(Minghui.org) Antes de comenzar a practicar Falun Dafa hace 22 años, era muy débil por estar afectada con numerosas enfermedades. Desde que practico Falun Dafa, tengo buena salud y no he tomado medicamentos o visitado el hospital. Incluso en días de frío intenso, usando ropa liviana, no tengo frío.

Eventos milagrosos

Me gustaría compartir algunos eventos extraordinarios que experimenté.

Una practicante de unos 60 años, vino una vez a mi casa sin invitación. Lucía muy enferma y débil. Al principio, no me dijo qué pasaba directamente. No sabía bien cómo reaccionaría así que solo compartí mis experiencias desde el punto de vista de practicar Falun Dafa. Gradualmente su estado cambió y lucía mejor.

Finalmente, me dijo que había “desarrollado” cálculos intestinales y una enfermedad al estómago, y que no había mejorado aún después de ver a los médicos. Pasamos dos días en casa estudiando las enseñanzas de Falun Dafa y haciendo los ejercicios juntas. Sus “síntomas” ¡desaparecieron completamente! Mejoró su corazón y su mente y los beneficios logrados eran obvios.

El año pasado, otra amiga me llamó por teléfono y me dijo que deseaba quedarse en mi casa por unos días. Como no me dio ninguna explicación, rechacé su pedido. Un mes después, llamó de nuevo. Esta vez dijo tristemente: “Si rechazas mi pedido de nuevo, quizás muera este año. ¡Y perderás una amiga para siempre”.

Luego me contó que había “desarrollado” una enfermedad en el hígado. Luego le dije que fuera a la casa que mi hijo había alquilado temporalmente, que allí la vería. La alenté a que creyera firmemente en Falun Dafa y que mirara hacia dentro en base a los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Limpiamos cualquier interferencia de otras dimensiones. Al final, sus síntomas falsos desaparecieron completamente.

Visité la ciudad natal de mi esposo en marzo y conocí algunos niños que estaba jugando afuera. Les hablé de Falun Dafa, y ellos aceptaron felizmente renunciar al partido comunista chino y sus organizaciones. Uno dijo que tenía dolor de cabeza. Lo alenté a recitar sinceramente “Falun Dafa es bueno” y “Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Juntos recitamos estas frases algunas veces, y su dolor de cabeza desapareció.

Cuando otra niña se nos acercó, él me pidió que ayudara a esta niña y su madre, porque su madre también tenía dolores de cabeza. Seguí a la niña a casa; su madre enferma estaba en la cama. Entonces le hablé de Dafa y la alenté a ella y a sus familiares que renunciaran al PCCh y sus organizaciones. Ella aceptó y dijo: “Me siento mejor ahora. ¡Es asombroso! ¡Tendrías que contarles estas cosas a todos los aldeanos! Un hombre, llamado “el novena tío” tiene una herida cerebral por un accidente que tuvo. También necesita tu ayuda”.

La niña me llevó a ver al “noveno tío” que estaba en una silla de ruedas. Su esposa dijo: “No se recuperó del accidente de auto, incluso después de haber recibido tratamiento en el hospital por el cual pagó más de 170.000 yuanes”.

Les expliqué los hechos de Falun Dafa a la esposa y dije: “Falun Dafa está despertando a la gente del mundo ahora. Si crees en ello, te beneficiarás instantáneamente y tus enfermedades se curarán”. Al mismo tiempo, los alenté a renunciar al PCCh y sus organizaciones. Al final, la esposa entendió la verdad y prometió recitar sinceramente las dos frases a su esposo todos los días.

Unos tres meses después, los encontré de nuevo. Para mi sorpresa, el hombre estaba aprendiendo a caminar con un bastón de bambú. La esposa me señaló y le dijo al esposo: “¿No sabes quién es? Es la señora que nos ayudó a resolver nuestras dificultades”. El esposo aceptó renunciar al PCCh y también recitaba “Falun Dafa es bueno” y “Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”.

Hoy el “noveno tío” puede caminar solo y vivir normalmente.

Una segunda vida después de encontrar Dafa

En una conversación con mi su cuñado, mi esposo dijo que le habían dado un libro, Zhuan Falun, en febrero de 1995, que hablaba sobre cómo tratar apropiadamente la pérdida y la ganancia. Me impresionó bastante lo que dijo. Esa noche no podía esperar para leer el libro.

En ese entonces sufría de varias enfermedades. Especialmente a la noche, muchas veces tenía síntomas de una condición extraña. Debido a mi pobreza, me limitaba a comprar medicamentos baratos, y mi situación empeoró.

Una noche noté que la tinta negra del libro se puso roja. Le dije a mi hija de nueve años: “Que raro. La tinta parece roja. Debo tener algo mal en los ojos”. Mi hija me dio otro libro, para ver si la tinta se veía roja también. Y me dio otro libro más. Pero la tinta en estos se veía normal. Mi esposo que estaba cerca dijo: “Como lo recuerdo, el libro menciona que alguien con capacidades sobrenaturales puede ver que el libro es de colores en otra dimensión”. ¡Entonces me di cuenta que el libro era un regalo del Cielo!

En poco tiempo mis enfermedades desaparecieron y mi vida se renovó.

Como mujer de negocios, miro hacia dentro para mejorarme y siempre considero primero a otros. Por ejemplo, cuando mis clientes me pagan de más, inmediatamente les devuelvo la diferencia.

Una vez, una vendedora ambulante de arroz dijo que no le pagué la última compra. Ella estaba tan enojada que juró por su sangre que se vengaría si no le pagaba. Permanecí tranquila y le pagué la suma que ella decía le debía. Varios días después la volví a ver. Me separó amablemente y me dijo: “No sé cómo decirte esto, pero ¡lo siento mucho! Encontré el dinero de la última compra en casa, así que sí me pagaste. ¡Por favor perdóname por ser tan brusca!”. Le sonreí.