(Minghui.org) En 1996 mi madre fue lo suficientemente afortunada al obtener Dafa. En ese momento, yo tan solo tenía cuatro años.

Me llevaba a escuchar las conferencias de Dafa y a aprender los ejercicios, y me convertí en un pequeño discípulo.

El Maestro me ayudó a ingresar a la universidad y a eliminar enfermedades recurrentes

Luego de que Jiang Zemin iniciara la persecución a Falun Dafa en 1999, mi madre fue arrestada cuando fue a Beijing para pedir pacíficamente por el derecho de practicar Dafa. Fue detenida ilegalmente en un campo de trabajo forzado por un año.

Después de ser liberada, fue forzada a dejar su hogar por el acoso de la policía. Cuando yo estaba en quinto o sexto grado, mi madre volvió a casa.

Retomamos el estudio del Fa y el hacer los ejercicios juntos. Pero por haber estado lejos de Dafa durante un tiempo y haber tenido muchos trabajos escolares, no tomé mi cultivación seriamente. Pero el Maestro no se dio por vencido conmigo.

Como no me fue bien en la escuela, parecía poco probable que tuviera la oportunidad de ir a la universidad. Sorprendentemente, fui admitido, habiendo conseguido solo unos pocos puntos por encima del mínimo. Sabía que el Maestro me había ayudado a ingresar.

Sin embargo, todavía no tomaba en serio la cultivación. En cambio, sin la supervisión de mi madre, me comporté como una persona común y no presté atención a mejorar mi xinxing.

Comencé a beber y no prestaba atención a cultivar mi habla. Realmente no me consideraba un discípulo de Dafa.

Esto continuó hasta mi último año, cuando mis piernas de repente empezaron a picar y mi piel empezó a pelarse.

Ya que tenía síntomas similares a los de la neurodermatitis en el cuello de vez en cuando, no presté mucha atención cuando me pasó lo mismo en las piernas. Me las rascaba hasta que la piel comenzaba a desprenderse, y las úlceras se hacían cada vez más grandes.

Después de un tiempo, casi no había buena piel en las partes bajas de mis piernas. En ese momento recordé que era discípulo de Dafa y comencé a enviar pensamientos rectos.

Sin embargo, no busqué la causa en mi interior y no presté atención a mejorar mi xinxing, por lo que los síntomas no desaparecieron.

Comencé a pensar que era una enfermedad. Al principio, sabía que esta forma de pensar estaba errada, pero a medida que empezaron a aparecer manchas rojas en otras partes de mi cuerpo, busqué en Internet y traté de diagnosticar mis síntomas.

Fui al hospital y el doctor dijo que era psoriasis, una seria enfermedad de la piel difícil de curar, y me prescribió algunos medicamentos.

Estas drogas no me ayudaron en lo absoluto, y los síntomas empeoraron progresivamente. Todo mi cuerpo comenzó a pelarse y a infectarse.

Era primavera, y el tiempo se caldeaba. La gente comenzó a usar mangas cortas, pero yo todavía usaba largas y pantalones largos, porque temía que alguien pudiera ver mi piel.

En un punto, tuve que vendar mis piernas debido al dolor cuando caminaba. Después de descubrir mi problema, mi padre consultó a un hospital dermatológico en Internet.

Cuando el doctor sugirió que fuera hospitalizado inmediatamente, mi madre discutió seriamente conmigo. Me preguntó si quería ir al hospital o si quería considerarme un practicante de Dafa.

En ese tiempo, elegí practicar Dafa y no ir al hospital. Este único pensamiento recto condujo a un milagro.

Renté un cuarto con mi madre cerca de los dormitorios universitarios. Todos los días estudiábamos el Fa y hacíamos los ejercicios, enviábamos pensamientos rectos para erradicar la persecución en mi cuerpo y negar los arreglos de las viejas fuerzas.

Gradualmente, mi cuerpo comenzó a cambiar. Al comienzo, la cantidad de piel que estaba pelándose decreció lentamente, y más tarde la picazón se detuvo por completo. Las úlceras se hicieron cada vez más y más pequeñas, y en menos de tres semanas, casi no había cicatrices visibles. En mayo, pude empezar a usar mangas cortas como todo el mundo, y supe que el Maestro me había ayudado nuevamente.

Enfrentando una crisis de préstamo por Internet

Después de graduarme de la universidad, me enfrente con el problema de encontrar un trabajo. Vi que muchos de mis compañeros se fueron a las grandes ciudades a vivir “la buena vida”.

Por orgullo, también quería ir a una gran ciudad para concretar mis ambiciones. A mi madre le preocupaba que me alejara de Dafa si iba allí.

Pero, influenciado por todo tipo de apegos, insistí en ir, y mi madre eventualmente estuvo de acuerdo. Después de ir a la ciudad, fui fuertemente influenciado por varios deseos y una moral cuestionable; y mis pensamientos se desviaban lentamente de Dafa.

La carga de trabajo en la ciudad era muy intensa, y el costo de vida, alto. Aunque trabajaba duro, no podía ahorrar dinero.

Cambié de trabajo dos veces, pero debido a la recesión económica, mis ingresos bajaron.

En un momento no pude llegar a fin de mes. Aún así, quería quedarme en la ciudad y empecé a sobregirar mi tarjeta de crédito.

Durante mi segundo año en la ciudad, mis padres pidieron un préstamo y compraron una nueva casa. Me preguntaron si podía ayudar con los pagos mensuales.

Porque tenía miedo de perder la cara, les dije que podía. Pero mi situación financiera empeoraba y empeoraba. Solo podía subsistir si pedía dinero prestado a la compañía de la tarjeta de crédito y a mis amigos. Después de hacer esto durante dos años, me vi obligado a regresar a casa.

Después de mi regreso, no les conté a mis padres sobre mi situación financiera; mi ingreso no era muy alto, y tuve que pagar la hipoteca mensual y la deuda de mi tarjeta de crédito.

Seis meses más tarde, comencé a pedir prestado dinero a una compañía de préstamos en línea con una tasa de interés muy alta.

Como no podía pagar el préstamo a tiempo, tuve que buscar otra compañía en línea para pedir dinero prestado y devolver el primero.

En menos de seis meses, había pedido prestado dinero de más de una docena de compañías en línea y termine debiendo casi 60.000 yuanes de una deuda inicial de unos pocos miles.

Para pagar mi préstamo, pedí prestado a familiares y amigos por más de 80.000 yuanes. Todos los días, recibía llamadas telefónicas y mensajes de texto exigiendo que devolviera el dinero que había pedido prestado.

Mi trabajo y vida fueron seriamente afectados, pero no me atrevía a contarles la verdad a mis padres.

Empecé a estudiar el Fa y a hacer los ejercicios después del trabajo, y gradualmente me di cuenta de que no me estaba comportando honorablemente y que no seguía los requisitos del Fa. Esto me llevó a ser perseguido por las viejas fuerzas.

Comencé a enviar fuertes pensamientos rectos y me di cuenta que, a lo largo de los años, no me había tratado como un verdadero practicante de Dafa. Después de percatarme de la seriedad de la situación, confesé a mis padres sobre mis finanzas.

Este incidente me hizo darme cuenta de que no tomaba con seriedad la práctica de Dafa, e inconscientemente desarrollé un pensamiento incorrecto: mientras fuera un discípulo de Dafa, estaría protegido.

Descubrimiento apegos, volviendo a la cultivación

El Maestro dijo:

“El shifu te conduce a entrar en la vía, mientras que la cultivación depende del individuo. Nadie te fuerza u obliga a que te cultives, cultivarte o no es tu asunto personal; es decir, con respecto a qué camino quieres transitar, qué quieres o qué deseas obtener, nadie te interferirá, solo se te puede aconsejar benevolentemente” (Tercera Lección, Zhuan Falun).

Nuestro compasivo Maestro nos ha dado incondicionalmente la grandeza de Dafa para cultivarnos, pero no la valoré. Perdí la oportunidad de cultivarme una y otra vez.

Esta vez, practicaré incondicionalmente Dafa y seré un verdadero cultivador. ¡Haré bien las tres cosas que debemos hacer, me mantendré al estándar de Dafa, mejoraré mi cultivación, ayudaré al Maestro a rectificar el Fa y cumplir mi histórica misión!

A través del estudio del Fa, entendí que debo desenterrar apegos escondidos de lo profundo de mi corazón, eliminarlos, y negar la persecución de las viejas fuerzas.

Por medio de esta experiencia, también encontré todo tipo de apeos: vanidad, fama, salvar mi reputación, interés personal y arrogancia. Los expongo aquí, me corrijo y me asimilo a Dafa.

Sin pérdida, no hay ganancia

Sin importar dónde trabajara, nunca pedí mucho dinero. Incluso para mi propio proyecto, siempre dije que menos dinero estaba bien para mí.

En la superficie parecía que no me preocupaba el interés propio, pero en realidad no estaba de acuerdo con el Fa.

El Maestro dijo:

“Este universo nuestro además tiene un principio que se llama sin pérdida no hay ganancia, para ganar hay que perder. Entre la gente común se dice que el que no trabaja no gana, el que trabaja más gana más, el que trabaja menos gana menos, el que da más debe obtener más” (Séptima Lección, Zhuan Falun).

No tuve la actitud correcta al respecto, y dejé que el mal se aprovechara de esta brecha. Cuando viví en una gran ciudad y experimenté dificultades financieras, debí haber regresado a casa para hacer planes basados en mi capacidad financiera real.

Pero me quedé debido a fuertes apegos a la vanidad y fama, queriendo que mis amigos pensaran que era muy capaz, lo cual llevó a una pesada carga financiera para mi familia que existe hasta el día de hoy.

Me di cuenta de que debía integrarme al cuerpo de practicantes. Cuando tengo problemas, puedo comunicarme con ellos de manera oportuna, descubrir dónde puedo mejorar y elevar mi xinxing. Este es el camino de cultivación que el Maestro nos ha enseñado.

A pesar de haberme cultivado tan penosamente a través de los años, nuestro Gran Compasivo Maestro nunca se dio por vencido conmigo. Aprovecharé esta oportunidad, me cultivaré diligentemente, para ser calificado como discípulo de Dafa.