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El Museo Nacional del Palacio de Taipei, conocido también como el Palacio de Verano de Taiwán, ha sido un destino obligado para los turistas chinos desde que Taiwán se abrió a China en julio de 2008. También es el primer lugar en Taiwán donde los practicantes de Falun Dafa dieron a conocer a la gente sobre la persecución a la meditación y la disciplina espiritual en China.

En Taiwán, los turistas chinos pueden obtener información a la que normalmente no tienen acceso en China. Algunos tomaron folletos, otros fotografiaron los carteles donde se exponía la persecución y otros pidieron a los practicantes que les ayudaran a renunciar a sus membresías en las organizaciones del partido comunista chino.

El Museo Nacional del Palacio de Taiwán.

Los practicantes de Falun Dafa han desplegado carteles exponiendo la persecución frente al Museo Nacional del Palacio en Taiwán desde 2002. Por más de una década, muchos turistas chinos han conocido sobre la persecución a Falun Dafa aquí.

Los turistas chinos leen la información sobre Falun Dafa y la persecución.

Involucrar directamente al pueblo chino

Los practicantes comenzaron a hablar con la gente sobre Falun Dafa y la persecución frente al Museo Nacional del Palacio en 2002. El comienzo no fue fácil, según los practicantes locales. Al principio, el personal del museo no entendía por qué los practicantes se paraban afuera sosteniendo pancartas y exhibiendo carteles. Los practicantes hablaron con los funcionarios del museo sobre la persecución en China y la urgencia de contar los hechos a los turistas chinos. Después de que los funcionarios observaron el comportamiento pacífico de los practicantes durante algún tiempo, se convirtieron en un apoyo.

Los practicantes locales aprecian la oportunidad de aclarar directamente la verdad a los chinos del continente y mantener una presencia constante en el lugar.

La Sra. Ma es una de ellas. A sus 83 años, comenzó a practicar Falun Dafa en febrero de 1998. Ella ha estado aclarando los hechos sobre la persecución en el Museo Nacional del Palacio durante unos ocho años.

Recientemente conversó con una familia de tres generaciones. El nieto ya había renunciado a las organizaciones del partido comunista en China. Las tías y los tíos expresaron su deseo de hacer lo mismo. La abuela no estaba segura, así que empezó a subir las escaleras. La Sra. Ma la alcanzó para echarle una mano.

La abuela le dijo enfáticamente a la Sra. Ma: "¡Quiero abandonar el partido comunista chino (PCCh)! La Sra. Ma se sorprendió y dijo: "Pero acabas de decirme que no lo harías". La abuela repitió su deseo y la Sra. Ma sonrió.

La Sra. Ma dijo: "Me di cuenta de que no tenía que haberme dado por vencida tan fácilmente. Es una decisión importante que cambia la vida. Renunciar a las organizaciones comunistas las libera del control ideológico del PCCh. Es un gran paso adelante. ¡Estoy tan feliz por ellos!".

La Sra. Li Suzhen

La Sra. Li Suzhen lleva 10 años como voluntaria aclarando la verdad en el Museo Nacional del Palacio. Ella ha observado que la primera reacción de los turistas chinos suele ser de sorpresa y negación, ya que la información presentada por los practicantes contradice lo que han escuchado de la propaganda estatal dentro de China. Es difícil reconocer el hecho de que los conciudadanos de una persona son sometidos a torturas brutales e incluso asesinados por sus órganos, todo simplemente por su fe.

Algunos chinos evitan a los practicantes y a veces incluso los maldicen furiosamente. La Sra. Li y los demás practicantes no se dan por vencidos y han ayudado a muchos turistas chinos al explicarles que al abandonar el partido, no serán responsables de las incontables personas inocentes que ha asesinado, incluidos los practicantes de Falun Dafa.

La Sra. Li ha tenido experiencias cada vez más alentadoras. Recientemente estaba entregando periódicos a un grupo de turistas mientras subían a su furgón. Un hombre le preguntó: "Todo el mundo está abandonando el PCCh. ¿Cómo es que no lo he hecho todavía?". Era su manera indirecta de invitarla a que le pidiera que renunciara. Ella le aseguró que presentaría su nombre a través del sitio web en el extranjero para renunciar a su membresía en el PCCh. Él sonrió y le dio las gracias.

Inmediatamente después de que un joven renunciara al PCCh, le preguntó a la Sra. Li: "¿Puedo darte un abrazo? Estoy tan conmovido. ¡Los practicantes de Falun Dafa, son geniales!". La Sra. Li se sorprendió gratamente, ya que abrazar en público a un chino del continente es un gesto importante de afecto y gratitud. Ella respondió: "De nada. ¡Apreciamos poder ayudarle!".

La Sra. Li Xinju

La Sra. Li Xinju se casó con un taiwanés y se mudó de China a Taiwán hace más de 20 años. Recuerda que su hermana menor siempre estuvo enferma, pero cuando la Sra. Li visitó a su familia en 1998, su hermana estaba muy sana. Esto la alentó a practicar Falun Dafa.

Cuando la Sra. Li habla con los turistas chinos que han sido profundamente adoctrinados por la propaganda del partido, comparte sus propias experiencias con ellos. El hecho de haber vivido en China y Taiwán durante décadas, le proporciona perspectivas únicas que explica a los turistas: La cultura tradicional de China -que se conserva en Taiwán- enseña a ser amable y a cuidar a los demás. En contraste, el PCCh enseña odio y lucha.

Ella les cuenta a los turistas sus propias experiencias y que renunciar al PCCh les da poder y los libera del control mental del partido.

"La mayoría de los chinos entienden inmediatamente lo que esto significa", dijo la Sra. Li, "En solo dos días y medio durante el Año Nuevo Chino, ayudé a 140 personas a renunciar al PCCh. ¡Todavía hay más esperando!".

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