(Minghui.org) Antes de comenzar a practicar Falun Dafa a mi esposa le diagnosticaron asma. Después que empezamos a hacerlo no se recuperó. Estábamos practicando Falun Dafa, entonces, ¿por qué aún padecía la enfermedad? Esto me molestó. Pronto me di cuenta que era una interferencia, ella necesitaba eliminarla y todavía no podía.
Estuvo muy mal en varias oportunidades, por lo que le manifesté que era porque el mal no quería que ella se cultive. Empezó tener miedo de hacer los ejercicios. Me puse ansioso y le pregunté por qué se estaba comportando en forma tan cobarde. “Necesitas creer en el Maestro y en el Fa”, le dije. Su salud mejoró y se lamentó de no haberlo hecho bien.
Mi esposa solo asistió a la escuela durante tres años, era incapaz de leer Zhuan Falun, por lo que me escuchaba leerlo. Comencé a dejar que ella me lo lea, pero perdía la paciencia cuando cometía errores. Se enojaba por mi crítica y renunciaba a continuar. Después que me calmaba, tenía que convencerla que lea nuevamente –esto ocurrió muchas veces.
Me uní a un grupo de estudio del Fa. Un practicante de 80 años no era un buen lector y le llevaba una eternidad terminar un párrafo. Sabía que era bueno para los practicantes leer juntos y no solo escuchar. Y que debía cultivar la paciencia y no quejarme.
Comencé a dejar que mi esposa lea el libro conmigo y pacientemente corregir sus errores. Sabía que ella lo estaba haciendo bien y que tenía el deseo de mejorar. La alenté y no la critiqué.
Ya no me enojé y no se sintió inferior. Ama estudiar el Fa y ahora está mucho más relajada cuando lee.
Soy una persona que siempre se rinde ante los demás. Mi esposa a menudo se enojaba conmigo por esto. Ahora es capaz de leer el Fa, compartimos nuestros entendimientos y puede entender y ser más tolerante.
Nos levantamos a la 3:40 a. m. todos los días a hacer los ejercicios. Hace la meditación sentada por más de una hora. Un día la interfirieron mientras la hacía. El estómago comenzó a molestarle. Y pensó: “Soy una discípula del Maestro, nadie está calificado para interferirme”. El dolor desapareció.
Después que cambiamos, la interferencia desapareció. Me iluminé a que somos una pareja, y que en tanto nos ayudemos en el estudio del Fa, haciendo todo bien y comprendiéndonos mutuamente, podemos atravesar cualquier prueba.
Los cultivadores pueden entender y perdonar. Eso es compasión, y el poder de la compasión puede resolver todo. Las quejas, el odio, la envidia y los conflictos son interferencia. Porque hay brechas, el mal vendrá a dañarte. Tu nivel será restringido en el mundo humano por el pensamiento humano, y tu cuerpo lo será por “el nacimiento, el envejecimiento, las enfermedades y la muerte”.
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Categoría: Mejorándose uno mismo