(Minghui.org) Antes de obtener Falun Dafa en 1999, sufría de muchas dolencias. También tenía una protuberancia en el pie y sabía que seguramente era muestra de enfermedad, pero no me atrevía a consultárselo a los médicos. Sufría tanto a diario que perdí las ganas de vivir, hasta que comencé a cultivar Falun Dafa.
Después de hacer los ejercicios de Falun Dafa y cultivarme según los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia durante solo dos meses, todos los síntomas desaparecieron. Me sentí completamente renovada.
Compartí la alegría de obtener el Fa con mi padre quien ya era un anciano. Coincidió en que Falun Dafa era realmente bueno, pero que no era necesario hablar mucho de este asunto. Tenía miedo de que el partido comunista chino (PCCh) me persiguiera por practicarlo. No entendí su preocupación y le respondí: "La gente no debería ser perseguida por querer mejorar".
Escuché que muchos practicantes fueron arrestados después de que fuera anunciada la prohibición nacional de la práctica, el 20 de julio de 1999. Algunos practicantes planearon presentarse ante el gobierno regional para pedir justicia. Yo también me desplacé hasta dicho órgano de gobierno al día siguiente. Llegué antes de las 8:00 a. m. Un buen número de practicantes llegaron y se unieron más tarde, y por la tarde, muchas personas se encontraban dentro y fuera del patio del edificio gubernamental. Estuvimos allí mucho tiempo, pero no salió ningún funcionario a recibirnos. En cambio, llegó un gran grupo de policías y soldados armados. Algunos estaban armados con pistolas y cascos y otros tenían porras eléctricas y escudos.
Nos rodearon y nos juntaron. No permitían que nadie se moviera. Nos tomamos de la mano y nos paramos firmes uniendo nuestros cuerpos formando una muralla. Entonces, recitamos Lunyu y Hong Yin juntos:
Sin existencia
"Vivir sin expectativas,
morir sin arrepentimientos;
extinguiendo todo pensamiento excesivo,
cultivar el fo no es difícil" (Hon Yin).
Esa escena fue magnífica y conmovedora. Muchos practicantes, con lágrimas en los ojos, hablaron con la policía y los soldados: "Ustedes son los soldados del pueblo. Los apoyamos porque protegen a nuestro país y se oponen a que seamos invadidos. Entonces, ¿cómo pueden volver sus armas hacia aquellos que están siguiendo Verdad-Benevolencia-Tolerancia y tratando de ser mejores personas? Todos ustedes tienen padres o hermanos que podrían encontrarse entre nosotros".
Los soldados se quedaron sin palabras, y la situación no fue a mayores durante la noche. Dispusieron muchos autos y nos obligaron a entrar dentro de los mismos. Nos repartieron en varios puntos, lejos de la ciudad. Nos liberaron un par de días después.
Durante el incidente, me coloqué en primera fila siendo consciente de que sería una de las primeras en caer bajo el fuego, si disparaban sus armas. Pero no tenía miedo, Dafa renovó mi vida. Realmente sentí que, "si uno oye el Fa por la mañana, puede morir por la tarde" (Fundiéndose en el Fa, Escrituras Esenciales para mayor avance).
Debido a la persecución y la abrumadora propaganda del gobierno contra Falun Dafa, mi marido comenzó a pelear conmigo a diario. Tomó la decisión de no dejarme practicar. No me escuchaba y ni siquiera consideraba que gracias a Dafa había mejorado mi temperamento y mi salud. Al final, le aseguré que había decidido practicar Falun Dafa y que nadie podía mover mi corazón. Le dije que escucharía cualquier cosa que me tuviera que decir con la excepción de las mentiras sobre mi práctica. Me pidió el divorcio, afirmando que se quedaría con la posesión de todas nuestras propiedades. Estuve de acuerdo, entonces agarró mi llave de la casa. Después de lo cual, me marché llevándome tan solo algo de ropa.
Mi esposo pasó seis meses preparando los documentos para el divorcio, pero falló en presentarlos hasta en tres ocasiones porque le faltaban documentos o estaban mal cumplimentados. Al poco tiempo, desistió de su empeño de divorciarse. En lugar de eso, comenzó a presionar a sus hermanas para que me convencieran de que regresara a casa. Respondí que volvería siempre que prometiera dos cosas: apoyar mi cultivación y no interferir en mis relaciones con otros practicantes. Accedió e incluso puso el acuerdo por escrito.
Cuando llegué a casa, era un auténtico caos. Las ollas y cuencos sucios estaban tirados por todas partes. Encontré gusanos, y mi ropa apilada en una esquina. Con la ayuda de otros practicantes, ordené la casa rápidamente.
Mi esposo hizo un comentario: "Ustedes los cultivadores son personas de buen corazón. Cada uno de ustedes es sincero y bueno con los demás. La mayoría de las personas se hubiesen reído de mi situación y disfrutado de mi angustia. Solo ustedes, los practicantes, tratan verdaderamente bien a los demás".
Mi esposo dejó de salir a jugar al póquer hasta altas horas de la noche. Se hizo cargo de todas las compras y cocinaba. Después de que nuestro hijo creciera, se casara y tuviera hijos, sacaba a mis nietos a jugar cuando notaba que me tomaban demasiado tiempo, lo cual me permitía dedicar más tiempo a los proyectos de Dafa. Nunca interfería conmigo, ni siquiera cuando me quedaba despierta haciendo materiales para aclarar la verdad hasta altas horas de la madrugada. En cambio, solo me recordaba de vez en cuando que descansara.
Comenzó a abrirle la puerta y saludar a los compañeros practicantes y ya no los ahuyentaba. Si escuchaba algo que pudiera resultar una amenaza para los practicantes, me avisaba y me recordaba que prestara atención a la seguridad. Ahora es una persona completamente diferente.
Lo que expresé anteriormente es mi experiencia personal. Por favor señálenme cualquier cosa que no sea acorde al Fa.
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Categoría: Caminos de cultivación