(Minghui.org) Atravesé una ordalía inmensa de 2011 a 2016. Casi fui destruido por las viejas fuerzas. Fue el Maestro Li Hongzhi que me salvó de nuevo. Estoy eternamente agradecido por su gracia salvadora.

Apegado a mí mismo sin saberlo

Después de que el régimen comunista comenzó a perseguir a Falun Dafa en 1999, muchos practicantes tenían miedo de dar el paso adelante y defender nuestra fe.

Como coordinador voluntario, salí a repartir los nuevos jingwen de Shifu y materiales relacionados a los practicantes y ayudarlos a establecer pequeños grupos de estudio del Fa.

Estaba tan ocupado ayudando a los practicantes que aflojé en mi propio xiulian. Me sentía bien conmigo y las cosas que estaba haciendo, sin darme cuenta de muchos de mis apegos que fui desarrollando con los años, como reputación, fama e interés personal, mentalidad competitiva, envidia, como también miedo.

La prueba

Después de 2011, compartí algunos artículos sobre conocimiento legal básico con varios practicantes. Mi intención era alentarlos a contrarrestar la persecución y buscar justicia para los practicantes detenidos con medios legales.

En ese momento, la mayoría de nosotros no sabíamos cómo usar medios legales contra la persecución. Muchos practicantes descartaron la idea de validar Dafa en el nivel humano, y algunos incluso dijeron en voz baja que en nuestro grupo de estudio del Fa solo leíamos documentos legales en vez del Fa. Como ese no era el caso, no le presté atención al principio.

Luego, dos coordinadores vinieron a nuestro grupo de estudio del Fa para ver cómo iban las cosas. También fueron a ver al practicante que maneja el centro de producción de materiales y le preguntaron si yo tenía problemas mentales. Ese practicante les contestó que yo estaba perfectamente bien.

Finalmente, los coordinadores realizaron una reunión para intercambiar sin que yo lo supiera. Les dijeron a los practicantes que yo tenía problemas mentales, y que me había iluminado en un sendero perverso. Esto causó gran conmoción entre los practicantes.

Cuando un practicante me contó sobre esto, yo estaba completamente desconcertado -¿cómo podría suceder una situación así entre cultivadores? Estaba completamente perdido y no sabía cómo manejar la situación.

Eventualmente, fui a ver a los coordinadores y les dije: “Por favor paren todo esto. Simplemente dejaré de cultivarme”.

Después de eso, me di cuenta de que fui engañado por las viejas fuerzas, que instigaron a los practicantes a presionarme. Caí en su trampa.

Por este incidente, me expulsaron del grupo de los practicantes. Un coordinador no me habló por años. Su excusa fue no darme la oportunidad de molestar a otros.

Cultura del partido

Un practicante me dijo que la reunión hecha por los coordinadores le recordaba a la revolución cultural y que ellos estaban intentando juntar evidencia en mi contra. Sus palabras me despertaron, y supe que yo también mantenía la cultura del partido como los coordinadores.

Me di cuenta de que la cultura del partido había interferido con nuestro grupo, instigado odio y puesto en contra uno de otro. Las viejas fuerzas luego explotaron la cultura del partido en nosotros para obstaculizar nuestra cultivación.

Pero, no es tan fácil librarse de la cultura del partido.

Al principio, cuando escuché los rumores y malos entendimientos sobre mí, no fui a hablar con los coordinadores. Sentí que no tenía necesidad de esforzarme para defenderme, porque eran todas acusaciones falsas. Pensé que el tiempo relevaría la verdad.

Pero varios años después del incidente, cuando quise hablar con los coordinadores, no me dejaban hablarles.

Gradualmente desarrollé resentimiento hacia ellos, particularmente al que me ignoraba completamente. Intenté eliminar mi resentimiento y odio, pero era tan fuerte que no lo podía sacar de mi mente.

Shifu me salva de nuevo

Incapaz de controlar mi negativismo y resentimiento, gradualmente perdí la confianza de poder seguir cultivándome.

En agosto de 2016 me encontré con una practicante. Ella estaba muy preocupada por mí y yo mostré mi corazón y sentí que no podía seguir así. “¡Mi cultivación llegó al cuello de la botella!”.

Fui a casa, me sentía exhausto y comencé a sentir los síntomas de un derrame. Me sentía desesperado y no podía dejar de llorar.

Recordé que lloré cuando comencé a practicar, pero eran lágrimas de alegría. Cuando Dafa fue perseguido, también lloré –eran lágrimas de dolor, porque un Fa tan maravilloso estaba siendo maltratado. Y ahora estaba tan desesperado que casi no podía cultivarme más.

No quería verme arruinado de esta manera. Dejé de ver a todos y simplemente me quedé en casa a estudiar el Fa día y noche.

Leí las enseñanzas de Shifu al menos tres veces. Gradualmente me calmé y encontré dónde me estaba quedando corto en mi xiulian. Me di cuenta que las viejas fuerzas instalaron odio en mi mente y este me controlaba.

Envié fuertes pensamientos rectos: “Soy un discípulo del Maestro Li Hongzhi. Solo transitaré el camino arreglado por Dafa. Incluso si tengo apegos o brechas, me rectificaré en el Fa y no aceptaré otros arreglos”.

Gradualmente, el resentimiento y odio se disiparon.

A principios de 2017, visité al coordinador que me había ignorado por tantos años. Le dije que deberíamos seguir las enseñanzas de Shifu y resolver nuestros problemas compasivamente –no importa de quién sea la culpa, no debemos tener brechas entre nosotros. Desde ese momento en adelante, las sustancias que nos estaban bloqueando desaparecieron y todo volvió a la normalidad.

De esta experiencia, me di cuenta de que no importa cuán difícil sea, nunca renuncien o pierdan la confianza en el xiulian. Cultivamos el Fa del cosmos y nuestras vidas están en el Fa. Nadie puede bloquear nuestro camino a casa.