(Minghui.org) En 2007, una docena de practicantes de mi zona fuimos arrestados ilegalmente. Varios de nosotros fuimos detenidos durante cuatro meses y luego enviados a un centro de lavado de cerebro.

En el centro de lavado de cerebro, había algunos practicantes que habían desarrollado un entendimiento distorsionado del Fa. Los guardias les ordenaron que nos transformaran. Con los libros de Dafa en sus manos, compartieron sus retorcidas interpretaciones y las cosas "valientes" que hicieron como resultado. Debido a que no tenía un entendimiento sólido del Fa, poco a poco, me convencieron.

En 2011, todavía me aferraba a esos entendimientos distorsionados. Aunque sabía que Dafa era bueno, no estaba haciendo las tres cosas, y pensaba que mi entendimiento se basaba en el Fa.

Un día, recibí una llamada telefónica de una practicante que vivía en el extranjero, instándome a regresar a la práctica de Dafa. Creía que estaba haciendo las cosas de acuerdo con los estándares del Fa, así que no la tomé en serio y le colgué.

Unos días después, llamó de nuevo. Esta vez me dijo que había recibido un correo de una practicante a quien previamente yo le había introducido a Falun Dafa. Esta practicante le pidió que me ayudara a volver a la verdadera práctica de Dafa.

Su voz era tranquila y firme, sentí su compasión. Siempre recordaré lo que dijo: "¡Atesora la oportunidad que hemos esperado toda la eternidad!".

Esa frase me conmovió profundamente. Atravesó capas de yeli (karma) y llegó a lo profundo de mi ser. Me hizo preguntarme si mi entendimiento estaba mal. Empecé a extrañar a Dafa. Encontré una practicante y tomé prestada una copia del libro Zhuan Falun. Finalmente, regresé a Dafa.

Han pasado ocho años, y siento que soy una practicante verdadera. Estoy muy agradecida por la salvación de Shifu Li y por la perseverancia de la practicante. Me he esforzado por seguir el camino de la rectificación del Fa.

Aunque nunca nos hemos conocido en persona, esas palabras "¡Atesora la oportunidad que hemos esperado toda la eternidad!", están grabadas en mi mente. Sé que fue Shifu quien me habló a través de ella. ¡Gracias Shifu, y gracias a mi compañera practicante!