(Minghui.org) En 2012 me convertí en miembro de la Tian Guo Marching Band de Europa. Más tarde, comencé a formar parte del equipo de coordinación. Por ello querría compartir cómo cambié, como resultado de mi participación y la verdadera cultivación en este proyecto de Dafa.

Experimentando dificultades

Al principio, me sentí muy orgulloso de formar parte de este precioso proyecto, ya que su objetivo es de salvar a los seres conscientes. Participé activamente en reuniones, hice preguntas y acepté diferentes responsabilidades, todo con el fin de mejorar el proyecto.

Con el tiempo, sentí que mis coordinadores reaccionaban de forma lenta y pasiva. Me pareció que realmente no estaban interesados en salvar a los seres conscientes, y solo querían hacer el trabajo. Mi opinión era que deberíamos ser más activos y participar en más desfiles.

Sin embargo, mis coordinadores tenían opiniones diferentes. Mis sugerencias fueron negadas y me pregunté si realmente estaban interesados en la salvación de la gente. ¿Por qué debemos proceder tan lentamente? Tuve pensamientos negativos que me negué a abandonarlos y con el tiempo se hicieron más evidentes.

Con frecuencia notaba los problemas que tenían los demás. Por ejemplo, uno de los coordinadores quería asumir más tareas, pero no podía hacer un buen trabajo con las tareas que ya tenía asignadas. Como resultado, con frecuencia tenía que ser corregido cuando se trataba de la información que transmitía a otros miembros del equipo. Otro coordinador a menudo buscaba ayuda externa para resolver problemas, mientras que otro carecía de la capacidad de tomar decisiones. Mis pensamientos negativos se hicieron más notables y cada vez se manifestaban más fuertes.

Nos estábamos preparando para la gira europea. Además de todo esto, estaba muy ocupado en el trabajo y mi temperamento se volvió irritante. Los conflictos empeoraron. Eventualmente, sufrí una sobrecarga mental y pensé en dejar el equipo de coordinación. Sin embargo, ninguno de los otros miembros pudo asumir mi parte del proyecto. Así que decidí ser miembro de la banda, limitándome solo a tocar un instrumento y participar en desfiles. Definitivamente no quería formar parte de la coordinación.

Pensé que esta solución me alejaría de los conflictos y me sentiría menos presionado. Y seguiría siendo parte del proyecto y mantendría mi voto. Esto sería bueno, ¿verdad? Cuando me reuní con los otros coordinadores, les comuniqué mi decisión y razoné que necesitaba más tiempo para mi cultivación. No tenía mucho sentido continuar sin estudiar el Fa y sin hacer los ejercicios.

Mi apego al tiempo y a la combatividad

Solo unos días después soñé que las viejas fuerzas danzaban felices alrededor del Maestro. El Maestro estaba en el medio, con cara de compasión. No parecía triste ni enojado. Lloré cuando vi esto. Yo fui el responsable de esta escena. Sin embargo, no importaba lo que yo pensara que era correcto o incorrecto, o lo que hiciera, el Maestro todavía me protegía. Él llevó mi carga, para que yo pudiera continuar cultivándome a niveles más altos y salvar a los seres conscientes.

Cuando me desperté, mi cara estaba cubierta de lágrimas, y me di cuenta de que no podría simplemente alejarme del equipo. Tuve que mirar adentro. Además, no importaba lo que yo pensara, este era el camino que el Maestro había planeado para mí. No era importante lo que pensaba o quería lograr. Como practicante tenía que caminar por el sendero arreglado por Maestro.

Cuando miré adentro, descubrí que el apego a combatir era la raíz de mi problema, así como el apego al tiempo. Quería apresurarme, preocupándome de que no se salvaran suficientes seres conscientes. Estos dos apegos fueron las razones de mis problemas, y las viejas fuerzas los fortalecieron.

Mi error fue que no rechacé estos apegos cuando aparecieron. Los acepté porque pensé que tenía razón. Le di más valor al número de desfiles a los que íbamos a asistir que a la cooperación entre los miembros del equipo.

Admití que los pensamientos que surgieron en mi mente tenían que ver con estos dos apegos. No los reconocí a tiempo, y me hicieron creer que tenían razón, y que tenía derecho a seguirlos.

Maestro dijo:

"El piensa: Soy un fo y probablemente también tenga puesta la vestimenta de un fo. Entonces ve que su atuendo es realmente el atuendo de un fo. Oh, soy verdaderamente un fo., y se pone contentísimo. Probablemente ni siquiera sea un fo pequeño.; se mira y encuentra que incluso es un gran fo. ¡Tal vez yo sea más elevado que Li Hongzhi!.Se mira otra vez. ¡Oh, realmente soy más elevado que Li Hongzhi!" (Sexta Lección, Zhuan Falun).

Aparecen los apegos de niveles más profundos

Poco a poco me di cuenta de que los dos apegos mencionados surgieron de apegos a un nivel más profundo: apegos a la reputación y a la fama, al sentimiento y al interés propio. Quería ser más importante que los demás, y presioné para que mis sugerencias fueran aceptadas por el grupo. Quería estar a cargo y ser aceptado por los demás.

Pero cultivo Verdad-Benevolencia-Tolerancia, que me obligan a dejar de lado los apegos fundamentales, como la fama y la reputación, el egoísmo y el sentimiento, mientras recorro mi camino de cultiva la Banda basan siempre en el Fa.

Además, aprendí a aceptar los defectos de los demás. Aprendí a notar sus virtudes y a ser empático cuando tenían dificultades. Por otra parte, rectifiqué mis pensamientos y ya no pienso si me daría cuenta de las faltas de los demás. Cultivar significa abrir el corazón y ser parte de un solo cuerpo, por lo tanto, uno puede alcanzar niveles más altos de cultivación como un solo cuerpo. Es un pensamiento simple, pero me tomó mucho tiempo cultivarlo, y hacerlo desde el corazón.

Altibajos durante la gira europea

Organizamos la primera gran gira de la Banda Marchante Tian Guo hace dos años, y visitamos varias ciudades. Esto nos ayudó a adquirir cierta experiencia. El segundo gran viaje, se realizó en el 2018, que duró nueve días e incluyó tanto ciudades grandes como pequeñas. Había muchos turistas chinos en nuestras paradas. La gira comenzó en Praga después de la Conferencia Europea del Fa. La Banda se presentó en Viena, en Munich durante el Octoberfest, Zurich y Lucerna.

Los preparativos duraron alrededor de un año, dado que llevaba tiempo organizarlo todo, por ejemplo, la ruta, los autobuses, los desfiles, la información de los practicantes locales, el alojamiento, la comida y muchas cosas más. Trabajé casi 10 horas diarias, estudié el Fa, hice los ejercicios, practiqué mi instrumento y después de ir a mi habitación me tomaba otras 3 horas en los preparativos para la gira.

Arreglar el alojamiento y supervisar los pagos me llevó mucho tiempo. Dimos una fecha límite para la organización de las habitaciones, ya que teníamos que saber cuántos miembros participarían en la gira por Europa. Por lo tanto, era mucho más fácil conseguir el alojamiento y la comida con la ayuda de los practicantes locales. Sin embargo, cada vez más miembros querían participar y necesitábamos hacer ajustes constantemente.

Un compañero pidió participar, pero sin tocar en la banda, otros decidieron participar o cancelar. Debido a estos cambios individuales, hubo que modificar varias veces los planes generales -en cuanto al número de habitaciones, pagos, etc.-. Todos estos cambios tenían que ser proporcionados a los practicantes locales, para asegurarse de que sabían el número exacto de las comidas necesarias para los miembros de la Banda.

Al organizar el primer tour me costó mucho trabajo acomodar y aceptar todos los cambios. Creía que el viaje estaba organizado para salvar a los seres conscientes y que todos los miembros estaban obligados a participar. Yo era de la opinión de que él Maestro organiza el número de participantes. Sentía que, si uno hacía cambios o cancelaba, se olvidaba de seguir el Fa.

Más tarde, cambié mi opinión inicial. Después de la primera gira, tuvimos una reunión de intercambio de experiencias y me enteré de que un compañero de soporte se había inscrito y luego canceló. Sin embargo, en lugar de ir a la gira, ayudó a algunas personas a renunciar el partido comunista chino (PCCh). Esto me mostró que Maestro lo ha arreglado todo y que debo aceptar los cambios y la opinión de los demás sin queja.

Al planear la segunda gira no tuve estos pensamientos negativos. No me quejé de los cambios y los acepté. Comprendí el principio del Fa de dejar el apego del yo y pensar primero en las necesidades de los demás. Esto también es parte de cultivar mi compasión.

Durante la gira el equipo de coordinación tuvo que afrontar muchísimas cosas a las que tenía que resolver. Me di cuenta de que uno de los coordinadores tenía que contar el dinero que recibíamos de nuestros miembros a altas horas de la madrugada. Por lo tanto, no podía hacer los ejercicios por la mañana. Otro coordinador no podía irse a la cama hasta que resolviera algún (otro) problema.

Hubo muchos cambios de última hora en los planes. Poco antes de nuestra partida a un desfile, uno de los miembros desapareció. Por lo tanto, toda la banda tuvo que buscarlo, lo que hizo que llegáramos tarde al punto de partida del desfile.

Hubo muchos incidentes en Suiza. Llegamos tarde después de un largo viaje en autobús desde Múnich. El problema era que no teníamos suficiente dinero para pagar nuestro alojamiento.

Nuestro conductor tuvo un accidente que requirió la intervención de la policía. Luego, el conductor estacionó el autobús en una calle y los practicantes locales tuvieron que buscarlo. Después, el conductor tuvo que mover el autobús. Estos y otros problemas debían ser resueltos. Por lo tanto, teníamos que soportar muchas y largas noches. Todo esto, y mucho más, fueron pruebas para mí para demostrar si las resolvía en base del Fa.

Estas situaciones me enseñaron que no debo quejarme de los demás y solo concentrarme en resolver los problemas a los que nos enfrentamos. Ya no pensaba en el "por qué", quién tenía la culpa y quién tenía la responsabilidad de resolverlo. Estaba disponible para resolver el problema, ayudar a otros a solucionar sus problemas, o apoyar a cualquiera con pensamientos rectos.

Más tarde me di cuenta de que los pensamientos negativos habían desaparecido de mi mente. Esto no quiere decir que surgieron una tras otra sin que yo los reconociera. Me di cuenta de que estos pensamientos negativos ya no aparecen en determinadas situaciones. Esto me mostró que había dejado ir estos pensamientos. No es que no aparecen de vez en cuando, pero ahora puedo ignorarlos.

Lidiando con las interrupciones

En nuestro segundo día en Múnich fuimos a la Marienplatz para dar un concierto. A mi llegada me dijeron que una de las integrantes había dejado su instrumento en el autobús, y que el autobús ya se dirigía al estacionamiento, que estaba bastante lejos de donde estábamos. Me preguntaba si debía pedirles a los practicantes locales que condujeran hasta el parque donde estábamos, pero reconsideré que iba a ser un viaje largo para ellos. También hubo otro problema. No pude concentrarme durante nuestra actuación y me pregunté qué debo hacer. Me preguntaba cómo pudo haber sucedido todo eso. ¿Teníamos una brecha en nuestra cultivación? ¿Había algún otro apego que tenía que abandonar?

Tocamos algunas canciones, luego un practicante dio un discurso sobre Falun Dafa y la cruel persecución en China. Luego, actuamos de nuevo, y luego otro discurso -repitiendo de esta manera varias veces.

Noté que la gente se detenía, escuchaba a la Banda y luego se iba cuando alguien hablaba. Una vez vi que, al principio de un discurso, un practicante chino se acercó a dos turistas chinos que habían escuchado nuestra actuación. El practicante comenzó a distribuir materiales informativos de Dafa.

Los dos turistas chinos se dieron la vuelta y estaban a punto de marcharse. Envié un pensamiento: "No se vayan, venimos aquí especialmente por ustedes". Sorprendentemente, los dos turistas chinos se detuvieron y aceptaron los materiales de Dafa. Al ver eso, los ojos se me llenaron de lágrimas.

En ese momento todos mis problemas se disolvieron. Estaba en un estado temporal en el que el tiempo se había detenido. Era un campo lleno de compasión, y yo estaba en un estado en el que nada ni nadie podía molestarme. Era justo como dice Maestro: "Los pensamientos verdaderos armonizan todo, el cielo entero es claro..." (Conmovido, Hong Yin IV).

El Maestro siempre está a mi lado

Durante este año en mi camino de cultivación empecé a darme cuenta de que el Maestro siempre está a mi lado, señalando mis apegos, protegiéndome y guiándome por el camino correcto.

¿Por qué todavía caigo cuando me enfrento a una prueba? Tal vez sea porque no entiendo las pistas del Maestro, o porque creo que las indicaciones no se ajustan a los principios de Dafa -Verdad-Benevolencia-Tolerancia- y que son asuntos normales. Tal vez no entiendo las sugerencias debido a mis apegos, o tal vez porque no puedo abandonar mis apegos. Debo recordar de soltar mis apegos si quiero cultivarme a un nivel más elevado.

(Presentado en la Conferencia del Fa en Alemania 2019)