(Minghui.org) Un practicante y yo fuimos a una zona de suburbios para hablar con la gente sobre Falun Dafa. Nos reunimos con unos cuantos ancianos y los saludamos.

Mientras hablaba, les mostré el libro “El propósito final del comunismo” y les pregunté si lo habían leído antes.

Uno de los ancianos preguntó: “¿Eres practicante de Falun Dafa? Deberías dárselo a él”, señaló a otro anciano a su lado, “Él era profesor, deberías dejarle leer tu libro y educarlo”.

Le di el libro al profesor, así como un folleto de aclaración de la verdad: “Trata sobre la corrupción de los funcionarios del régimen comunista y la retribución que han recibido por las cosas malas que han hecho”. Los aceptó y comenzó a leer de inmediato.

Mi compañero añadió: “En el caso que no lo hayan hecho, deberían renunciar al partido comunista chino y a sus organizaciones afiliadas. Serán bendecido por ello”. Dijeron que ya habían renunciado al partido.

Entonces el anciano con el que hablé, habló con los demás: “¿Han tenido alguna vez ese calendario de escritorio hecho por los practicantes de Falun Dafa?, estaba tan bien hecho y es tan hermoso. Es mucho mejor que el calendario que compré. Me gusta más su calendario”.

Les dije que el nuevo calendario estaría disponible el próximo mes y que les guardaría algunos para ellos. Se pusieron muy contentos, “¡Por favor, acuérdese de guardarnos una copia a cada uno! Te estaremos esperando aquí”.

“¡Claro, no hay problema!”. respondimos. Después de que nos fuimos, pudimos escuchar que todavía estaban hablando sobre el calendario.

“El régimen comunista debe ser eliminado”

Otra mañana, cuando hablaba con un anciano en la acera, oí a alguien preguntarme por detrás: “¿Eres un practicante de Falun Dafa? Todo lo que dijeron los practicantes de Falun Dafa es cierto. ¿Tienes más folletos? ¡Dame la versión larga!”.

Me di la vuelta –Era un hombre de unos 60 años que tiraba de un carro con un altavoz. Parecía como si hubiera acabado de hacer los ejercicios matutinos y volvía de camino a casa. Le dije con pesar: “Lo siento, acabo de darle la última copia a este señor”.

Le dije que la próxima vez le llevaría una memoria USB, que tiene documentales y programas informáticos no censurados.

Luego le pregunté: “¿Ha renunciado al partido comunista chino y a sus organizaciones afiliadas?”.

“Claro, renuncié hace mucho tiempo. ¿Quién querría afiliarse hoy en día?”.

“El partido comunista es tan malvado. Persigue a gente buena, e incluso extirpa órganos a gente viva. ¡Debería haber sido eliminado hace tiempo!”, dijo.

Lo vi mientras se alejaba. Realmente sentí el poder de la verdad. Una vez que la gente lo entienda, difundirán la información por todas partes.