(Minghui.org) ¡Saludos estimado Maestro! ¡Saludos, compañeros practicantes!
Comencé a practicar Falun Dafa en 2011, siete años atrás. Desde entonces, he experimentado mucho. A veces soy diligente, mientras en otros tiempos me relajo. Pasé bien unas pruebas de xinxing, mientras experimenté muchas dificultades con otras. Deseo compartir con los compañeros practicantes algunas de ellas y cómo abandoné el apego a la ganancia personal.
En mi niñez, mi familia era pobre. Por consiguiente, tenía poco dinero para comprar bocadillos o ropa. Sabía que tenía que guardar cualquier dinero que me daban. A pesar de que el ingreso de mi padre aumentaba, y la situación financiera de mi familia estaba mejorando más y más, todavía ahorraba en vez de gastar. Hay veces en que voy a un extremo con mi austeridad, aún cuando tengo dinero. Una vez que comencé a cultivar, mi apego a proteger mi propio interés era bien evidente.
Pruebas sobre boletos y hospedaje
Recientemente tuve que enfrentarme a una prueba que tenía que ver específicamente con mi apego al interés propio. Decidí ir a Ludwigsburg a apoyar las preparaciones de Shen Yun, así que chequeé los horarios de los trenes y autobuses. El boleto más barato era más caro del que regularmente compraba.
Mi apego me hizo titubear en tomar el viaje. Me di cuenta que el pensamiento estaba basado en nociones humanas, las cuales perturbaban mi mente. Me pregunté: "¿Por qué no quieres ir allá? ¿Será acaso por lo caro del boleto? ¿Ya no salvarías a los seres conscientes por el costo del boleto? Esto es una clara indicación que estaba aferrada al apego del interés personal. Además, también significaba que lo estaba al apego a la comodidad”. Entonces, me pregunté si podía costearme el boleto y necesitaba tomar una decisión.
Esta no era la primera vez que Shifu me había dado pistas referentes a mi fuerte apego al interés personal. Mi esposo, también un practicante, señaló este problema más de una vez.
Poco después de experimentar esta prueba leí un cuento de hadas occidental. El personaje principal de la historia fue engañado muchas veces camino a casa. Lo que recibió valía menos de lo que había negociado. Al final, lo perdió todo. Sin embargo, se mantuvo alegre y sin estrés.
Después de leer esta historia, me sentí avergonzada. Aunque había cultivado por varios años, aún estaba obstruida por mi apego al interés personal, y todavía me aferraba a las cosas en este mundo.
Como estaba absorta con este tema en ese tiempo, me di cuenta que preocupaciones, tales como el problema del boleto, era una prueba para abandonar mi apego. Decidí comprar uno. Sin embargo, encontré más pruebas de este mismo apego más tarde.
Problemas de hospedaje
Antes de salir de mi casa, contacté a un practicante local, y me dijo que estaría compartiendo la habitación con una practicante occidental. La contacté y me dijo que las fechas no eran buenas para ella. Me informaron que tenía que quedarme con otra practicante, Alicia, quien me dijo que estaría bien. Sin embargo, vivía lejos de Stuttgart.
Chequeé cómo llegar a su casa y me me di cuenta que necesitaba cuatro boletos adicionales, costándome entre 20 y 30 Euros. Eso podía ser una carga financiera. Entonces sugirió que me quedara con una practicante en Stuttgart. Lo pensé y le dije que le preguntaría.
Tomé algún tiempo para llamar a otro practicante, ya que necesitaba investigar por qué me habían dicho que me quedara con una practicante que vivía en los suburbios. Sabía que en vez de quejarme debía cooperar y no crear problemas a otros.
Me pregunté: "¿Acaso quieres seguir preguntando a otros practicantes? La mayoría están ocupados y tener invitados les crearía un problema. Necesitaría una cama para dos noches, lo que no sería tan caro. Los practicantes deben cooperar entre ellos. Eso significa que necesito cooperar”.
En ese punto había aceptado el arreglo y dejé de perseguir mi propio interés. Lloré. Sonreí y me recordé que la resistencia es parte de la cultivación.
Luego, recibí una llamada del practicante encargado de los arreglos de hospedaje. Me explicó por qué era mejor quedarme en el primer lugar. Aunque Alicia no vivía en Stuttgart, mi tren pasaría por esa localidad. Me conmoví y me sentí avergonzada por haber creado dificultades. Le agradecí una y otra vez.
Me sentí aliviada tan pronto decidí quedarme con Alicia. Tuve que comprar boletos adicionales por otras razones, pero mi corazón ya no se movió.
Problemas con trenes perdidos
Mientras iba en camino, mi apego al interés personal fue probado nuevamente.
Había hecho arreglos con Alicia para encontrarnos en la estación central de Stuttgart y continuar juntas nuestro viaje. Habíamos hablado por teléfono antes de mi llegada. Para ahorrar tiempo, le pedí que me comprara un boleto, para que pudiéramos tomar el tren que partía más temprano.
Me di cuenta que algo no estaba bien pero no sabía qué era. Quizás no debí haber hecho este arreglo.
Al llegar a la plataforma, no la vi. Poco antes que partiera el tren, me llamó y me dijo que lo abordara, lo cual hice. Momentos más tarde, la vi corriendo hacia la formación pero no pudo abrir la puerta y el tren partió.
Quedé sin palabras, me sentí impotente y preocupada porque el tren había partido y no tenía el boleto. No podía comprarlo en el tren. Tendría problemas cuando llegara el conductor a chequear mi boleto. Entonces, pensé que debía bajarme y tomar el siguiente.
Luego me llamó y me dijo que el próximo partía en media hora. Acordamos encontrarnos en ese.
Me di cuenta que siempre había pedido ayuda a otros. Hubiera sido más fácil si no le hubiese pedido que me comprara el boleto. Aunque hubiéramos perdido ese, siempre hay otro. Yo debí haber tomado el tren hasta su pueblo, ya que había vivido en Alemania por largo tiempo y estoy familiarizada con el lenguaje alemán.
Cuando pensé en comprar el boleto para no tener que buscarla en el tren y llamarnos por teléfono una y otra vez, me preguntaba si me rehusaba a comprar otro boleto, se debía a mi apego al interés. Estaba tan conmovida que la practicante estuviera de acuerdo con mi sugerencia.
Tan pronto me tranquilicé, decidí dejar mi apego al interés. Le envié un mensaje de texto que compraría un boleto y la encontraría en su pueblo. Me sentí muy aliviada. Todo salió bien. Le pagué el boleto no utilizado, aunque en un principio no quiso aceptar el dinero. Sin embargo, era yo la persona que necesitaba el boleto y así que tenía que pagarlo.
El practicante que hizo los arreglos de hospedaje me llamó esa noche y me informó que podía quedarme con la practicante en Stuttgart la noche siguiente. Esto me ahorraría tiempo y dinero. Shifu me ayudó a reducir el costo porque dejé el apego.
Tomando el interés personal ligeramente
Casi dos años atrás mi esposo tomó las riendas de una tienda de comestibles orientales, con la ayuda financiera de su madre. Al principio, no ayudé mucho. Pero después, lo tuve que hacer ya que estábamos cortos de dinero y no podíamos contratar personal. Ahora nos turnamos para atender el negocio.
No tenía mucha experiencia de trabajo de ninguna clase, ya que había trabajado a tiempo parcial en forma intermite. Cuando uno trabaja para otro, el salario es siempre igual. Sin embargo, cuando uno es el dueño del negocio, uno ve las ventas diariamente.
Al comienzo, mis nociones humanas salieron a relucir. Cuando las ventas eran altas, estaba muy contenta, y cuando eran bajas, estaba decepcionada, infeliz y nerviosa. Cuando llegaba la fecha de expiración de los comestibles, me preocupaba, etc.
Me di cuenta que tenía fuertes apegos a la tienda. Cuando estudiaba el Fa o enviaba pensamientos rectos no podía calmarme y pensaba en la tienda. Había momentos en que me sentía afectada por eso. En esos tiempos, me enojada y quería renunciar a atenderla. Hace que uno sea dependiente, como si estuviese atado al lugar. No era fácil salir y clarificar la verdad acerca de Dafa y la persecución.
Luego, Shifu nos dio pistas a través de mi esposo, que no es la profesión sino el estado interno de uno lo que cuenta.
Shifu dijo:
"Durante las interacciones sociales siempre se puede encontrar toda clase de conflictos. En esta porción del xiulian entre la gente común, no importa cuánto dinero tengas, qué alto puesto oficial ocupes, si haces tus propios negocios o abres una compañía o cualquier negocio que realices, debes comerciar en forma justa y posicionar el corazón rectamente. Todos los oficios de la sociedad humana deben existir; es el corazón del hombre el que no es recto, y no tiene que ver con qué profesión ejerce uno. En el pasado se decía algo como “de diez comerciantes, nueve hacen trampa”; esto dice la gente común, pero yo digo que es una cuestión del corazón humano. Si todos los corazones humanos se posicionan rectamente y se comercia en forma justa, cuando tú has dado más, debes ganar más dinero; eso es también porque has sacrificado entre la gente común, entonces ganas; el que no pierde, no gana, y si uno trabaja, gana. En cualquier nivel social se puede ser una buena persona, solo que en los diferentes estratos sociales existen diferentes conflictos. Los estratos altos tienen las formas de conflictos de los estratos altos, todas las cuales pueden ser tratadas de manera correcta; en cualquier estrato social se puede ser una buena persona y se pueden aligerar todo tipo de deseos y corazones de apego. En todos los diferentes estratos sociales es posible manifestarse como buena persona; todos pueden practicar el xiulian en los estratos sociales donde están" (Cuarta Lección, Zhuan Falun).
El Fa de Shifu me dijo que no debía pensar así, porque significaba ver lo externo en vez de lo interno. El problema no surgió por el trabajo, sino por mi estado interno -debí tomar estas cosas ligeramente.
De todos modos, la tienda era también una plataforma para clarificar la verdad, ya que dejamos volantes y periódicos para que los clientes los tomaran. No titubeamos en contarle la verdad acerca de Dafa a la gente. Estudiamos el Fa en la tienda. Nos turnamos en atenderla. El que no está en la tienda puede trabajar en otros proyectos o participar en otras actividades.
Mi esposo me recuerda que nuestra ganancia depende de nuestra virtud. Nuestra ganancia ha incrementado y ganamos lo suficiente para nuestro sustento. Al mismo tiempo podemos clarificar la verdad. Lo interesante es que el negocio marcha bastante bien cuando salimos a hablar acerca de Dafa. Por el contrario, sufre déficit cuando nos enfocamos demasiado en él.
Shifu ha hablado acerca de gente haciendo negocios en Europa en uno de sus artículos:
"En este aspecto, pienso que los hombres de negocios caucásicos tienen un muy buen estado mental. Un hombre de negocios caucásico, considera su negocio una profesión y un deber y lo hace de todo corazón con lo mejor de sus habilidades. Aunque tenga un solo cliente al día, a él no le importa. Él piensa que ese es su trabajo, que es parte de la vida de uno, que está haciendo algo, y que está bien siempre y cuando pueda mantenerse a sí mismo o a su familia y ahorre un poco. Este es el estado de un ser humano. Hoy en día el deseo de la gente por hacerse rico rápidamente es terriblemente fuerte; ésta es la condición mental que los guía. La gente simplemente se está hiriendo una a otra, como si quisiera tomar todo el dinero de las demás personas y ponerlo en sus propios bolsillos. ¿Qué van a hacer las otras personas? ¿Por qué no piensan ellos en las dificultades de los demás? Ellos hacen cosas sin considerar en lo absoluto a las demás personas. Ésta es la mentalidad de la mente pervertida de la humanidad en la sociedad humana de hoy. Cuando hagan cualquier cosa, piensen sobre si otras personas pueden soportarlo; así es como un ser humano debe ser" (Exponiendo el Fa en el primer Fahui de Norteamérica).
Esto apuntó más a mi tendencia a buscar el beneficio personal, el cual continuaré eliminando en mi camino de cultivación.
(Presentado en la Conferencia Alemana del Fa 2019)
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