Lágrimas de gratitud: salud recuperada y piernas arqueadas se enderezan

(Minghui.org) Soy una practicante veterana, comencé a practicar Falun Dafa en 1997. Fue el Maestro Li, el fundador de Falun Dafa, quien enderezó mis huesos y me devolvió la buena salud.

Antes de practicar Falun Dafa, tenía enfermedades del corazón, reumatismo general, trastornos ginecológicos, cálculos renales y muchas otras enfermedades. El reumatismo causó que me dolieran las articulaciones; lo que más me dolía eran mis rodillas. Mis huesos se deformaron causando que las piernas se arquearan. Ni la medicina occidental ni la china pudieron ayudar con mi condición. Fui al parque a ver si podía encontrar una práctica de qigong que arreglara mi cuerpo.

Mientras estaba parada en el parque, apareció ante mí una gran rueda amarilla girando. Podía escuchar música hermosa, que calmaba mi corazón. La rueda desapareció, así que seguí la música hasta el sitio de práctica de Falun Dafa. En el estandarte del sitio de práctica estaba la misma rueda grande que había visto antes. Hablé con el asistente en el sitio de práctica.Ese día antes de irme me dieron una copia de Zhuan Falun, el libro principal de la práctica.

En casa leía Zhuan Falun y hacía los ejercicios. Después de practicar Falun Dafa durante seis meses, fui a visitar a mi cuñado enfermo. Me observó desde su cama mientras caminaba hacia su casa. Entré y se quedó mirándome fijamente hasta que le pregunté por qué me miraba así. Se echó a reír y dijo: "¡Falun Dafa es increíble! Mira tus piernas, ¡están rectas!”.

No me había dado cuenta antes, pero cuando miré mis piernas, estaban tan derechas como las de cualquiera. Lo pensé por un minuto y entonces me di cuenta de lo que había estado experimentando mientras meditaba; escuchaba un crujido proveniente de mis piernas todos los días. ¡Era el Maestro arreglando mis huesos!

Mis piernas son perfectas ahora. Puedo sentarme con las piernas cruzadas en la posición de doble loto. Las articulaciones de mis dedos y muñecas ya no me duelen. Mis otras enfermedades desaparecieron.

Derramé lágrimas de gratitud. He sido muy afortunada por tener a un gran Maestro en esta vida. Me cultivaré diligentemente y difundiré lo bueno de Dafa a más personas.