(Minghui.org) El 13 de mayo de 2013, después de comenzar a practicar Falun Dafa, me sentí totalmente renovada. No tengo palabras para expresar la gratitud que toda mi familia siente por Dafa. Todo lo que podemos decir es: "Falun Dafa es bueno", "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno", y "Maestro Li es grandioso".

Una luz de esperanza

Ahora tengo 55 años. En agosto de 2012 me diagnosticaron cáncer de mama, así que me operaron. Antes de someterme a la operación, el médico les dijo a mis hijos que el cáncer ya se había extendido y que a pesar de la cirugía no había esperanza de que yo viviera mucho más tiempo. Les aconsejó que me dieran lo que quisiera porque mi situación era desesperante. Escuché por casualidad lo que dijo.

Las palabras del doctor fueron como una sentencia de muerte. Sentí lástima por mí, pero no quería rendirme. Solo tenía cincuenta y tantos años.

Me sometí a quimioterapia ocho veces durante el año siguiente. El dolor que experimenté fue indescriptible. Se me cayó todo el pelo y pesaba unos 30 kilos. Estaba tan débil que sentía que una ráfaga de viento podría derribarme. Después de escuchar que alguien que se sometió a tratamientos similares falleció al cabo de un año, la noticia me afectó tanto que casi me desmayo.

Cuando todo parecía perdido, un practicante de Falun Dafa vino a visitarme. Dijo que solo Dafa podía ayudarme. Sus palabras fueron una luz de esperanza, así que decidí intentarlo y empecé a practicar Falun Dafa.

El 13 de mayo es un día especial, el Día Mundial de Falun Dafa. Es el día en que el Maestro Li Hongzhi (fundador de Falun Dafa) presentó la práctica al público. También es el cumpleaños del Maestro. Siento que fue cuando renací, porque ese día empecé a practicar Falun Dafa. Fue el Maestro quien me trajo esperanza y me dio una nueva vida.

Una semana después de comenzar a practicar, el Maestro limpió mi cuerpo. Los practicantes me dijeron que estaba eliminando yeli (karma). Me consideré como una practicante atravesando una prueba. Pronto la incomodidad desapareció, y cada día que pasaba me volvía más saludable.

Tres meses después, experimenté otra tanda de eliminación de yeli. Tosí y tuve fiebre alta. Mi esposo no es practicante, y tenía miedo, así que compró varias medicinas. Sabía que no estaba realmente enferma, así que no las tomé. Seguí haciendo los ejercicios y estudiando el Fa. En dos semanas, los síntomas desaparecieron y me sentí bien. Mi marido fue testigo del increíble poder de Dafa.

Mi salud seguía mejorando, e incluso empecé a subir de peso. Ahora estoy muy saludable y peso 55 kilos. Me sentía incluso más saludable que antes de enfermar.

Un día encontré al médico local. Me preguntó por qué no me había visto recientemente, y me dijo que me veía más joven y muy saludable. Le dije que había empezado a practicar Falun Dafa. Él dijo: "¡Vaya! Falun Dafa es realmente bueno".

Enfocada en salvar a la gente

Me siento muy afortunada de haberme convertido en una practicante de Falun Dafa. Al estudiar las enseñanzas, entiendo que debemos cultivarnos bien para poder salvar a la gente.

A pesar de que acabo de empezar a practicar, me puse unos requisitos muy estrictos. El Maestro me dio una nueva vida y sé que mi vida extendida está destinada a la cultivación, y que debo atesorar cada momento. No quiero decepcionar al Maestro.

Mi esposo estuvo de acuerdo y dijo: "Si no hubieras empezado a practicar Falun Dafa, tu vida podría haber terminado. Concéntrate en tu cultivación y haz lo que se supone que debes hacer".

Todos los días, con otro practicante salíamos a aclarar la verdad. Normalmente cuento a la gente mi historia y lo increíble que es Falun Dafa. No importa si estoy hablando con un oficial del gobierno o con un agente de policía, los trato con compasión.

Me gustaría compartir algunas historias.

La policía gritó "¡Falun Dafa es bueno!"

En la primavera de 2017 dos policías llamaron a mi puerta. No quería abrir, pero pensé: "¿No han venido aquí para que les explique por qué no deben perseguir a los practicantes? Entonces, abrí la puerta y los invité a entrar.

Después de charlar un rato, uno de ellos preguntó: "¿Puedes dejar de practicar?". Le contesté: "No puedo porque si no practicaría, hoy no estaría viva". Le expliqué que había estado muy enferma, y que practicar Falun Dafa me salvó. Cuando terminé de contarles mi historia, quedaron muy impresionados. También les expliqué por qué millones de chinos se han retirado del partido. Cuando acabé de hablar, aceptaron felizmente renunciar al partido comunista.

Cuando salían de mi casa, gritaban: "¡Falun Dafa es bueno! "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno".

Aclarando la verdad a los funcionarios de la aldea

Un día, noté que los materiales de aclaración de la verdad que había pegado en las paredes fuera de mi puerta estaban cubiertos con pegatinas y tinta negra y se veían horrible. Pensé que quizás algunos funcionarios de la aldea habían puesto las pegatinas y garabateado sobre ellas con tinta negra. Tal vez me estaban dando una pista para que no difundiera más materiales de Falun Dafa. Sabía que no entendían lo malo que era lo que hacían. Lo sabía porque vivíamos en el mismo pueblo, teníamos una relación predestinada, y tenía que salvarlos.

Me dirigí directo a la oficina del pueblo. Les apunté a los funcionarios de la aldea: "Han destrozado la información sobre Falun Dafa. Esto es muy serio. Por favor, no lo hagan más. Tienen que quitar esas pegatinas y limpiar esa tinta negra". También les aclaré la verdad y les conté por qué los chinos se retiran del partido. Poco después, limpiaron todo y esto no ha vuelto a ocurrir.

Las calamidades se convierten en bendiciones

Mi marido ha sido testigo de muchas cosas positivas traídas por Dafa. Aunque él no practica, respeta al Maestro y cree en Dafa.

Mi marido trabaja en una mina. Un día, la cuerda del elevador a su lado se rompió de repente, y la pesada cabina de elevación se cayó y golpeó la pierna de mi esposo. Rebotó en su pierna y golpeó la pierna de otro trabajador. La pierna de mi esposo solo tenía apenas algún rasguño, pero la pierna del otro trabajador estaba quebrada. Mi marido se emocionó mucho cuando llegó a casa y dijo: "¡Dafa me ha salvado!". Después de ese incidente, comenzó a respetar sinceramente al Maestro. A menudo dice: "Si no fuera por Falun Dafa, mi familia se habría destrozado hace años".

Mi gratitud hacia Dafa está más allá de la descripción de las palabras. Aunque empecé a practicar tarde, haré todo lo posible para cultivarme diligentemente y hacer lo que un discípulo de Dafa debe hacer. ¡Gracias Maestro por todo lo que me has dado a mi familia y a mí!