(Minghui.org) "Me encantan los relatos históricos, de los cuales aprendo lo que significa una promesa y por qué necesito valorar el trabajo de otras personas", dijo el pequeño Zhuo después del campamento de verano de tres días de Minghui en Taipéi. "También me gustan los documentales de Falun Dafa. He aprendido de la persecución en China. Se lo contaré a mis compañeros de clase".

Los campamentos de verano de Minghui en todo el mundo proporcionan un ambiente estimulante para que los jóvenes practicantes de Falun Dafa mejoren en su crecimiento interior y aprendan la cultura tradicional china. Este informe incluye dos campamentos de verano, celebrados recientemente en Copenhague, Dinamarca y en Taipéi, Taiwán.

Aprendiendo sobre la cultura tradicional y la cultivación a través de la danza clásica china

El tema principal del campamento de verano de Copenhague este año fue la danza tradicional china, con actividades complementarias que incluían conocimientos del idioma chino e inglés, manualidades y aprendizaje del concepto tradicional chino de Yin y Yang. Cerca de 20 jóvenes de Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia e Irlanda de entre 8 y 19 años disfrutaron de las dos semanas de actividades.

Los participantes en el campamento de verano de Minghui en Dinamarca posan para una foto grupal después de la representación de danza al final del campamento.

Los niños aprendieron los estilos básicos de la danza tradicional china y el espíritu detrás de esta antigua forma de arte. También recibieron una introducción completa a la música tradicional china y a la caligrafía china.

La Sra. Jin, organizadora del campamento, dijo: "Esperamos que los jóvenes practicantes mejoren en arte, lenguaje, idioma, y comportamiento a través de este campamento. El objetivo más importante, por supuesto, es mejorar su cultivación y moralidad".

Ejercicios grupales en la Plaza del Ayuntamiento de Copenhague.

Durante el campamento, los niños visitaron los lugares de interés turístico de Copenhague. En la Plaza del Ayuntamiento demostraron los ejercicios de Falun Dafa y hablaron con otros turistas sobre la persecución que Falun Dafa está sufriendo en China.

Alina vino al campamento con su hermano. Le encantó su experiencia durante estas dos semanas.

"La cultura tradicional nos enseña a respetar a los profesores y a ser compasivos con los demás", dijo Alina. "Muchos niños en mi colegio no valoran estas cosas".

Lily, la madre de uno de los niños, se alegró de que su hijo aprendiera a ser humilde y a perdonar en el campamento.

"Los niños hacían los ejercicios todas las mañanas, y durante el día, los profesores les recordaban que debían seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia", dijo Lily.

Y añadió: "Veo que mi hija se ha vuelto más educada. Curiosamente, su comportamiento es como un espejo que me permite ver mis propios apegos, como los celos y la mentalidad de competir".

"Las dos hemos mejorado aquí", dijo Lily.

Cultivándonos juntos en Taipéi

El campamento de verano de tres días de minghui en Taipéi, acogió a 45 niños desde el jardín de infancia hasta el sexto grado. Además de leer los libros de Falun Dafa y hacer los ejercicios, las actividades incluyeron leer relatos históricos, ver obras de teatro, aprender caligrafía china y ver documentales de Falun Dafa.

Los jóvenes campistas hacen juntos el ejercicio de meditación.

Una foto de grupo al final del campamento de verano de Minghui en Taipéi.

Para muchos de los jóvenes practicantes, una de las cosas más importantes que aprendieron en el campamento fue buscar en su interior los errores propios durante los conflictos.

El organizador del campamento Yang Yizhen dijo: "Nuestra meta no es solo que los niños pequeños vean la belleza de Falun Dafa, sino también enseñarles los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. En este ambiente, pueden recordarse uno al otro que deben seguir un estándar moral más alto".

Chang Huairen, uno de los profesores, se sintió conmovido por el espíritu de los niños.

"La mayoría de los niños pequeños hicieron todo lo posible por hacer la meditación sentados, aunque algunos no entienden del todo por qué hacemos la meditación", dijo. "Un niño de 5 años me pedía a menudo que lo abrazara, y alegremente saltaba sobre mí. Pero cuando empezó la música [de ejercicio], fue capaz de sentarse en silencio durante 15 minutos".

El joven Yizhen dijo: "Mucha gente piensa que los niños pequeños son traviesos. Pero de hecho, son puros. En este ambiente, ves que todos son capaces de mejorar su habla y comportamiento de acuerdo con los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.