en el patio, y unos días después su prima vino a recogerla.

Al no conocerla, le dije: "No te conozco, pero tengo la responsabilidad de cuidar a mi prójimo. Puedes tomar la balanza solo después de que ella regrese".

Pensó que era razonable y se fue. Mi vecina regresó con su prima y agradeció lo que yo había hecho, diciendo: "Muchas gracias por tu preocupación".

Buenos resultados de aclarar la verdad

Estaba descansando en mi cuarto un día cuando la puerta del patio se abrió y vi a mi vecina y a su esposo arrastrando a su hijo adolescente a su cuarto.

"¡Prometo que cambiaré!", el niño lloraba y gritaba.

Fui y llamé a su puerta. Explicaron que su hijo había huido de la escuela todos los días durante 2 semanas. Había mentido a sus padres y maestros, fingiendo que iba a la escuela todos los días. La escuela había publicado información sobre su ausencia en el tablón de anuncios, y sus padres se habían enterado.

Su madre gritó, diciendo: "Trabajamos tan duro para ganar dinero con la esperanza de que algún día vaya a una universidad famosa. Estoy tan decepcionada".

Le dije a su hijo, que estaba arrodillado, que se levantara y se disculpara con sus padres. Luego le expliqué cómo, en la antigua China, los jóvenes eran obedientes a sus padres. Le hablé de los principios de Falun Dafa de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, de la virtud y de la verdad sobre el engaño de la Autoinmolación de Tiananmen. También le conté cómo Dafa se había extendido a más de 100 países en todo el mundo.

"¡Falun Dafa es muy bueno!", dijo mi vecino. "No es de extrañar que sus practicantes se mantengan firmes incluso después de ser sentenciados a prisión, sufrir pérdidas financieras o enfrentar la muerte".

Toda la familia aceptó retirarse del PCCh y de sus organizaciones afiliadas. Ya no creerían más en las mentiras y también pidieron un libro de Dafa para leer.

Desde entonces mi vecino empezó a defender a Falun Dafa. Cuando se encontraba con alguien que se oponía a Dafa, exponía los hechos hasta que la otra parte supiese la verdad.

Su buena fe en Dafa pronto fue recompensada. Su negocio se volvió muy exitoso, manteniéndolos muy ocupados todos los días.

Mi vecina me preguntó si su hijo podía recoger la llave de su casa de mi habitación todos los días después de la escuela. "Confío plenamente en los practicantes de Dafa", dijo.