(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en la primavera de 2016, a los 25 años. Me siento muy afortunada de poder cultivarme en Dafa durante el período de la rectificación del Fa.

Viendo a través de las mentiras y la propaganda del partido comunista chino

A menudo me preocupaba por muchas cosas en la vida. Me preocupaba si alguna vez tendría una amiga cercana, por mi educación y si lograría finalmente tener una carrera exitosa. Era buena estudiante y una figura popular en la escuela, pero en el fondo no era feliz.

Mi madre comenzó a leer los libros de Falun Dafa justo antes de mi examen de ingreso a la universidad. Me alentaba para que leyera con ella. Sin embargo, me encontraba ya profundamente influenciada por el partido comunista chino (PCCh) así que me preocupaba que mi madre se encontrara en un camino tan desviado. No quería escucharla y terminábamos siempre discutiendo.

Salí de mi hogar poco tiempo después para asistir a la universidad en otra ciudad. Solo regresaba durante las vacaciones escolares. Cada vez que volvía a casa veía que la actitud de mi madre había mejorado drásticamente, y que abandonaba su mal temperamento.

La llamaba cada vez que tenía un problema, y conversábamos. Siempre me atendía de forma calmada y amable, y me ayudaba a resolver cada problema que tenía. Mi madre se volvió la amiga que siempre había buscado.

Cuando estaba en su casa continuaba molestándome que leyera los libros de Dafa. Engañada por la propaganda mediática estatal sobre la mentira de la "autoinmolación" en la Plaza Tiananmen, le pregunté si quería prenderse fuego.

"Eso es algo imposible", respondió. “Nosotros, los practicantes, somos buenas personas. Echa un vistazo al libro y entenderás”.

Entonces investigué un poco y supe que el PCCh era un compendio de mentiras y engaños. Sabía que mi madre no se parecía en nada a lo que la propaganda retrataba en la televisión. Pero aun así, como tenía miedo del PCCh no me atrevía a leer los libros de Dafa.

Leyendo más sobre Dafa

Después de graduarme en la universidad, deseaba ser admitida por un prestigioso programa de graduación. Pero, como eso no ocurrió me sentí destrozada. Me encontraba deprimida cuando regresé a casa por las vacaciones.

Un día, mi madre puso una copia de Zhuan Falun enfrente de mí. “Este libro puede resolver todos tus problemas”, afirmó. “Cuando me llamabas por un problema, siempre me decías que lo que decía tenía sentido, pero estaba básicamente refiriéndome a los principios que había aprendido de este libro. ¿No será mejor si lo compruebas por tu cuenta?”.

Esta vez tomé el libro. Cuanto más lo leía, más ligero se sentía mi corazón. Me encontré con una profunda paz. Desde aquella noche duermo profundamente.

Luego de terminar de leer Zhuan Falun, me sentí más confiada. Sabía que era esto lo que buscaba. Pero, no pude evitar preguntarme por qué el PCCh inició la persecución. Quería llegar al fondo del asunto.

Le hice a mi madre muchas preguntas. Las respondió todas pacientemente. Me mostró varios DVD de aclaración de la verdad, como la puesta en escena del incidente de la “autoinmolación”, la apelación pacifica del 25 de abril en el gobierno central, y otros eventos. Me conmoví hasta las lágrimas. Estos practicantes eran tan rectos que sus rostros estaban llenos de compasión y perseverancia. Aquel que osa perseguirlos debe ser realmente malo.

Me di cuenta de que Dafa enseñaba a las personas a ser buenas. No había nada de malo en practicar Falun Dafa, y decidí formar parte de eso.

Todavía no tenía una comprensión profunda del Fa, ni entendía la misión de un practicante. Hacía las cosas por un sentido de justicia, para que la gente supiera la verdad. Cada vez que tenía la oportunidad, hablaba con mis amigos sobre Falun Dafa y veía los DVD con mis compañeros de habitación exponiendo las mentiras del PCCh detrás de la persecución.

En la universidad, hice la meditación sentada y estudié el Fa en mi cama todas las noches. Me comportaba acorde a los estándares de una practicante. Incluso cuando no era mi turno de limpiar el dormitorio, por ejemplo, me encargaba de hacerlo. Me llevaba bien con todos mis compañeros de cuarto después de comenzar a practicar.

Antes de graduarme, el colegio invitó a los estudiantes más calificados a solicitar su admisión en un grado superior. Creí que el proceso podía consumir mucho tiempo y tampoco quería alardear, así que lo ignoré. Inesperadamente, recibí una solicitud en blanco de mi instructora, quien me pedía que la rellenara y se la devolviera.

No me llevó esfuerzo ser nominada para recibir una graduación superior. Si esto hubiera sucedido antes de comenzar a practicar Falun Dafa, me habría sentido tan apegada al resultado que habría dedicado mucho tiempo a la solicitud.

Dejando ir los apegos

El primer trabajo que solicité después de la graduación fue como auxiliar de vuelo para una aerolínea internacional. Quería la oportunidad de ir al extranjero y obtener buenos ingresos. Las entrevistas fueron bien, pero entonces me detuvieron durante la verificación de antecedentes políticos, que lleva a cabo la policía local.

Mi madre había presentado una denuncia penal contra Jiang Zemin, el exjefe del PCCh. Por iniciar la persecución a Falun Dafa. La policía local era consciente de esto y, por lo tanto, no quería que pasara la verificación de antecedentes, así que decidí ir a hablar con ellos.

Con la ayuda de compañeros practicantes, fuimos a la estación de policía para hablar con ellos. El jefe me escuchó, pero aun así no me permitió pasar el control. Como tenía un gran apego por conseguir este trabajo, decidí volar a la sede de la aerolínea y hablar con los responsables.

Les hablé de Dafa a la mayoría de la gente que conocí en el viaje; desde los pasajeros que estaban a mi lado en el vuelo, hasta los taxistas en el aeropuerto e incluso a las demás personas que compartían mi mismo hotel. La mayoría apoyó a Dafa renunciando al PCCh y a sus organizaciones afiliadas.

Al siguiente día, fui a ver a la encargada de Recursos Humanos de la sede de la aerolínea. Le expliqué mi situación y me contó que uno de sus parientes también practica Falun Dafa.

Pero no pudo hacer nada para ayudarme. Me aseguró que yo era una buena persona y que no me resultaría difícil encontrar otro trabajo donde fuera. Le sonreí y dije: “Lo importante es que usted sepa la verdad, estaré bien, gracias”.

Me sentía abatida por no poder conseguir el trabajo de mis sueños, pero quería mostrar el comportamiento de una verdadera practicante.

También me resultó una durísima prueba soltar el apego a la fama y al interés propio.

Luego de volver a casa, no podía calmarme lo suficiente como para leer Zhuan Falun. Me había esforzado tanto para conseguir aquel trabajo que no lograba evitar sentirme triste.

Mi estado de cultivación no era bueno, y terminé perdiendo los estribos con mi madre. Además de eso, mi padre también se quejó y discutió con ella.

Una voz en mi cabeza dijo: “¡No leas esos libros, no te molestes en cultivarte más!”. Simplemente la ignoré.

Después de compartir con otros practicantes y estudiar el Fa con atención, finalmente pasé esta prueba.

El Maestro dijo:

“Aquello que perdemos son, en esencia, cosas no buenas. ¿Qué perdemos? Es precisamente el yeli, el cual es complementario con los diferentes corazones humanos. Por ejemplo, la gente común tiene toda clase de corazones no buenos y, por sus intereses personales, ha hecho todo tipo de cosas malas, entonces adquiere esta clase de materia negra, yeli. Esta tiene una relación directa con nuestro corazón; si quieres eliminar esta cosa no buena, primero tienes que dar un giro a este corazón tuyo” (Perder y ganar, Cuarta Lección, Zhuan Falun)

Luego de dejar ir completamente este apego, fui capaz de pensar con claridad y reconocer exactamente qué trabajo debía desempeñar. De repente me di cuenta de que la posición de asistente de vuelo no era una buena opción para mí, ya que sufría de mareos y vomitaba. ¿Cómo podía haber estado tan apegada a este trabajo?

Siguiendo el curso natural, hallé mi actual trabajo, ¡un arreglo perfecto!

Cuando no estoy ocupada con el trabajo, salgo con mi madre y otros practicantes a hablarle a la gente sobre Falun Dafa. Era un poco tímida al principio, pero rápidamente ajusté mi estado. Cada vez que tengo tiempo salgo a clarificar los hechos y siento cómo mejora mi cultivación.

Deshaciéndome de la interferencia de la sociedad

Solía pensar en mí y en mi propio placer, así que mi vida no me satisfacía. Necesitaba encontrar algo interesante para hacer que mi vida fuera más completa.

Un fuerte hábito mío era ver los dramas televisivos. Algunas veces pasaba despierta toda la noche mirándolos.

Luego de comenzar a practicar Falun Dafa dejé ir esos malos hábitos poco a poco.

La trama de los dramas de televisión se basa en la cosas de la gente común compitiendo y peleando por fama, intereses personales y sentimentalismo. Algunos de sus comportamientos muestran una moral muy cuestionable. Como practicantes, tenemos que seguir purificándonos, por lo tanto, ¿cómo podía seguir interesada en el mundo ordinario?

Otro hábito que tenía era cantar canciones de pop. Me di cuenta de que tan pronto como comenzaba a cantar, la melodía seguía resonando en mi mente, y eso interfería conmigo y mi cultivación.

Pensé seriamente en esto: no importa si es la letra misma o la sensación que tuve mientras cantaba, ¿no fue una manifestación de sentimentalismo? Además, cuando cantaba, solía grabarlo y compartirlo con mis amigos. ¿No estaba intentando mostrarme? Cuando grababa una canción, en mi mente también pensaba en quién la escucharía.

Si no presto atención a esto, mi apego podría arrastrarme hacia abajo. La cultivación no es una cuestión trivial. Debo rectificarme en cada pensamiento y acción para asegurarme de que cumplo con los estándares de un apracticante. Debo eliminar mis apegos desde la raíz.

Esto es lo que entiendo debido a mi limitado nivel, por favor señalen amablemente cualquier cosa inapropiada.