(Minghui.org) Una mujer de 67 años se encuentra demacrada y tiene dificultad para caminar. La policía insiste en mantenerla detenida a pesar de su condición.

La Sra. Zhou Yufang, residente de la ciudad de Fushun, provincia de Liaoning, fue arrestada tres veces en menos de diez meses por negarse a renunciar a su fe en Falun Dafa, una práctica espiritual basada en los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, duramente perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.

La Sra. Zhou fue detenida primero el 21 de marzo de 2018, por hablar con la gente sobre Falun Dafa. Fue liberada horas más tarde después de que el centro de detención se negó a admitirla debido a su salud precaria.

El 10 de diciembre de 2018, los policías la engañaron diciendo que se la iban a llevar a la estación de policía en relación con la investigación de su arresto en marzo. Ella accedió, y los policías la llevaron directamente al centro de detención Nangou.

Tres días después de su segunda detención, la Sra. Zhou experimentó dificultad para respirar y perdió su conciencia. Fue trasladada a un hospital local para tratamiento de emergencia y se emitió un aviso acerca de su estado crítico. El médico dijo que todavía no podía detectar la causa de su mareo y que podría morir en cualquier momento. Se le advirtió a la familia, que podría tener un accidente cerebro vascular o entrar en shock.

Poco tiempo después, la enviaron a casa para recuperarse. Sin embargo, el 4 de enero de 2019, fue detenida nuevamente, después de ser denunciada a la policía por distribuir materiales de Falun Dafa. Esa noche, la policía saqueó su casa y se la llevó al centro de detención Nangou. Fue su tercer arresto.

Preocupada por ella, su familia pidió su liberación a las autoridades, pero solo le hicieron dar vueltas entre la policía y la división de seguridad nacional.

Según el abogado de la Sra. Zhou, quien la visitó hace unos días en el centro de detención, su condición es muy preocupante. Ella perdió todos sus dientes, tiene dificultades para comer y está demacrada. Sufre de un severo dolor de cabeza, dolor de cuello y mareos. Apenas puede pararse o caminar sola.

Su familia pide a las autoridades que la liberen inmediatamente.