(Minghui.org) Aunque no tengo suficiente educación y me costará mucho escribir mis experiencias, quiero compartir mi historia con ustedes. Anteriormente tuve osteonecrosis (degeneración del tejido óseo) en ambas caderas en segundo grado y estuve prácticamente paralizada durante casi un año. Sin embargo, solo 3 o 4 días después de comenzar a practicar Falun Dafa, tiré mis bastones y pude caminar nuevamente. Este incidente tuvo un gran impacto en las personas del pueblo que sabían que yo tenía dificultad para caminar desde que tenía 27 años. Cuando empecé a hacer los ejercicios de Falun Gong, la gente me llevaba al lugar de práctica en un carrito. Comencé la práctica en marzo de 1999 cuando tenía 28 años.

Cuando la persecución a Falun Dafa comenzó en julio de 1999, hablé con mi suegro sobre la verdadera naturaleza de Falun Gong, y él estuvo de acuerdo en que debía ir a Beijing para apelar por el derecho a la práctica. En ese momento, mi suegro tenía vasculitis (vasos sanguíneos inflamados), que se convirtió en trombosis (coágulos de sangre), y sus piernas se infectaron debido a la mala circulación. Los médicos dijeron que no podían curar el problema a través de cirugía. A principios de 2000, llevé mis registros médicos de algunos hospitales importantes, demostrando que anteriormente tenía osteonecrosis, a la oficina local 610 (1) para mostrar los beneficios de practicar Falun Gong. La gente en la oficina 610 me llevó a la estación de policía y un oficial de policía caminando a mi rededor me dijo: "¿Puede recuperarse de la osteonecrosis hasta este punto?". Le expliqué en detalle cómo había mejorado mi salud después de practicar Falun Dafa. La policía llamó a algunas personas en mi aldea para verificar que lo que decía era cierto. Después de obtener la confirmación, me dejó ir.

Justo después de eso, decidí ir a Beijing para apelar por el derecho a practicar Falun Dafa. Mi padre dijo: "Deberías ir, incluso si nadie más va, porque Falun Dafa te devolvió la vida y tienes que defender tu conciencia". Mi padre me dio suficiente dinero para el viaje. En Beijing fui arrestada y la policía usó picanas eléctricas para sacudir todo mi cuerpo. Estuve detenida en el centro de detención local durante más de 60 días. Hice una huelga de hambre durante nueve días y mi estómago comenzó a sangrar. En lugar de ser enviada a tratamiento médico, me alimentaron a la fuerza.

La siguiente vez que fui a Beijing para apelar, fui arrestada y encarcelada por un año en un campo de trabajo forzado. Una vez, mi padre tuvo que pagar más de 500 yuanes [500 yuanes es el ingreso mensual promedio de un trabajador urbano en China] para poder visitarme en el campo de trabajos forzados de Wanjia. Antes de que se le permitiera verme, el guardia de seguridad le pidió a mi padre que difamara al fundador de Falun Gong, pero él no lo hizo. Tuvo que sobornar al guardia de seguridad con otros 100 yuanes para visitarme, ya que el campo de trabajos forzados de Wanjia no permitía visitas familiares. 

Como me negué a renunciar a mis creencias, me encerraron en la prisión de hombres y me obligaron a sentarme en una silla de metal durante tres días sin dormir. Protesté haciendo una huelga de hambre. Cuando mi padre vio lo increíblemente delgada que estaba, lloró, al igual que mi hermano y mi hermana mayores. El jefe del campo de trabajo, el Sr. Shi (primer nombre desconocido), el capitán y otros presos pidieron a mi familia que me convenciera para que renunciara a mis creencias y dejara de hacer la práctica. Le dijeron a mi padre: "Tu hija es una mentirosa. Afirmó que su osteonecrosis se curó después de tres o cuatro días de practicar Falun Gong". Mi padre respondió con seriedad: "La curación de su osteonecrosis en tan poco tiempo no es una mentira; es un hecho bien conocido. ¿Por qué no le preguntas a la gente de nuestro pueblo? Todo el mundo sabe que esto ocurrió". El jefe entonces dijo que yo era muy terca y le pidió a mi padre que me persuadiera para que "me transformara”. Le dije a mi padre: “Transformarme significa que debo separarme de Shifu y de Dafa, y además inventar mentiras para criticar a Dafa y abandonar la práctica”. De inmediato, mi padre dijo: “No. Una persona debe ser recta y noble. Todo lo que signifique renunciar a la conciencia propia no debe hacerse en ningún momento, aunque te cueste la vida”. El jefe y los demás estaban tan enojados por sus declaraciones que simplemente azotaron la puerta y se fueron.

Mi padre no es un practicante, pero mi madre lo es. Mi padre alentó a mi madre: "Tienes que hacerlo de verdad si quieres practicar, incluso si te ponen un cuchillo en el cuello". Entonces, cuando la policía le preguntó a mi madre si seguiría practicando o no, ella dijo firmemente: “¡Sí!”. Fue arrestada y la policía quería que mi padre pagara una multa de 5.000 yuanes. Mi padre dijo de inmediato: "¿Por qué debería darles dinero? ¿Qué leyes violaba ella? ¿No estaba simplemente practicando para estar saludable y ser una buena persona? Te diré que no te daría el dinero aunque lo tuviera. Si fuerzas el asunto, te demandaré. No creo que nadie en este país esté haciendo cumplir las leyes”. La policía se sorprendió y se fue en un mal estado de ánimo. Más tarde, mi madre fue arrestada. Dos semanas después, fue liberada porque mi hermano pagó a los oficiales 700 yuanes.

En junio de 2000, cinco prisioneros en Wanjia me agarraron del pelo y me arrastraron por el suelo. Luego me patearon, me golpearon y me enviaron a la prisión de hombres. Mis pies seguían sangrando por el arrastre. Me castigaron por 9 días forzándome a estar en cuclillas por largos periodos o a sentarme en un banco bajo. Las heridas en mis pies se infectaron debido a la falta de circulación y comenzaron a ulcerarse. No pude caminar normalmente por más de 20 días. Poco después de esto, uno de mis senos se inflamó y se hinchó. Después de 10 días, se desarrolló una gran ulcera enconada. Una gran cantidad de pus y sangre oscura brotó de la ulcera. Eventualmente, todo el tejido mamario se descompuso totalmente. Mi peso corporal se redujo a la mitad de lo que solía ser. Los guardias en el campo de trabajo pudieron ver que estaba muriendo y no querían ser responsables de mi muerte, por lo que me enviaron al Hospital de Mujeres y Niños de Harbin. El campo de trabajo llamó a mi familia y a la oficina 610 local para que me recogieran esa noche. El médico les dijo que tenía cáncer de mama.

Me sentía exhausta y mi salud empeoraba cada día. En mi agonía estaban vivos mis pensamientos rectos, porque sabía en lo profundo que si abandonaba estos pensamientos, nunca podría levantarme de nuevo. A veces solo quería morir, pero de inmediato pensaba: "¡No!". Un amigo mío vino a verme y me dijo: "¿No pasaste la prueba de la osteonecrosis? Ya que lo hiciste, debes hacer la práctica y deshacerte del cáncer”.

Dos días después, una practicante local vino a mi casa y me llevó con ella. El primer día, la practicante me dio un libro para leer y me preguntó si quería hacer los ejercicios. Pensé: “¿Cómo podría practicar en esta condición? Mi pecho está inflamado e hinchado, con pus que sale de la llaga. Mis brazos están cubiertos de ampollas y tengo sarna por todas partes. Estoy tan débil que ni siquiera puedo pararme”. Entonces pensé: "Soy una practicante de Dafa, una cultivadora, ¿cómo puedo no hacer los ejercicios? Además, los ejercicios solo pueden hacerme bien”. Luego me dije: “Sí”. Para el primer ejercicio, usé todo mi poder para estirarme sin pensar que estaba enferma. Después de los cuatro ejercicios, volvieron a ocurrir milagros. Mi pecho ya no estaba hinchado y ya no estaba en agonía me sentía muy bien y con mucha energía. Al igual que Shifu dijo en Zhuan Falun: "Decimos que lo bueno o lo malo surgen de un pensamiento de la persona, y la diferencia de este pensamiento también trae distintas consecuencias". 

El esposo de la practicante, que no practicaba, me había estado observando todo el tiempo. Cuando vio cómo había cambiado enormemente en un solo día, se rió: "Esto es maravilloso. Es un milagro". Me dijo: "Para ser honesto, me preocupaba que pudieras morir aquí porque incluso necesitaste que alguien te trajera cuando recién llegaste. Si no lo hubiera visto con mis propios ojos, no lo hubiera creído”. Luego comencé a estudiar el Fa (2) a hacer los ejercicios y enviar pensamientos rectos con regularidad. Mi cuerpo mejoraba cada día, y en menos de 20 días, estaba totalmente saludable.

No hay palabras para expresar lo agradecida que estoy con el Maestro. Al mismo tiempo, agradezco a los practicantes que me cuidaron. Decidí irme a casa. El segundo día después de que volví a casa fue el cumpleaños número 66 de mi suegro. Muchos amigos y familiares me vieron con la ropa nueva que los practicantes me habían comprado. Estaba sana, con la piel radiante. Todos estaban asombrados. Todo el mundo hablaba de mí. La mayoría de las personas pensaron que yo había muerto porque no habían sabido nada de mí en 20 días. Mi esposo estaba muy feliz y mi suegro no podía dejar de sonreír y decir: "Falun Dafa es milagroso". Mi suegro le dijo esto a mi suegra y ella dijo: "No creo eso. Tengo que verlo con mis propios ojos”. Ella vino solo para confirmar que mi pecho estaba totalmente curado con solo una gran cicatriz que quedaba para mostrar dónde había estado la llaga. La gente del pueblo dijo: "Incluso si el hospital pudiera tratar un cáncer tan avanzado, no podría haber cerrado un agujero tan enorme en 20 días". Le pregunté a mi amiga si recordaba su comentario anterior. Levantó el pulgar y dijo: "Creo totalmente en Falun Dafa. Es tan bueno que no solo lo creo, todos en el pueblo tienen que creerlo porque hemos visto la prueba”. Más tarde, la comisión de la ciudad vino a nuestro pueblo para tratar de lavarme el cerebro y pedirme que renunciara a Falun Dafa. El jefe de la aldea dijo a la comisión: "Solías decirnos que ella se estaba muriendo a causa del cáncer de mama. ¿Ahora está recuperada debido a su práctica y no la dejarás practicar? ¿Eso significa que quieres que se quede en casa y muera?".

Al final del año, los oficiales de la estación de policía y el ministerio de seguridad pública que me habían traído a casa desde el hospital vinieron a mi casa y me preguntaron: "¿Te has recuperado?". "Sí", respondí. "¿Realmente te has recuperado?”, repitieron. “¿No puedes ver que estoy bien aquí?", les dije. El oficial de policía dijo: "Tal vez fue un diagnóstico erróneo". Luego insinuó que no debería quedarme en casa y debiera ir a la casa de mi madre al día siguiente. Me rehusé. Al día siguiente, la policía vino a arrestarme. Les dije: "Estudio el Fa porque quiero ser una persona sana y buena. Cuando me estaba muriendo, vendí la casa y aun así no tenía suficiente dinero para pagar los tratamientos. Cuando me di por vencida, Falun Dafa me salvó. Luego me arrestaron porque dije la verdad sobre la práctica y casi muero en la cárcel. Una vez más, Falun Dafa me salvó y volví a la vida. Ahora vienes otra vez para hacerme daño. Sigues diciendo que Dafa es malo, veamos quién es el malo ahora. ¿Quién me está salvando y quién está tratando de matarme?”. No tenían nada que decir, pero parecían sentirse arrepentidos. Me dijeron: "No queríamos hacer esto, una autoridad de nivel superior lo ordenó". Mientras me arrastraban al auto, mi hija de nueve años se agarró a la pierna de un oficial y gritó: "Dejen que mamá se vaya". Después de que me metieron en el auto, mi hija se arrodilló junto a él y agarró la puerta y gritó: "Tío, arrésteme también, quiero estar con mi madre”. El oficial dijo con tristeza: "Eres demasiado joven para irte, tu madre volverá pronto”. Intentaron irse, pero mi hija todavía estaba agarrando la manija de la puerta y lloraba: "¡Mamá, quiero a mi mamá!". Después de algunos intentos, la policía no pudo conducir el coche lejos. La gente del pueblo estaba llorando y la policía finalmente se fue en medio de los sonidos de la condena.

Fui puesta en un centro de detención nuevamente. Constantemente recitaba el Fa del Maestro en mi mente y pensaba que ya que estaba aquí, de todas maneras clarificaría la verdad sobre la persecución. Mantuve mis pensamientos y acciones rectos; me rehusé a memorizar las reglas de la prisión, y no permitiría que su maldad me influyera. En pocos días las ampollas y sarna empezaron a aparecer en mis brazos y la piel en mi pecho comenzó a supurar. Me iluminé al hecho de que la enfermedad era para que la policía viera. Tras 20 días me dejaron salir bajo libertad condicional para ver a un doctor. La policía estaba planeando dictar sentencia pero ahora yo estaba fuera del campo de trabajos forzados. No me dejarían ir a mi casa y quisieron mandarme a la estación de policía cercana a la casa de mi madre. Allí la policía rechazó aceptarme. Ahora nadie quería tener que ver conmigo. Mi enfermedad se curó una vez que estuve de vuelta en mi casa.

Entiendo profundamente la solemnidad de Dafa, constantemente me pongo a la altura de los requisitos del Fa del Maestro y hago lo que se supone que debo hacer. Debido a que mi mente y mi cuerpo han mejorado significativamente después de comenzar la práctica, muchas personas han aprendido la verdad sobre Falun Dafa.

(1) La oficina 610 es una agencia creada específicamente para perseguir a Falun Gong, con poder absoluto sobre cada nivel de administración en el partido y en todos los demás sistemas políticos y judiciales.

(2) Fa: Ley y principios; Las enseñanzas de Falun Dafa.

Nota del editor: Publicado en el libro: 

Vida y esperanza renovadas: El poder curativo de Falun Dafa
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