(Minghui.org) Conocí la verdad sobre Falun Dafa en 2012. A finales de 2013 leí Zhuan Falun y me di cuenta de que era un libro para la cultivación espiritual. Más tarde, el Maestro me plantó el Falun y purificó mi cuerpo durante varios días.

Desde entonces, he comprendido verdaderamente el propósito de la vida. He considerado todos los problemas que he encontrado como cosas buenas y siempre me encuentro de buen humor. El Maestro me guió a memorizar y recitar el Fa. No importaba dónde estuviera, si caminaba por la calle o me subía a un autobús, recitaba el Fa de memoria constantemente.

Cada vez que me encuentro con un problema, inmediatamente puedo pensar en algún pasaje relevante del Fa del Maestro. Por primera vez en mi vida, he comprendido verdaderamente lo que es la felicidad.

Un pensamiento recto suprime cien perversidades

En 2014, una practicante llamada Anqi fue arrestada mientras distribuía materiales de aclaración de la verdad. Pensé en el Fa del Maestro:

“Las cosas que a él le conciernen, también te concierne a ti, y lo que a ti te concierne le concierne a él también” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Washington D.C., 2002).

Decidí investigar la situación de Anqi. Fui a la comisaría y pregunté por qué la habían arrestado. Varios policías registraron mi bolso sin mi permiso antes de llamar a su director. Les dije que Falun Dafa es una práctica de la Escuela Fo (Buda) que enseña a la gente a seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.

Varias personas de la policía del condado y de la oficina de seguridad del estado llegaron y me exigieron que me sometiera a una entrevista grabada. Trataron de coaccionarme para que admitiera que practicaba Falun Dafa. Recité en silencio algunas líneas del poema Poderosa virtud de Hong Yin:

"Dafa nunca abandona el cuerpo,
el corazón contiene Zhen-Shan-Ren;
un gran luohan en el mundo,
espíritus y fantasmas temen más".

En ese momento me sentí extremadamente grande, la policía no me intimidaba en absoluto. Les conté cómo el exjefe del partido comunista chino (PCCh) Jiang Zemin y sus subordinados instigaron el engaño de la autoinmolación de la Plaza de Tiananmen para calumniar a Falun Dafa. Le expliqué que la oficina 610 es una organización ilegal establecida por el régimen de Jiang con el único fin de perseguir a Dafa. Añadí que esperaba que no se pusieran en peligro poniéndose del lado de los malhechores.

Decidí irme, así que les pedí que me devolvieran mis pertenencias. En ese momento, poseía el pensamiento firme de que debía volver a casa ese mismo día, y no debía quedarme allí por más tiempo. Me preguntaron si quería almorzar. Me negué. Pensé que debía irme a casa a almorzar. Antes de que terminaran de trabajar esa tarde, alguien se me acercó y me dijo: "Puede irse". Más tarde, con el esfuerzo combinado de los practicantes en el país y en el extranjero, Anqi también regresó a casa sana y salva.

Una fe que no puede ser restringida

Una vez, cuando estaba visitando la casa de otro practicante, varios policías de paisano irrumpieron tirándome al suelo y golpeándome hasta que mi boca sangró. Les dije: "El bien será recompensado con el bien y el mal con el mal. Este es un principio celestial. No deberían perseguir a la gente buena". Me patearon y me ataron las manos. Grité: "¡Falun Dafa es bueno!". Me taparon la boca con cinta adhesiva y me llevaron a la comisaría, donde me golpearon y patearon antes de esposarme a una silla de hierro.

Al día siguiente, me llevaron a un centro de detención. Decidí que ya que estaba allí, debía aclarar la verdad sobre Falun Dafa a la mayor cantidad de gente posible. Cuando los policías salieron a patrullar a la mañana siguiente, me senté en la posición de loto y envié pensamientos rectos. Por la tarde, ordenaron a las reclusas de mi celda que me esposaran los brazos y las piernas. A nadie se le permitía hablar conmigo. Pensé: "Pueden encerrar mi cuerpo, pero nunca podrán restringir mi creencia".

Me pidieron que firmara el acta de su interrogatorio, pero me negué. El supervisor le dijo a otro oficial que me llevara a la oficina. Mientras caminábamos por el pasillo, grité: "¡Falun Dafa es bueno!". Cuando llegué a la oficina había varios oficiales y algunos prisioneros. Poseía el pensamiento recto de que los discípulos de Dafa son los protagonistas. Dije en voz alta, para que todos pudieran escuchar: "Dafa enseña a la gente a ser bondadosa, a seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. En 1992, Dafa fue presentado al mundo. En 1999 había cien millones de practicantes en China. Ahora Falun Dafa se practica en más de 100 países. El PCCh calumnia y persigue cruelmente a los practicantes, fabricando mentiras continuamente. Espero que todos conozcan la verdad y no se dejen manipular por el PCCh". La mayoría escuchó en silencio, sin interrumpirme.

Mientras estaba en el centro de detención, me vigilaban al menos dos reclusas en todo momento. Los guardias consideraban a las internas -condenadas por consumir drogas ilegales, prostitución, robo y asesinato- como escoria. Pensé que solo estaban perdidas, como lo estaba yo antes de empezar a practicar Dafa.

Busqué la oportunidad para ayudarlas a conocer la verdad sobre Dafa. Las reclusas entraban y salían cada pocos días, así que le pedí al Maestro que me fortaleciera y ayudara a todas a conocer la verdad de la persecución.

El Maestro escribió en Decirle a la persona con relación predestinadaHong Yin III:

“Entre la inmensidad del mar de personas, difícil es encontrarse

Con una sonrisa casual, las relaciones predestinadas se conectan

Tranquiliza el corazón y escucha la verdad

Por estas palabras has esperado miles de años

El Dafa que rescata del desastre ya se está transmitiendo

Cada frase de los secretos celestiales son palabras verdaderas”.

Conociendo la forma de actuar del PCCh, algunas de los detenidas decían que nunca me liberarían; incluso parecía que sintieran lástima por mí. Sin embargo, les sonreía y les decía que saldría pronto. Dijeron que mi actitud positiva era admirable. Les comenté que mi Maestro me ayudaría a salir.

Le pedí al Maestro que me ayudara y miré tranquilamente en mi interior para encontrar mis apegos. Me di cuenta de que todavía tenía un fuerte apego a la vanidad, a la competitividad, a la envidia y a la lujuria. Tampoco presté suficiente atención a lo que decía, lo cual fue una falta de respeto hacia el Maestro y Dafa. Tenía pensamientos de venganza, de cinismo, de no tomar en consideración los sentimientos de los demás y de resentimiento. Pensé: "En el futuro, debo cultivarme seriamente de acuerdo con los requisitos de Dafa".

Finalmente, bajo el cuidado compasivo del Maestro, y después de un proceso de mirar constantemente hacia adentro, el mal ya no fue capaz de perseguirme y me liberaron. Cuando salía del centro de detención, un guardia me preguntó si continuaría practicando Falun Dafa, y le respondí con un rotundo: "¡Sí!".

El Maestro tiene la última palabra

Un año después, me arrestaron de nuevo. Siempre y cuando encontraba la oportunidad, le hablaba a la gente de mi entorno sobre la persecución. También me sentía feliz de hablar con los guardias que querían reunirse conmigo. Utilicé estas oportunidades para aclararles la verdad. Les dije que una campaña mundial para demandar a Jiang Zemin había comenzado y que estaba ganando impulso. Siempre esperaba que no eligieran el lado equivocado. A veces, los guardias que me conocían me saludaban. Me alegraba devolverles sus saludos, algo que causaba perplejidad al resto de reclusas.

Una noche en un sueño, vi flores de loto floreciendo, una tras otra. Cuando desperté, mis ojos se llenaron de lágrimas. Sabía que el Maestro me estaba animando, recordándome que el Maestro siempre está junto a los practicantes.

Sentí que el Maestro había hecho arreglos para que explicara la verdad de la persecución a los trabajadores de la oficina de seguridad pública, la fiscalía y los tribunales. Así que traté de aclararles la verdad desde un punto de vista legal. Había un guardia en particular que tenía muchos malentendidos sobre Dafa, así que empecé diciéndole que era ilegal perseguir a los practicantes. Con el tiempo, su actitud hacia la práctica cambió mucho. Le aconsejé que echara un vistazo a los materiales informativos que los practicantes producían para que no terminara siendo un chivo expiatorio para el PCCh.

Me aseguraba de recitar el Fa todos los días. Cuando tenía tiempo, me calmaba y enviaba pensamientos rectos para purificar mi campo. Durante varios días me vino a la mente la palabra "interminable". Entonces recordé lo que dijo el Maestro:

“Cuando llegue una tribulación, si tú, como discípulo, puedes mantener realmente una calma inalterable o poner tu corazón en cumplir con los diferentes requisitos de cada nivel, esto debería ser suficiente para que puedas pasarla exitosamente. Si te encuentras aún en molestias interminables y si no existen otros problemas en tu xinxing o conducta, tendrá que ser que los demonios perversos se han aprovechado de las escapatorias causadas por tu carencia de autodominio” (Dao y Fa, Escrituras esenciales para mayor avance).

¡De repente lo entendí! Siempre había pensado que me habían arrestado y perseguido porque había una brecha en mi cultivación. Incluso pensé que los arrestos podrían ser el arreglo del Maestro para que los practicantes salvaran a la gente en el centro de detención. Ahora me doy cuenta de que había reconocido los arreglos de las viejas fuerzas. El Maestro dijo que no había ningún arreglo para lo que llaman "cultivación en prisión”. Esta situación fue arreglada por las viejas fuerzas.

Inmediatamente rectifiqué mis pensamientos: "Soy discípulo del Maestro Li Hongzhi. Todo lo que me ha sido dado es del Maestro, así que le entrego mi vida a Él. Si el Maestro no hizo arreglos para que practicara en la prisión, no debería estar aquí. Cualquier brecha que tenga debe ser corregida a través de la cultivación; por lo tanto, la prisión debe liberarme inmediata e incondicionalmente".

Le pedí al Maestro que me fortaleciera. Luego continué negando la persecución de las viejas fuerzas, y me liberaron 28 días después. Bajo la protección del Maestro, llegué a casa sana y salva.

Recordando mi viaje de cultivación, me he dado cuenta de que todos los pensamientos rectos vienen del Fa. Fue el Fa del Maestro el que me llevó por el camino para retornar al origen. Fue el Fa del Maestro el que me guió para enfrentarme correctamente a los conflictos y dificultades de la vida. El Fa del Maestro me guió fuera de la persecución.

¡Gracias Maestro! ¡Gracias compañeros practicantes!