Guardias y reclusos en China apoyan a los practicantes de Falun Dafa detenidos por su fe (Parte 2)

(Minghui.org) La persecución a Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, por parte del partido comunista chino, se ha basado en la propaganda engañosa y esto ha sido así desde que comenzó en 1999. Para desacreditar las mentiras contra Dafa, muchos practicantes, incluyendo los detenidos, han aprovechado todas las oportunidades para aclarar la verdad y concientizara las personas haciéndolas entender que esta persecución no tiene base legal.

Fui arrestado en múltiples ocasiones por negarme a renunciar a Falun Dafa, una práctica que en la que cultivas tanto la mente como el cuerpo basada en los principios de Verdad -Benevolencia - Tolerancia. No importa dónde me hayan detenido, ya sea en un centro de detención o en un campo de trabajo forzado, hablé con los guardias y los reclusos sobre mis creencias. Muchos de ellos han llegado a ver a través de la propaganda calumniosa del PCCh contra Dafa e incluso aprecian la bondad de Dafa y la bondad de los practicantes de Dafa.

Esta es una serie de tres artículos donde se presentan algunos ejemplos.

(Continuación de la parte 1)

Fui a Beijing a apelar por el derecho de practicar Falun Dafa en 2000. Fui arrestado y sentenciado a tres años de prisión. Ahí conocí a Li (alias), él era el capitán de los guardias de la sección donde fui asignado.

Haciendo los ejercicios de Falun Dafa en la prisión

Desde el primer día, hice los ejercicios de Falun Dafa todos los días sin importar quiénes fueran los guardias de servicio. El capitán Li y el ayudante de guardia Wang me pidieron que no hiciera los ejercicios, al menos no cuando estuvieran en servicio. Les expliqué que comencé a practicar Falun Dafa porque me diagnosticaron una enfermedad terminal. Estaba vivo gracias a ello, y seguramente estaría en un estado terrible si no pudiera hacer los ejercicios.

“Sabemos lo que es Falun Dafa. Pero estamos siguiendo las órdenes que nos dan”. Me dijo Li. Les explique que por eso fui a apelar a Beijing.

“No entiendo”, le dije, “¿por qué tendrían miedo de que haga los ejercicios de Falun Dafa? ¿Cómo el hacer estos ejercicios puede destruir al partido comunista chino (PCCH)? ¿Es posible que este edificio colapse debido a que hago los ejercicios de Dafa?

Les aclaré aún más la verdad sobre Falun Dafa, y la persecución. Al final, les dije: "Entiendo su posición. No quiero causarles ningún problema. Por favor, dígale a sus supervisores lo que les dije".

Una noche justo cuando empecé a hacer los ejercicios, los dos reclusos que estaban asignados a vigilarme vinieron a verme y me rogaron: "¡Por favor, por favor, deja de hacer los ejercicios! Si no extenderán nuestras sentencias y no podremos irnos a casa".

"Está bien, no haré los ejercicios hoy. Mañana, puedes decirle a quien te haya dado esa orden que no comeré de aquí en adelante". Dije con calma.

Al día siguiente, no me levanté de la cama. A la hora del almuerzo, el guardia asistente Wang entró en mi celda. Se inclinó y dijo en voz baja: "Estoy aquí para disculparme en nombre del capitán Li. Todos te respetamos aquí. En realidad, debido a que usted defiende los virtuosos principios de Dafa, hay menos problemas y conflictos entre los internos en nuestra sección".

Espero que entiendas la presión que sufre el capitán Li, y trata esto como un malentendido". Entonces me dijo que podía hacer los ejercicios de Falun Dafa cuando quisiera.

A partir de entonces, cada vez que un guardia me veía haciendo los ejercicios, cerraba la cortina de la ventana y fingía que no veía nada.

Una vez, el Capitán Li me dijo que yo era la única persona que seguía haciendo los ejercicios de Falun Dafa en toda la prisión. Sintió mucha presión por parte de sus superiores y quería que parara. Me di cuenta de que dependía de él.

Le dije: "Te agradezco mucho que me dejes hacer los ejercicios. Eres una buena persona, y serás bendecida por tus buenas obras." Nunca dejé de hacer los ejercicios, y él tampoco me obligó a hacerlo.

El capitán de los guardias en la prisión: "Tarde o temprano, el asunto de Falun Dafa se resolverá".

En la cárcel, se nos exige que escribamos y entreguemos un informe semanal a los guardias. Aproveché esta oportunidad para escribir sobre Falun Dafa y mis propias experiencias, así como sobre algunos incidentes extraordinarios que había presenciado. Otro recluso me dijo que el Capitán Li leyó cuidadosamente cada reporte que envié.

"No sólo tiene buena letra, sino que su razonamiento es muy lógico. Hay gente muy talentosa entre los practicantes de Falun Dafa", lo escucharon decir eso sobre mí.

Más tarde, nuestra sección se fusionó con otra sección. Me reuní con los tres practicantes de Falun Dafa de la otra sección. El capitán Li me dijo: "Los pongo contigo para que los cuides". Pero no puedes hacer los ejercicios con ellos todo el tiempo".

"Si quieren hacer los ejercicios es asunto suyo", le dije. "También están encarcelados porque se negaron a renunciar a Falun Dafa. No sería correcto que me dejes hacer los ejercicios a mí y a ellos no". Le dije. Él no dijo nada.

Los cuatro practicantes fuimos capaces de hacer ejercicios sin la interferencia de ningún guardia. Eso era raro en la prisión.

A pesar de que la persecución en prisión era todavía muy severa en ese momento, el ambiente en nuestra sección en particular estaba mejorando. Los cuatro practicantes estábamos en la misma celda mientras que los practicantes de otras secciones estaban encerrados individualmente. El capitán Li incluso nos trajo comida de restaurante, cuando tuvo la oportunidad de trabajar fuera de la prisión.

Un día, un recluso me dijo que el capitán Li elogió de nuevo a los practicantes de Falun Dafa. El capitán dijo: "Tarde o temprano, el asunto de Falun Dafa será resuelto".

El asistente de la guardia Wang dijo una vez a todos los internos de nuestra sección: "El capitán ha dicho que los internos que fueron asignados para estar con los practicantes de Falun Dafa no deben vigilarlos, sino cuidarlos".

Un recluso se lamentó más tarde: "Los practicantes de Falun Dafa están recibiendo los mejores cuidados en la cárcel. Debería empezar a practicar Falun Dafa también".

Me encargaron que me ocupara del pizarrón de anuncios. Siempre quitaba los contenidos que difamaban o perseguían a Falun Dafa. Y Nadie se opuso.

Después de salir de la cárcel, me enteré de que el capitán Li seguía bien. Creo que fue recompensado por haber tratado bien a los practicantes de Falun Dafa.

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(Continua)