(Minghui.org) Durante los Juegos Olímpicos de 2008, mi esposo y yo fuimos arrestados, pero siempre mantuve las enseñanzas del Maestro Li Hongzhi en mi mente y negué completamente la persecución.
Rescatados del campo de trabajo
Mi esposo fue puesto en libertad bajo fianza después de haber estado detenido durante 10 días. Fui sentenciada a 1 año y 9 meses por negarme a renunciar a Falun Dafa y me llevaron al campo de trabajos forzados de las mujeres de Jinan. Allí me torturaron y me lavaron el cerebro, y finalmente me obligaron a firmar las 3 declaraciones de renuncia a Falun Dafa.
Recordé lo que dijo el Maestro Li:
"No importa cuál sea la situación, no cooperen con las demandas, órdenes e instigaciones del mal" (Los pensamientos rectos de los discípulos de Dafa son poderosos, Escrituras esenciales para mayor avance (II)).
Pensé: "Verdad-Benevolencia-Tolerancia están profundamente arraigadas en mi corazón, y nunca me rendiré", pero me persiguieron aún más.
Tortura y problemas de salud
Me obligaron a sentarme en un taburete pequeño del que no me dejaban moverme en absoluto. No sé cuántos días me obligaron a permanecer sentada allí, pero mi piel se desprendía y supuraba pus constantemente. Todos los días me veía obligada a sentarme allí. Sentía un dolor inmenso.
Tiempo después, me vi obligada a coser juguetes de peluche. Los presos comunes me daban los artículos más difíciles de coser, así ellos lograban terminar sus pedidos a tiempo. Aunque cosía durante más de 10 horas no conseguía terminar los pedidos. Mientras trabajaba, pensaba: "Es el Maestro quien decide cuando regresaré a casa".
Un día hubo una reunión en el campo de trabajo y le conté a una mujer que estaba sentada a mi lado sobre Dafa y la persecución. Le dije que si repetía: "Falun Dafa es bueno y Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno", sería bendecida. Alguien escuchó nuestra conversación y me denunció a un guardia. Se enfureció y me insultó.
Debido a la persecución y la tortura, mi salud se deterioró drásticamente, así que perdí 22 kilos en poco tiempo. Un médico me examinó y me diagnosticó linfoma maligno, fibromas y pólipos en la vesícula biliar. Pronto me salieron bultos por todo el cuello, que incluso me impedían girar la cabeza.
Los tumores también comenzaron a aparecer en mi estómago. Piernas y pies se me endurecieron e hincharon. También una protuberancia dura y redonda empezó a crecer debajo de mi lengua, lo que casi me impedía hablar. Cuando los guardias vieron que las células cancerosas se habían esparcido por todo mi cuerpo, el campo de trabajo me liberó para descargar responsabilidades. Supe que el Maestro me había salvado.
Arrestada otra vez
Después de mi liberación, mi esposo y yo estudiamos el Fa todos los días, enviamos pensamientos rectos, y salíamos a aclararle a la gente la verdad acerca de la persecución. Poco a poco, mi cuello se relajó y las protuberancias de mi rostro desaparecieron. Los tumores en mi estómago se encogieron, y la protuberancia debajo de mi lengua se convirtió en pequeños pedazos parecidos a dientes que acabaron cayéndose. Sabía que todo eran falsas apariencias y que el Maestro había arreglado todos estos síntomas de enfermedad para que me soltaran. ¡No existen palabras para expresar mi gratitud al Maestro!
En marzo de 2012, fui a distribuir materiales informativos de Dafa con otra practicante y me arrestaron de nuevo. Al final me llevaron de vuelta al campo de trabajos forzados de mujeres de Jinan. En el camino, memoricé las palabras del Maestro:
“El vehículo va por caminos de miles de kilómetros
La luz divina afuera protege el vehículo
¿Quiénes son los que van adentro?
La gira artística salva a la gente"
(En el camino de la gira artística, Hong Yin (III)).
Cuando llegué, me hicieron un chequeo físico. El médico me preguntó por mi salud, y le describí el diagnóstico de cuando fui perseguida en el campo de trabajo. Sacó mi expediente, y sorprendido me preguntó cómo me recuperé tan rápidamente.
Le respondí: "Después de reanudar los ejercicios diarios de Falun Dafa, me recuperé. No he tomado ninguna medicina ni he visto a ningún médico". Me interrumpió: "¡Qué milagroso es Falun Dafa!".
Me examinó el cuello y el estómago, y luego me susurró al oído que no tenía ninguna enfermedad. Se dio la vuelta y le dijo al guardia que me esperaba: "La rechazamos con total firmeza. Está muy enferma y debería volver a casa para recibir tratamiento inmediatamente".
Mis lágrimas cayeron por mis mejillas. Le dije al Maestro: "Gracias, Maestro. Me ha protegido una y otra vez". Bajo su protección, regresé a casa sana y salva.
Mi hogar recuperado
Nuestra acomodada familia se sintió asediada por la presión financiera y experimentó dificultades debido a la persecución. Mi nuera se asustó mucho y se mudó a la casa de sus padres con nuestro nieto. Sus padres vinieron a nuestra casa con un camión y se llevaron sus pertenencias. Sin importar cuánto traté de explicarle la situación, su madre no me escuchó y se marchó enojada.
Mi esposo fue liberado cerca del Año Nuevo Chino. Cuando vio nuestra casa vacía, aunque se tornó triste dijo: "No obstante, es tranquila”.
Los padres de nuestra nuera vinieron a nuestra casa y empezaron a gritarnos: "¿Qué le has hecho a la familia? Te quedas con Falun Dafa, no te preocupas por nuestra hija, y descuidas tu hogar". Se pusieron muy nerviosos. Sabía que esto era el resultado de mis precarios esfuerzos por aclararles la verdad, y que todavía estaban envenenados por la propaganda difundida por el partido comunista chino (PCCh).
Les hablé con calma: "Familia, por favor, cálmese y consideren cómo era nuestra salud antes de practicar Falun Dafa. No hacemos nada malo por practicar Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Desde que nuestra nuera se vino a vivir con nosotros, siempre la tratamos bien. Sin embargo, el PCCh no ha dejado de arrestarnos una y otra vez".
"Millones de practicantes han sido condenados a trabajos forzados y miles de personas han sido perseguidas hasta la muerte. Algunos incluso han sido asesinados por sus órganos. Solo el PCCh persigue a Falun Dafa y crea desastres para los practicantes y sus familiares. Creemos en Dafa y en el Maestro Li. Sin la protección del Maestro, no habríamos sobrevivido a esta persecución. Solo deseamos mantener nuestra fe, nuestra familia y nuestro hogar".
Se calmaron después de escucharme. Fuimos a buscar a mi nuera y tuvimos una sencilla celebración del Año Nuevo Chino. Aunque solo teníamos bollos al vapor y verduras en conserva, no sentíamos que la vida fuera amarga. Teníamos Dafa, y ¡nos sentimos las personas más ricas del mundo!
Debido a la persecución, no visitaba a mi madre de 90 años de edad desde hace varios años. Cuando me vio, sollozó y dijo: "¡Qué delgada estás! Ven, quédate con nosotros y no te vayas más".
Cuando mi hermano y mi cuñada escucharon mi historia también me pidieron que me fuera a vivir con ellos. Mi hermano era bastante rico y me compró un montón de cosas caras. Le dije: "Eres muy amable, pero no necesito esto. Me recuperaré muy bien sin ninguna ayuda. A mi cuerpo no le falta nada". Aunque se enfadó me ofreció algo de dinero, que también rechacé amablemente.
Aunque me han perseguido durante muchos años, caminé paso a paso bajo la protección del Maestro. Ahora nuestro hogar está vivo y recuperado. Mi nuera y yo nos quedamos en casa ocupándonos de las tareas domésticas y del niño, mientras que mi marido y mi hijo trabajan y se ganan la vida.
Tengo el entendimiento de que mientras tengamos al Maestro misericordioso y a Dafa poderoso en nuestro corazón, podemos pasar cualquier prueba o tribulación, no importa cuán grande sea.
¡Gracias, Maestro, por su misericordiosa salvación!
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