(Minghui.org) Mi abuela comenzó a practicar Falun Dafa en 1998, y ahora tiene más de setenta años.
Cuando yo tenía solo un año, mi madre tuvo que ir a trabajar, por lo que mi abuela se hizo cargo de mí. Otro practicante venía y juntos estudiaban el Fa, mientras yo jugaba tranquilamente hasta que terminaban. Luego me dijo que sabía que yo era una pequeña practicante.
Cuando comencé a caminar, la abuela me llevó con ella. Siempre traía material informativo sobre Dafa para entregar a la gente. Me puse sobre los pedales de su bicicleta eléctrica y dije: "¡Falun Dafa es bueno!".
Íbamos a parques y estaciones de autobuses. Cuando veía a alguien, mi pequeña mano le daba un DVD. Mi abuela le hablaba a la gente sobre Dafa y luego me pedía que recitara el poema de Shifu:
"Se abre el gran telón,
Es el Paraíso Dioses, fo, pusa, nubes de colores, auspicioso
Campanas y tambores suenan a la vez, música divina emerge
Los seres celestiales comienzan a danzar y las cinturas divinas vuelan
Jinggang, luohan, la multitud de Reyes del Cielo
La pantalla celestial como arco iris, con energía imponente y poderosa
La luz del Fa abarca con misericordia al público
Cinco mil ojos asombrados, la energía potente
No se siente como una actuación, es como si fuera un sueño
El cuerpo está en el reino conceptual, los dioses y fo al costado
Agradecidos por este viaje – como haber obtenido la salvación
Venir de nuevo el otro año – un tiempo demasiado largo".
(Viendo Shen Yun, Hong Yin III)
La gente generalmente me aplaudía y me decía: "¡Muy bien!".
Cuando crecí, mi abuela, otros practicantes y yo convencíamos a la gente para que renunciara al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones afiliadas. Cuando la gente se negaba, me sentía infeliz y les decía: “Por favor, renuncie. ¡Es bueno para usted!". Pasaron varios años. No sentíamos frío en invierno ni calor en verano. A veces manejábamos muchos kilómetros para hablar con la gente.
Cuando no había nadie cerca, la abuela me enseñaba a recitar Hong Yin. Podría recitar Hong Yin I, II y III antes de ir a la escuela primaria. Con la ayuda del Maestro, aprendí a leer. Aunque rara vez hacía los ejercicios, podía hacer la meditación sentada con ambas piernas cruzadas arriba una de la otra. Cuando comencé la escuela, no podía ir a aclarar la verdad a las personas, pero estudiaba el Fa. Cuando estaba en segundo grado, leí Zhuan Falun tres veces durante mis vacaciones de verano.
Después de que Minghui.org publicara la nueva música de ejercicios, la abuela dijo: "Voy a hacer la versión más larga del segundo ejercicio". Le dije: "Lo haré contigo". Tan pronto como empecé a hacerlo, vi al Maestro parado en las nubes. La tierra estaba de un lado, y el universo en el otro. Lo vi muy claramente. Innumerables Falun giraban alrededor del mundo y luego se convirtieron lentamente en un gran Falun, que emitió una luz poderosa. Ésta envolvía a la Vía Láctea. Vi Falun girando muy alto sobre la Torre Eiffel en Francia.
Mientras sostenía la rueda, mi cuerpo se sentía tan ligero como si estuviera a punto de levitar. Aunque tenía algo de dolor en mis brazos, sabía que estaba eliminando yeli (karma) y aumentando mi energía.
Justo antes del Año Nuevo Chino, mi tía contrató a algunas personas para que limpiaran su casa. Mi tía le pidió a mi abuela que supervisara la limpieza. Cuando llegamos, solo había una persona. Me sentí decepcionada. Nos dijo que era un granjero de Mongolia Interior. Mi abuela le habló de Dafa y lo convenció para que renunciara al PCCh, y él estuvo de acuerdo.
Más tarde, dos mujeres y un hombre vinieron a ayudar a limpiar. Mi abuela les dio muchos ejemplos de cómo las personas que habían renunciado al PCCh y sus organizaciones afiliadas pudieron evitar el peligro. Las tres personas estuvieron de acuerdo en renunciar, les di el libro El propósito final del comunismo y los emblemas de Falun Dafa. Ese día, ayudamos a cuatro personas a renunciar al PCCh, y nos sentimos muy felices.
Este año estoy en tercer grado. Durante las vacaciones de invierno, salíamos todos los días para distribuir información. En las tardes, estudio con ella el Fa.
Así es como mi abuela y yo hemos estado salvando personas durante los últimos años. Continuaré escuchando las palabras del Maestro, haciendo bien las tres cosas, siendo una practicante de Dafa diligente y así regresar a casa con el Maestro.
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