(Minghui.org) Tengo ochenta años y tuve la suerte de aprender Falun Dafa en 1996. Nací en el campo. Era introvertida y no hablaba bien. Por naturaleza, no me gustaban los chismes y nunca discutía con nadie. Cuando me lastimaban o me hacían daño, simplemente lloraba a espaldas de los demás. Todos decían que yo era una buena persona, no me gustaba luchar por las cosas y creía que uno debería estar contento con lo que tuviera.

Encuentro milagroso

A los diez años tenía lombrices intestinales. Mi estómago crecía más y más cada día y sufría un dolor insoportable. Tenía que rodar sobre mi cama de vez en cuando para aliviar el dolor. No podía comer, y parecía ictérica y muy delgada. Mis padres estaban muy preocupados y no sabían qué hacer.

En ese momento, mi familia no tenía conocimiento médico. Normalmente los niños podían evacuar las lombrices naturalmente, pero como no había comido en mucho tiempo, no tenía nada para eliminar. Con el paso del tiempo, mi condición empeoró. Al ver mi sufrimiento y pérdida de peso, mis padres no pudieron hacer nada más que llorar.

Un día, mi abuela salió y caminó por la calle sin rumbo. De repente, un hombre vestido como un taoísta se acercó a ella y le dijo que él podía tratar enfermedades difíciles. Mi abuela estaba muy feliz de escuchar eso: su nieta tenía la oportunidad de recuperarse, así ella trajo a la persona a nuestra casa.

El hombre me miró por un momento mientras yo estaba al borde de la muerte. Él me parecía familiar y estuve feliz de verlo. No revisó mi pulso ni hizo ninguna pregunta, sacó algunas tabletas y se las dio a mi abuela, le dijo cómo administrar los medicamentos y se fue.

Al día siguiente, evacué muchas lombrices y tuve apetito de inmediato. Después de eso, mejoré. Mis padres se dieron cuenta de que ese hombre me había salvado la vida, pero no se lo encontraba en ninguna parte. Todos pensaron que tuve la suerte de que una persona especial hubiera venido a salvarme la vida.

Después de conocer Falun Dafa, me di cuenta de que los practicantes de Dafa tienen relaciones predestinadas con el Maestro Li (el fundador) y están constantemente protegidos por Él para que puedan aprender Dafa. Estoy profundamente agradecida por la salvación del Maestro.

El libro del cielo

Había tenido mala salud desde que era niña. Empeoré después de casarme y tener hijos. Tenía que hacer las tareas del hogar además de los trabajos de los hombres para llegar a fin de mes, mi salud se deterioró como resultado. Me sentía desesperada anticipando mi vejez, me convertiría en una carga para mis hijos y no habría salida.

A mi esposo le gustaba hacer ejercicios de energía cuando era más joven, así que pensé que tal vez yo también podría aprenderlos para tener una mejor salud. Sin embargo, tan pronto como leí sus libros que estaban llenos de instrucciones complicadas, perdí el interés. Deseaba algo que fuera simple y que no se concentrara en respirar. Además, mi esposo había practicado una docena de prácticas diferentes y su salud no había mejorado. A veces necesitaba medicación. Para ayudarme, mi esposo visitó todas las librerías de la ciudad en busca de un libro sobre una práctica simple, pero fue en vano.

Entonces, uno de sus compañeros de trabajo nos dijo que vio un qigong llamado Falun Dafa en el parque, y que era efectivo y fácil de aprender. Entonces fue a buscar el sitio de práctica y un practicante le dio una copia de Zhuan Falun. Tan pronto como lo obtuve, comencé a aprender los movimientos, sin leer los principios. Después de varios días, comencé a tener síntomas similares a los de la gripe: fiebre alta, tos y asma. Incluso los medicamentos no ayudaron, así que fui a una clínica para recibir inyecciones, pero empeoré. Entonces me di cuenta de que hacer los ejercicios podía tratar enfermedades.

Entonces decidí no someterme a la inyección del hospital y me fui a casa a hacer los ejercicios. En dos días, mis síntomas desaparecieron, sentí la energía. Experimenté los extraordinarios beneficios para la salud de la práctica y decidí que seguiría esta práctica.

Milagros

Desde que comencé la práctica, han ocurrido muchos accidentes. Con la protección del Maestro, he sobrevivido.

Una tarde de agosto de 1997, fui al mercado con mi esposo. Íbamos caminando por la calle junto a la acera cuando un automóvil nos golpeó, arrojando a mi esposo a unos metros de distancia antes de que aterrizara en el suelo, los espectadores pensaron que seguramente moriría.

No podía levantarse, ya que su talón estaba raspado por el guardafangos del automóvil y su pie izquierdo estaba roto. Yo estaba a su lado derecho cuando sucedió y fui golpeada por el espejo lateral en mi oreja izquierda, tuve un corte de medio centímetro. El parabrisas del auto tenía un gran agujero por el impacto de la cabeza de mi esposo, era un automóvil de la compañía de transporte público de la ciudad cuyo conductor vio lo que pasó y huyó.

Los pasajeros en el auto aparentemente eran los jefes de la compañía. Intentaron consolarnos y nos preguntaron cómo podían ayudar. Ambos les dijimos que éramos practicantes de Falun Dafa y que nuestro Maestro nos enseñó a ser buenos y que no los extorsionaríamos. Los espectadores estaban muy impresionados con Falun Dafa, ya que podían ver que nos veíamos bien y criticaron al conductor que había huido.

Los jefes de la compañía se disculparon. Intentaron ayudar a mi esposo a levantarse, pero él dijo: "No, puedo hacerlo yo mismo". Sugirieron que fuéramos al hospital para que nos hicieran un chequeo. Nos tranquilizamos e insistimos en que estaríamos bien. Nos agradecieron profundamente. Todos los espectadores pensaron que ellos se habían librado fácilmente porque habíamos sido muy amables.

Luego, los directores quisieron llevarnos a su empresa para reunirnos con su personal. Pensé: "¿Por qué no? Esta sería una buena oportunidad para promover Falun Dafa". Nos llevaron a su oficina, mi esposo entró soportando el dolor. Todos los miembros del personal fueron llamados a reunirse con nosotros. Los jefes relataron lo sucedido y nos alabaron por nuestra alta moralidad y alentaron al personal a aprender de nosotros. Una persona dijo: "¡Nos hemos encontrado con un Buda vivo!". Algunas personas incluso pidieron una copia de Zhuan Falun. Alentamos a todos a aprender la verdad sobre Falun Dafa y a ser buenas personas.

Nos llevaron a casa y también querían darnos algunas frutas o suplementos nutricionales, pero lo rechazamos, todos quedaron muy impresionados con nosotros. "Realmente los admiramos. Nunca habíamos visto a nadie como ustedes, solo personas que deseaban una compensación irrazonable incluso con lesiones muy leves. ¡Falun Dafa es realmente bueno!".

Cómo he cambiado

Después de que comenzó la persecución en 1999, experimenté la peor presión en mi vida. Mi esposo y yo fuimos atacados mientras coordinábamos el trabajo en un centro de asistencia. Fuimos interrogados, amenazados, seguidos y acosados por la policía, y nuestra casa fue registrada por la policía armada, toda la familia vivía aterrorizada.

Seguí estudiando el Fa y mis pensamientos rectos se fortalecieron. Me dije que yo no había hecho nada malo y que lo que estaba haciendo era lo más recto del mundo. ¿De qué había que tener miedo? Los que persiguieron a Dafa y a los discípulos de Dafa eran los que deberían vivir con miedo.

Decidimos que trataríamos a la policía con amabilidad, para no provocar su lado malvado. Creíamos en lo que Shifu habló: la energía compasiva desintegraría el mal detrás de ellos para que no hicieran el mal. Algunos de ellos se conmovieron y nos dijeron lo indefensos que se sentían al tener que seguir órdenes. Les dijimos que recordaran que Falun Dafa es bueno y que todo lo demás estaría abien. También ayudé a dos personas a renunciar al partido comunista chino (PCCh), uno era el jefe de la agencia local de vigilancia del vecindario y otro era un oficial de policía que me visitó después de presentar la denuncia penal contra el exjefe del PCCh, Jiang Zemin.

En septiembre de 2005, la oficina provincial 610 se apresuró a reunir a practicantes de Falun Dafa. Un grupo de nueve, incluidos policías y algunos otros, vinieron a nuestra casa, los dejamos entrar. Mientras mi esposo les aclaraba la verdad, les enviaba pensamientos rectos. Él estaba un poco nervioso, así que le recordé que fuera compasivo. Se controló y tuvo un efecto mucho mejor ya que lo escucharon durante más de veinte minutos. Querían llevárselo, pero mi esposo se resistió y los desafió por razones legales. Como nos resistimos, finalmente tuvieron que irse. Esto demostró que, si tenemos pensamientos rectos y acciones rectas, Shifu protegería a sus discípulos.

Yo solía ser muy tímida, pero con el fortalecimiento de Shifu y el poder de Dafa he madurado gradualmente. Antes no podía entregar materiales de aclaración de la verdad. Ahora puedo dar materiales a las personas, producirlos, hablar con la gente sobre los hechos, ayudar a las personas a renunciar al PCCh y establecer grupos de estudio del Fa. Shifu me otorgó esto. El Maestro me ha allanado el camino y solo necesito seguirlo.

Gracias, Maestro, por tu misericordiosa salvación. Estudiaré el Fa y mejoraré para cumplir mi misión hasta que llegue a la consumación.