(Minghui.org) Soy una profesora de la Provincia de Sichuan en China central. Siempre estaré en deuda con Falun Dafa por todos los beneficios que he obtenido al cultivarme.

Tenía muy mala salud, sufría de Hepatitis B, problemas de la vesícula biliar, problemas intestinales, bronquitis, enfermedades del corazón y otras enfermedades. La hepatitis sola ya era una gran carga para mí y mi familia. El doctor decía que no había esperanza para curarme, que empeoraría, y que, muy probablemente, se convertiría en cirrosis y cáncer.

Mi familia y yo estábamos preocupados. Confié en los medicamentos para mantener mi salud y a menudo me hospitalizaban. A pesar de incurrir en grandes costos de atención médica, no mejoré. Mis padres incluso contrataron maestros de feng shui, pero sus tratamientos no hicieron nada para ayudar.

Practicando Falun Dafa cambió mi vida

Cuando estaba en mis 30 años, en diciembre de 1996, una compañera de trabajo me contó sobre Falun Dafa diciendo que tiene milagrosos efectos en ambos, cuerpo y mente. Pero, habiendo crecido creyendo en la ciencia moderna, dudé de lo que ella me dijo. Sin embargo, decidí darle una oportunidad a Falun Dafa. Leí Zhuan Falun y aprendí a hacer los cinco ejercicios.

Los temas que cubría Zhuan Falun eran interesantes y sorprendentes, como la humanidad y el cosmos, y muchas otras cosas de las que no sabía nada. Pude entender por qué tantos profesores de alto nivel profesional e intelectuales se convirtieron en firmes creyentes de Falun Dafa. Además, encontré respuestas a muchas de mis preguntas sobre la vida.

En un corto tiempo, mi salud mejoró. No solo me recuperé de mis dolencias, ya no tuve problemas para subir escaleras. Incluso participé en una carrera de clubes por el país organizada por el sistema educativo de la ciudad y lo hice bastante bien.

Siguiendo los principios de Falun Dafa en la escuela

El mejoramiento de mi carácter por practicar Falun Dafa fue aún más impresionante. Considerándome como una practicante, traté a todos con respeto, sinceridad y fui capaz de llevarme bien con los otros maestros y los funcionarios escolares.

En el pasado, solía tomar sobornos cuando compraba útiles escolares o equipos de laboratorio y también me llevaba a casa todo lo que necesitaba del aula de suministros escolares.

Sabiendo que eso estaba mal, devolví todos los materiales que había tomado de la escuela. Además, fui diligente en mi trabajo y cuidé bien de los estudiantes. Casi todos los años, en la clase que enseñé recibí premios y fui reconocida como una "maestra ejemplar".

Manteniéndome firme a pesar del encarcelamiento y la tortura

Luego de que la persecución comenzara en julio de 1999. Fui detenida numerosas veces en centros de detención, campos de trabajo forzados y prisiones. A pesar de las dificultades y la tortura, nunca olvidé que Falun Dafa es recto y que nos enseña a ser mejores ciudadanos. Por eso no vacilé en mi fe.

Mi esposo no pudo soportar la presión en el trabajo y de nuestros parientes y vecinos. Cuando salí del centro de detención y no tenía trabajo, él solicitó el divorcio y recibió la custodia de nuestro hijo.

Tres días después del divorcio, la policía me detuvo de nuevo, antes de poder sacar mis pertenencias personales, principalmente ropa, del apartamento. Mi esposo puso todo en una maleta y lo dejó en el centro de detención. Sus padres estuvieron de acuerdo con él y apoyaron su decisión.

Como no tenía ingresos, tuve que mudarme con mis padres ancianos después de ser liberada. Estaban muy enojados con mi marido por la forma en que me trató. Al considerarme una practicante con un estándar moral más alto, no me resentí.

Entonces me llevaron a un centro de trabajo forzado por dos años. Finalmente fui transferida a un centro de lavado de cerebro. Fui liberada a principios del 2005.

Teniendo compasión en mi corazón

Los padres de mi esposo, en sus 70 años, estaban gravemente enfermos. Su madre estaba en cama y su padre tenía cáncer de pulmón. Como practicante, tuve compasión en mi corazón y me ofrecí a ayudar. Tomé a nuestro hijo y visité a su padre en el hospital.

Su padre comprendió los hechos de Falun Dafa y recitó: “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. No sufrió el dolor insoportable de otros pacientes con cáncer de pulmón en etapa tardía y falleció en paz.

La madre fue diagnosticada con uremia. Cuando mi exesposo no estaba en casa, cuide de ella. Estaba muy agradecida y entendió que era Falun Dafa lo que me convirtió en una persona altruista. Tenía esperanza de que su hijo y yo nos volviéramos a casar. Murió en el hospital sin sufrir mucho dolor.

Impresionados por mi bondad, los vecinos y familiares vieron que Falun Dafa es bueno. Después del funeral de la madre de mi exesposo, nos volvimos a casar y él ya no interfiere con mi práctica de Falun Dafa.

Falun Dafa me enseñó a ser una buena persona, sin importar dónde esté y sin importar lo que me ocurra.