(Minghui.org) Debido a la persecución por parte del partido comunista chino (PCCh), estuve en prisión por practicar Falun Dafa. Conocí a muchos reclusos y fui testigo de cómo se beneficiaron de Dafa.

Un bulto desaparece

Un día, el recluso llamado Huang me dijo: "Tengo un gran bulto. Es enorme ¿Qué piensas que es?”. Lo sentí con mi mano. Era casi tan grande como el puño de un adulto. Le respondí: "Es imposible obtener tratamiento médico en prisión. Pero, quizás sea demasiado tarde para tratarlo cuando te liberen. Estarás bien si sigues mi consejo”. Me anticipé y lo ayudé a renunciar a las organizaciones comunistas a las que se había unido, y le dije que repita en su mente: "¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es buen0!”. Una semana después me dijo: "¡Funcionó!  ¡El gran bulto desapareció!”.

Recitar dos frases trae alivio

Otro interno llamado Gong solía tomar todo tipo de drogas. Su cara y su cuerpo estaban cubiertos de acné. Él tenía que apretar todos los días la sangre de estos granos. Su cara lucía feroz. Me dijo que eran consecuencia de usar drogas, y que su salud se había dañado. Sería feliz si podía vivir hasta los 60. Le manifesté: "Estarás bien si sigues mi consejo. Renuncia a las organizaciones comunistas a las que te has unido, y repite en tu mente: 'Falun Dafa es bueno y Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno´”.

Tomó mi sugerencia y consiguió que sus granos mejoraran después de unos días. Un mes después, solo se podían ver algunas cicatrices. Finalmente, también todas desaparecieron. Nuevamente se lo veía guapo. Estaba muy emocionado. Dijo que le gustaría aprender Falun Dafa después que fuera liberado.

Las espinillas se fueron

Otro recluso llamado Wang era muy terco y dudaba de mi consejo. Renunció a la liga juvenil comunista, pero no quiso repetir "Falun Dafa es grandioso". Wang tenía espinillas debido a su consumo de drogas, pero no tanto como Gong. No quería forzar a nadie a creer lo que yo decía, por lo que lo dejé que hiciera su elección.

Un día, vino a hablarme, parecía avergonzado. Y dijo: "¡Muchas gracias!". Me sorprendió, y le pregunté por qué. Me respondió: "Mira, mis granos se fueron". Me acerqué y solo vi algunas cicatrices en su rostro. Y continuó contando que había decidido repetir mentalmente "¡Falun Dafa es bueno y Verdad- Benevolencia-Tolerancia es bueno!".

Inmune a la gripe

Yu, el jefe de nuestra celda de prisión, es un hombre musculoso. Un día me preguntó qué pasaría si uno no tuviera el bazo. Le respondí que se enfermaría fácilmente por el pobre sistema inmunológico. Me contó que se lo habían extirpado después de una herida en una pelea. Le dije que tuviera cuidado porque podría resfriarse fácilmente. Luego manifestó: "Eso es muy cierto. Soy exactamente así. Tomo muchos medicamentos, pero ninguno ayuda. ¿Qué debo hacer?". Le dije que no había cura, pero tenía una idea que seguramente contribuiría. Lo ayudé a renunciar a las organizaciones comunistas y le dije que repita: "¡Falun Dafa es bueno y Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!". Siguió mi sugerencia. A veces, noté que me sonreía. Sabía que estaba repitiendo estas palabras en su mente. A veces, también le recordaba al respecto.

Un poco más tarde hubo un brote de gripe. Todos los que dormían en la misma área que Yu la contrajeron. Fue muy serio. Yu estaba justo en medio de ellos, pero estaba bien. Le pregunté por qué era inmune a la gripe a pesar que había un grupo de enfermos a su alrededor. Pareció aturdido durante unos segundos y dijo: "Acabo de darme cuenta. ¡Lo que me dijiste que hiciera realmente funcionó!". Le recomendé que continuara repitiéndolas por el resto de su vida. Dijo: "¡Sí! ¡Sí!". Como él era el jefe de la celda, le dije que tratara bien a los practicantes de Falun Dafa, porque eran buenas personas. Estuvo de acuerdo.

Apoyar a Falun Dafa trae buena fortuna

Un traficante de drogas llamado Huang fue traído a la prisión por vender cerca de un kilo de droga. Me dijo que su mayor esperanza era una sentencia de muerte con un indulto, y que sería imposible obtener una sentencia a cadena perpetua. Le conté los hechos de Falun Dafa. Reconoció que Dafa era bueno y me aconsejó que tuviera cuidado con mi seguridad. Decidió renunciar a las organizaciones comunistas y repitió: "¡Falun Dafa es bueno y Verdad- Benevolencia-Tolerancia es bueno!".

Una noche escuché accidentalmente su discusión sobre Falun Dafa con varios internos. Les contaba que “¡Falun Dafa es la Gran Ley!”. Quedé conmovido por su corazón sincero y estaba feliz que hubiera elegido para sí un futuro brillante.

Algunos días después, fue llevado a juicio. Regresó muy feliz, contándome que había recibido cadena perpetua. Le manifesté que si podía continuar contándole a la gente los hechos de Dafa, sería bendecido aun más. Estuvo de acuerdo.