Estudiar el Fa y practicar los ejercicios, me resulta tan natural como respirar

(Minghui.org) Hace poco conocí a varios practicantes de Falun Dafa que llevan una década o más practicando. Sin embargo, ninguno de ellos medita con las dos piernas cruzadas (en posición de doble loto). Uno que practica hace más de 20 años solo puede sentarse unos minutos en la posición de doble loto. Por lo general, estudian el Fa sentados sin cruzar las piernas y envían pensamientos rectos con una sola pierna cruzada (en medio loto).

Me gustaría compartir algunos de mis entendimientos sobre el estudio del Fa y la práctica de los ejercicios.

¿Estoy de verdad convencido de practicar Falun Dafa?

Cuando reflexioné sobre mi propia cultivación, me pregunté: "¿Tengo el sincero deseo de estudiar el Fa? ¿Necesito el Fa como a la comida y al agua? ¿Deseo de verdad meditar?".

Mi respuesta fue: "Sí, necesito estudiar el Fa y cultivarme. Eso es lo que de verdad quiero". Algunos practicantes hicieron huelga de hambre mientras estaban en prisión, por el derecho a cultivarse.

El estudio del Fa nunca fue difícil para mí. Pero meditar con las piernas cruzadas fue muy difícil en los primeros años después de que empecé la práctica. Ni siquiera puedo encontrar la palabra correcta para describir el dolor.

Después de que la persecución comenzó en 1999, fui detenido varias veces y torturado. Mi pierna estaba herida y después el pus salió de la herida durante seis meses. Los presos usaron palillos para pinchar la herida para que no sanara, para obligarme a renunciar a mi fe. Me negué a ceder a la presión y al final, se rindieron y me dejaron en paz.

Pude soportar la tortura gracias a mis primeros años de soportar el dolor mientras hacía la meditación. Antes de que comenzara la persecución, yo era el último en abandonar el sitio de práctica porque mis piernas estaban tan doloridas que no podía pararme. Cuando practicaba en casa, a menudo lloraba de dolor después de terminar el ejercicio de meditación.

Ahora, si no medito, siento que me falta algo. Tan pronto como oigo la música para el ejercicio de meditación me relajo y me siento cómodo. Aunque mi pierna derecha todavía me duele después de media hora, me siento alegre en vez de molesto. Envuelto en la música pacífica, me transporto lejos del ruidoso y sucio mundo secular que está lleno de emociones y apego a la fama y a la ganancia.

Para mí, cultivarme es tan natural como respirar. Ya no es solo un aspecto de mi vida, sino, es mi vida. Es el centro de mi vida.

Mis ingresos son muy limitados. Mis comidas son simples. Mi habitación es grande, para dormir y hacer los ejercicios, es cálida y seca. Siempre me recuerdo, que este es mi ambiente de cultivación, uno en el que puedo estudiar el Fa y practicar los ejercicios.

Hace poco me iluminé, a que el estudio del Fa y la meditación son formas de llegar a ser parte de los reinos celestiales. Si mi corazón no alcanza la pureza y la calma de un reino celestial, no podré vivir en ese reino divino.