(Minghui.org) Nací y crecí en China, donde el partido comunista casi exterminó los valores tradicionales y la envidia se integró a mi forma de pensar y la voy acumulando. En especial cuando se trata de trabajar con otros practicantes, la envidia me impidió ayudar y apoyar de una forma constructiva prolongando mis propias tribulaciones.
Estoy muy involucrada en el proyecto de aclaración de la verdad, en el cual practicantes de todo el mundo hacen llamadas telefónicas a China continental para contarle a la gente sobre Dafa y la persecución. A través de este proyecto, tuve muchas oportunidades de interactuar y trabajar con otros practicantes. Descubrí que la envidia se manifiesta de muchas maneras diferentes, interfiriendo con nuestra capacidad de cooperar entre nosotros.
Envidiar a los demás pensando que son mejores
Una vez, en un grupo de intercambio en línea, señalé que tenía algo que compartir, pero el practicante que estaba coordinando me ignoró y llamó a otros.
Cuando el coordinador llamó a un practicante y le dijo: "June (alias), antes estabas mudo. ¿Tienes algo que te gustaría compartir?". Mi primer pensamiento fue: "¿Por qué está recibiendo toda la atención? ¿Por qué no me llamaron?". Estaba muy irritada.
Al día siguiente, mencioné cómo me ignoraron y cómo me sentí. El practicante que coordinaba me invitó amablemente a hablar. Enseguida me di cuenta de que tenía envidia y me sentí avergonzada.
Pero ¿por qué envidiaba a June? Ella es buena hablando con la gente sobre la persecución y recibe muy buenos comentarios. Si aprendiéramos de ella, todos nos beneficiaríamos. ¿Acaso no era pedirle que hablara algo bueno? También es una gran oportunidad para aprender unos de otros.
Si todos mejoráramos en aclarar la verdad, las personas a las que llamamos tendrían una mayor oportunidad de ser salvadas. Me gustaría que inviten a June a hablar. Vi que mi envidia era causada por mi egoísmo y mi apego a validarme. Daba más importancia a mis sentimientos personales que a ayudar a salvar a la gente.
Envidiosa de otros practicantes
La envidia también se manifiesta de muchas otras maneras. Por ejemplo, me gusta revisar cuántos practicantes están en línea en los otros equipos y si veo que en otros equipos hay más practicantes haciendo llamadas telefónicas, me da envidia de que estén trabajando en un caso más grande que nosotros.
Cuando miré hacia adentro, vi que mi reacción era causada por mi apego a la reputación y por querer validarme. Cuando más practicantes realizan llamadas telefónicas, significa que más personas están siendo contactadas, lo que en realidad fortalece nuestro esfuerzo de aclaración de la verdad. Es muy importante. Debo alegrarme por ellos en vez de sentir envidia.
Apegos y sentimientos
A veces, cuando hablo con otra practicante, si siento que ella no está tan comprometida en la conversación como yo, inmediatamente me siento infeliz y envidiosa. Yo pensaba: "Parece que le gusta charlar con fulano de tal". Cuando miré hacia adentro, vi que esto era causado por mi sentimentalismo y apego a los practicantes. También me di cuenta de que solo quiero oír cosas bonitas sobre mí.
Centrarse en las deficiencias de los demás
No soy muy buena para expresarme. Me molesta que otra practicante de mi equipo se comunique bien con los demás y que siempre esté dispuesta a ayudar. La envidia me hace centrarme en sus defectos y analizar lo que no hace bien.
Una vez, a nuestro equipo se le pidió que llamara a cierto número. Estaba en medio de algo, así que esta practicante hizo la llamada. Durante la conversación, la persona a la que llamó se alteró mucho y comenzó a maldecir. Llamó varias veces, pero con los mismos resultados. Pensé que esta practicante estaba siendo un poco agresiva y carecía de benevolencia. No se me ocurrió decirle que dejara de llamar y lo intentara más tarde.
Luego ese mismo día, pensé en este incidente. La persona a la que llamó ya estaba molesta, pero la practicante siguió llamándola. Esto podría fácilmente alejar a la gente. Enseguida pensé en las otras áreas en las que esta practicante se quedó corta. Y cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo, supe que tenía envidia.
Al día siguiente le envié un mensaje en privado y le conté resumido lo que había notado y le dije que esperaba que pueda ser más compasiva. Ella respondió: "¡Gracias!". No insistió en que tenía razón, como pensé que lo haría. Un practicante de Taiwán también mencionó este incidente y dijo que más tarde otro practicante llamó a este número y la persona se mantuvo calmada y escuchó durante mucho tiempo. La otra practicante se quedó en silencio y yo sabía que ella debía estar mirando hacia adentro.
Ese mismo día compartí mis pensamientos con ella y le dije: "Cuando hago llamadas telefónicas, trato de que la gente sienta la benevolencia de un practicante, incluso cuando me está maldiciendo". Sin embargo, cuando tengo un desacuerdo con un practicante, no soy benevolente y hasta a veces, ni siquiera soy muy respetuosa o considerada con sus sentimientos". Ella me lo agradeció.
La envidia me vuelve competitiva
Cada vez que alguien señala mis defectos, mi primera reacción es negarlo en mi mente, en vez de mirar hacia adentro y ver qué fue lo que les hizo decir esto. Esto me hizo ser competitiva.
Un día, un practicante me pidió que nombrara a otro practicante de mi equipo para reemplazarme y que maneje una situación específica de manera diferente. Todo lo que tenía que hacer era transmitir el mensaje. Sin embargo, mi primera reacción fue explicar que no hice nada malo. Me sentí incómoda, pensando que solo cometí ese error una vez, ¿por qué tuvo que volver a mencionarlo? Me di cuenta de que mi envidia estaba apareciendo de nuevo, así que traté de mantener la calma.
Esa tarde, mi corazón de injusticias surgió nuevamente y quise hablar con el practicante que hizo la sugerencia. Sabía que si trataba de explicarlo, molestaría a todos. Como todos estamos cultivando nuestros apegos, a veces no es fácil trabajar con otros practicantes. Si reacciono de una manera emocional, puedo generar malos entendidos. Enseguida me calmé y me dije con determinación que no caería en la trampa, creando conflictos entre los practicantes.
Eliminando la envidia por completo
¿Por qué mi primera reacción no es mirar hacia adentro, sino hacia afuera y querer explicarme? La mentalidad del partido comunista de "luchando y luchando" me enseñó a mirar los errores de los demás en lugar de mirarme.
No me gusta que me critiquen, pero me gusta oír cosas bonitas de mí. Me falta tolerancia, benevolencia y siempre quiero tener la razón. Cuando tengo un conflicto con otro practicante, siempre me fijo en sus defectos y no en sus puntos fuertes y cómo me ayudó.
Por fin entendí lo que dijo el Maestro Li Hongzhi:
"Entre los cultivadores del Dao genuinos también se refleja lo mismo: no se aceptan entre sí, y cuando no eliminan el corazón de contender, también producen fácilmente el corazón de envidia" (Séptima Lección, Zhuan Falun)
El Maestro Li también dijo:
"Ustedes tienen que ser así desde ahora, no importa si tienes razón o no, para un practicante este asunto no tiene importancia en absoluto. No pelees así y asá, no enfatices quién tiene razón o no. Algunos siempre están enfatizándose a sí mismos, tú tienes razón, tú no tienes errores, ¿Y? ¿Acaso te has elevado en el Fa? Usar un corazón humano para enfatizar lo correcto y lo incorrecto, esto en sí mismo es incorrecto, porque estás usando ese principio de la gente común para evaluarte a ti mismo, estás usando ese principio de la gente común para requerirles a los otros. Para los dioses, si un cultivador en el mundo humano tiene razón o está equivocado no tiene en absoluto importancia, sino que eliminar el apego de los corazones humanos es importante. En el xiulian, cómo quitar los corazones de apego es lo importante" (Enseñando el Fa en Manhattan).
La envidia está profundamente arraigada en mi pensamiento y está muy relacionada con mi egoísmo, resentimiento, competitividad, la mentalidad de presumir y en tratar de validarme. Realmente siento que la envidia es un arreglo del viejo universo y por eso, muchas tribulaciones fueron arregladas para interferir con nuestro trabajo en conjunto.
Somos practicantes de Falun Dafa y somos una familia. Recorrimos un largo camino. Por lo tanto, no debemos criticar a los demás ni señalar con el dedo, solo debemos tener tolerancia y benevolencia los unos por los otros. Sé que no lo hice bien en este aspecto, pero haré todo lo que esté a mi alcance para mejorar a partir de ahora.
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Categoría: Mejorándose uno mismo