(Minghui.org) Todo sucedió en 1998, cuando mi hermano se jubiló y comenzó su propio negocio de transporte de mineral de hierro. Él y sus compañeros estaban cruzando un puente cuando su tractor se precipitó en el río. Era un río seco lleno de rocas y escombros. Tres accidentes habían ocurrido en el mismo lugar antes que el suyo, y en todos sucedió alguna fatalidad.

Los tres compañeros de mi hermano sufrieron solo unos pocos cortes y rasguños, pero él resultó gravemente herido. Su reloj se rompió, y la linterna que llevaba en su bolso también se rompió. Aunque parecía estar bien, era incapaz de mover sus miembros. No había ningún centro de salud en la zona, así que una persona que trabajaba en una pequeña clínica miró a mi hermano y sopesó que podría haber sufrido una fractura en la clavícula y la pierna. Entonces le envolvió la pierna con unas hierbas antes de decirle adiós.

Mi hermano fue al gran hospital de la ciudad un mes después. Las radiografías mostraron que había sufrido una fractura en la pierna derecha que había cicatrizado mal. Su pierna derecha era dos pulgadas más corta que la izquierda. Un médico ortopédico sugirió practicar una cirugía con el fin de romper el hueso y usar tornillos de metal para fijar su pierna. Como sintió miedo de la cirugía y abandonó el hospital en contra del consejo médico.

Mi hermano solía leer Zhuan Falun, las principales enseñanzas de Falun Dafa, y hacía los ejercicios de Falun Dafa conmigo y con mi marido. Sabía que Falun Dafa es bueno, pero estaba demasiado ocupado ganándose la vida. Cuando nos enteramos de su accidente, supimos que el Maestro le había salvado la vida.

Fuimos a visitarlo y le llevamos el libro Zhuan Falun, y cintas de audio y video de la enseñanza del Fa del Maestro. Mi hermano estaba encantado de practicar Falun Dafa de nuevo.

Diez días después, cuando volvimos a visitarlo, él mismo vino a abrirnos la puerta. ¡Caminaba sin muletas! Estaba muy emocionado y nos dijo que la noche anterior tuvo un sueño y que una voz le dijo que sus piernas eran del mismo largo otra vez. Se levantó y era verdad. "¡El Maestro arregló mi pierna!", exclamó.

Regresó al hospital y le tomaron otra radiografía, la cual mostró que su fractura estaba curada. No se observaban señales de ninguna fractura. El radiólogo comparó sus imágenes de antes y después de las radiografías y exclamó: "¡Si no lo hubiera visto con mis propios ojos, no lo habría creído! ¡Falun Dafa es realmente asombroso!".