(Minghui.org) Me encanta la comida picante desde que soy niña. Sentía que una comida sin ajíes picantes no tenía sabor. No podía entender por qué la gente separaba los ajíes picantes en su comida. Cuando era niña, a veces lloraba de dolor de estómago después de comer comidas picantes. Sin embargo, seguía comiendo comida picante al día siguiente, como si nada hubiera pasado.

El Maestro dijo:

"Sobre el tema de la comida del hombre, aún no es solo comer carne; uno no debe tener apego a ninguna comida, al igual que con otras cosas" (Séptima Lección, Zhuan Falun).

Cuando me convertí en practicante, no me di cuenta de que esto era un apego. Tal vez porque ya era parte de mi vida y el Maestro no dijo específicamente que no podíamos comer comida picante.

No le presté atención, hasta que un día, comí mi comida favorita de huevos revueltos con ajíes picante. Los huevos se cocinaron con un pequeño ají verde y estaba muy picante. Ni siquiera mi familia podía soportarlo. Me encantó el plato. No quería desperdiciarlo, así que me lo comí todo. Me dolía un poco el estómago cuando me fui a la cama esa noche, pero ignoré el dolor.

Me desperté con un yuanying cultivado en brazos. Era del tamaño de mi palma y su cara estaba mojada de lágrimas. Le pregunté: "¿Qué pasa? ¿Por qué estás tan triste?".

El yuanying cultivado lloró y dijo: "Ya no quiero quedarme aquí. ¡Me voy!". Saltó de mi palma y salió corriendo llorando. Salió de mi habitación, corrió por el salón y subió las escaleras.

Estaba preocupada porque el yuanying cultivado era muy pequeño, así que corrí tras él para asegurarme de que estaba seguro. Cuando llegué a la sala de estar, un hombre grande y alto (supongo que era el fashen del Maestro) estaba allí. Él dijo: "No hay necesidad de escoltarlo. Volverá en un par de días". Me desperté y me di cuenta de que era un sueño.

Poco después, almorcé con otro practicante. Le dije: "Creo que el yuanying cultivado escapó porque comí demasiado ají picante. El Maestro dijo que volverá en dos días, pero no estoy segura de que pueda volver".

Tuve otro sueño dos días después. Yo era una hermosa hada y traje al yuanying de vuelta. Lo sostuve como si hubiera recuperado un tesoro precioso y sonreí con alegría. Él me sonreía.

Estábamos comiendo con varias personas en una mesa grande. Alguien me dio una cuchara pequeña y quería que le diera de comer al yuanying. La cuchara contenía una gota de líquido dorado. Una imagen apareció delante de mí indicando que el líquido era una sustancia que mi sistema digestivo producía a partir de los alimentos que comía.

Después de que el yuanying cultivado se comió lo que había en la cuchara, me agarró la mano y quiso salir a jugar. Vi un tazón de sopa y quise comerlo, pero el yuanying me tomó de la mano y en su lugar dimos la vuelta al mundo.

Fue muy travieso y juguetón. Cuando nos tomamos un descanso, sugerí que volviéramos a tomar sopa, pero él no quiso. Decía algo que me hacía sentir culpable y graciosa al mismo tiempo, "No quiero comer nada y tampoco quiero que tú comas".

El yuanying cultivado parecía avergonzado y me sonrió. Me burlé de él. Él, se avergonzó aún más. ¡Su expresión era tan inocente y linda!

El Maestro dijo:

"Algunas personas dicen que solo les gusta comer cierta cosa, pero esto también es un deseo; los cultivadores, después de llegar a un determinado grado, no tienen este corazón" (Séptima Lección, Zhuan Falun).