(Minghui.org) Después de practicar Falun Dafa durante 19 años, empecé a entender esta parte de la enseñanza del Maestro:
"... y aun para aquellos que puedan continuar refinándose con determinación, todavía hay que ver si logran completar la cultivación o no y también si pueden tener la determinación de cultivarse o no" (Segunda Lección, Zhuan Falun).
Una practicante me contrató como asistenta. Su marido estaba encarcelado desde hacía 4 meses por infringir las normas de tráfico, así que esperaba que pudiéramos estudiar el Fa juntas. Cuando su marido vivía en la casa, siempre le impedía estudiar el Fa, rompía sus libros o incluso la golpeaba.
Acordamos que mi jornada laboral sería de 10:30 a. m. a 4:00 p. m. Esto me dejaría tiempo suficiente para salir a hablar a la gente sobre Falun Dafa y la persecución que sufre por parte del régimen comunista. Sin embargo, trabajar para ella era mucho más duro de lo que esperaba.
Una ardua labor de limpieza
Esta practicante tenía una hija de 29 años con demencia que siempre defecaba en sus pantalones. Así que las dos teníamos que limpiarla con frecuencia. Esto representaba una prueba de xinxing constante. Me forcé a soportar la situación, pero no lograba apartar muchas nociones humanas.
En mi primer día de trabajo, limpié el baño. Era un completo desastre. Mientras limpiaba, intenté con todas mis fuerzas eliminar cualquier noción humana, pero los pensamientos de queja aparecieron mientras eliminaba tamaña inmundicia.
Al día siguiente, limpié su garaje, en el que cultivaba brotes de soja. El lugar estaba lleno de barriles y bolsas de plástico, cajas de espuma y montones de ropa sucia. Muchas moscas diminutas salieron revoloteando de los granos fermentados. Estaban por todas partes. Me parecía que resultaría imposible limpiarlo, pero me dije: "No debería moverme en ninguna situación. Debería hacerlo lo mejor posible y esforzarme en preservar mi xinxing".
Mientras limpiaba, le pregunté si podía deshacerme de la cosas inútiles. Respondió que todo era útil. Aún así, tiré una bolsa de trapos.
Cuando casi estaba terminando, su hija necesitó que la limpiaran de nuevo. La practicante tomó rápidamente una gran olla de agua, y la ayudé. Durante el proceso, me vi obligada a soportar bastante presión. Intenté no pensar en nada y hacer lo que debía hacer. Aunque pude aguantar bastante bien en ese momento, más tarde aparecieron muchas nociones en mi mente.
A veces, cuando la practicante y yo estábamos estudiando el Fa, teníamos que parar para limpiar a su hija y cambiarle la ropa. Realmente sentía lástima por aquella madre que había tenido que cuidar de su hija desde que nació, hace 29 años.
Identificando mis nociones humanas
Después de trabajar para ella durante un tiempo, empezaron a surgir en mi mente muchas nociones humanas, que no lograba eliminar. En mi casa, miré calmadamente hacia dentro. Para no olvidar ninguno de mis apegos, los anotaba. Por ejemplo, si entraba en su casa y la encontraba desordenada y apestosa, esto indicaba que no me estaba cultivando bien.
Tenía miedo a la suciedad. Cuando cocinaba, había moscas por toda la casa. Abrí una puerta del armario y un montón de moscas salieron volando. Pensé que a las moscas les gustaba vivir en lugares inmundos. Debido a que no me había cultivado bien y a que poseía muchas nociones humanas y elementos podridos, suponía que era mi estado el causante de que todas esas moscas aparecieran.
Incluso en un entorno así, la practicante cultivaba brotes de frijol para venderlos en los supermercados. Pensé que aunque ganaría dinero perdería virtud. Lo vi como algo egoísta, un comportamiento del viejo universo, y desalineado con el Fa.
Como no busqué hacia dentro para corregirme, la juzgué con mis nociones humanas, la culpé y critiqué. Le hablé con un tono condescendiente e imperativo, sin bondad alguna. Podría parecer que la estaba ayudando a rectificarse, pero en realidad estaba mostrándome e intentando forzarla a aceptar mi postura. Mi comportamiento era el resultado del adoctrinamiento del partido comunista.
Cuando se negó a aceptar mi opinión y se defendió, me sentí muy incómoda, lo que fue una manifestación de mi envidia. Identifiqué, separé y eliminé esas nociones.
Como enseñó el Maestro:
"La cultivación depende de uno mismo, el gong depende del shifu" (Primera Lección, Zhuan Falun).
El Maestro me ayudó a eliminar esas cosas.
El Maestro también dijo:
"La verdadera cultivación se trata de cultivar el corazón humano, y una persona nunca podrá alcanzar ese reino si no se deshace de sus apegos humanos" (Enseñando el Fa en la Ceremonia de Fundación de la Asociación de Falun Dafa en Singapur).
Aunque sabía lo que debía hacer, deseaba cambiar e irme a trabajar a casa de otra practicante. No quería seguir trabajando para ella, para evitar ese terrible entorno.
Cuando las dos estudiábamos el Fa, cerraba la puerta y echaba la cortina, dejando solo una pequeña porción de la ventana abierta. No había aire acondicionado en la habitación, y nunca encendió su ventilador eléctrico, ni siquiera durante los días más calurosos de aquel verano. Me dijo que debíamos soportar la temperatura. Sin decir nada me centré en el estudio del Fa.
Tendía a quedarse dormida. Empezaba leyendo el Fa en voz alta para acabar haciéndolo con una voz suave. Cuando se percataba de su estado, intentaba mantenerse despierta y releía las palabras. Por un momento, se levantaba y luego se volvía a sentar para seguir leyendo. Lo hacía así casi todos los días.
Por mi parte, intentaba controlarme sin dejar que me afectara. Después de estudiar el Fa, le recordaba que debía enviar pensamientos rectos más a menudo para eliminar todos los elementos malignos y las sustancias podridas en su dimensión.
Soportando aún más y ayudando a la otra practicante
Una vez limpié toda su casa y reorganicé su garaje. Ella lavó la ropa de cama. Cosí, arreglé sus cortinas, desbloqueé la puerta del armario, y más cosas. Le llevé la cortina de mi puerta y la coloqué en su sitio.
Me dijo: "Sé que como practicante de Dafa, tengo que limpiar bien la casa. Lo había olvidado y me había acostumbrado. Ahora sé que no estaba bien. Una practicante de Dafa necesita no solo estudiar bien el Fa, sino que también necesita hacer las cosas bien en su vida diaria".
Le respondí: "Hagamos lo que hagamos, estamos validando el Fa. Cuidas bien a tu hija todos los días y estudias el Fa. Así ella también lo puede escuchar. Cultivas brotes y los vendes. Si puedes mantener tu entorno limpio, eso también es parte de la cultivación, ¿no es así? Cuando mejores, entonces tu marido también cambiará". Estuvo de acuerdo.
Una noche tuve un sueño: Estaba poniendo sacos de arroz que había recolectado en el campo, en un carro de cuatro ruedas. El carro se agrandó cuando llegó a estar completamente cargado de arroz. Me desperté y me di cuenta de que era el Maestro quien me estaba dando una pista y me animaba. Mantener el xinxing y mirar incondicionalmente hacia dentro, se llama cultivación para aquellos que pueden llevarlo a cabo.
En la superficie, ayudé a otra practicante a limpiar su casa. Cuando miré adentro incondicionalmente, sentí claramente que también estaba limpiando mi propio campo dimensional.
El xinxing de uno determina la ganancia y la pérdida, la mejora de los niveles y la elevación del propio reino. En el camino de la cultivación organizado por el Maestro, se trata de si se ha alcanzado el estándar del Fa. Es verdaderamente un proceso de templar mi xinxing y de la tribulación que debo superar para alcanzar el estándar del Fa de un cierto reino.
Como explicó el Maestro:
"Un practicante de gong ya tiene su vida arreglada. Las tribulaciones no son ni muchas ni pocas, pero no son necesariamente ochenta y una tribulaciones. Esto depende de hasta qué altura puedas cultivarte con tu cualidad innata. Son arregladas de acuerdo con el nivel que tú puedes alcanzar. Primero hay que quitar aquellas cosas de la gente común, cosas que el practicante de gong debe desechar. Es realmente muy amargo. Pensamos en diferentes formas para hacerte dejar todas las cosas a las que te aferras y encuentras difíciles de abandonar. Templándote así, elevamos tu xinxing" (Capítulo Quinto, Falun Gong).
El camino de cultivación dispuesto por el Maestro ha sido completamente arreglado. El grado en que uno puede cultivarse depende de lo bien que lo haga y de si está decidido a cultivarse. Estos son mis entendimientos y mis acciones en mi nivel actual.
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Categoría: Cultivación