(Minghui.org) Antes de cultivar Falun Dafa era egocéntrico y orgulloso. No me gustaba que otros me señalen los errores y comenzaba una pelea con quien lo hiciera. Por esto muchos de mis familiares tomaron distancia, e incluso algunos me vieron como a un enemigo.
En 1998, me convertí en practicante de Dafa. Las enseñanzas del Fa del Maestro resonaron en mí. Él me enseñó que “Zhen-Shan-Ren es el único criterio para evaluar si una persona es buena o mala” (Zhuan Falun), y finalmente entendí cómo ser una buena persona. En pocos meses, mis familiares fueron testigos de los grandes cambios en mi salud y en mi pensamiento.
Mi hermana mayor es bendecida por Dafa
Un año, mi hermana mayor plantó sandías en un lugar a pocos kilómetros de casa. Los plantines se infectaron con la enfermedad del polvo blanco la cual se esparce rápidamente y podría matar a todas las plantas. Estaba preocupada y vino llorando a lamentarse.
“¿Te olvidaste?”, le manifesté. “El Maestro dijo en Zhuan Falun: `Decimos que lo bueno o lo malo surgen de un pensamiento de la persona, y la diferencia de este pensamiento también trae distintas consecuencias´. También dijo: `Las plantas tienen sentimientos´. Mientras estamos hablando aquí, ellas pueden saberlo. Debes dejar de llorar. Cuando llegues a tu casa, recita sinceramente `Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno´. Haré también eso por ti. Continúa haciéndolo y un milagro podría suceder”.
Al día siguiente, mi hermana vino a verme después de la cena. Contó que la enfermedad había comenzado a desaparecer de sus plantines de sandía. Estaba muy feliz y agradeció al Maestro y a Dafa.
Mi hermana menor protegida por Dafa
Mi hermana menor tenía una enfermedad cardíaca congénita. Nadie en mi familia lo supo hasta un día en que se desmayó. En el hospital el médico le dijo a ella y a su esposo que no debía quedar embarazada, porque el feto en crecimiento podía ejercer presión sobre el corazón y poner en peligro la vida de la madre y del bebé.
La noticia cayó como una bomba. Siete años después, mi hermana tomó una increíble decisión: quiso tener un bebé, aún si perdía la vida.
Un día en setiembre de 2003, cuando tenía tres meses de embarazo, me pidió un recuerdo en el que se lea: “Falun Dafa es bueno; Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”.
Su embarazo fue normal. Nada, como lo que el médico predijo años atrás, sucedió.
En abril de 2004, fue al hospital para una cesárea. Antes de ser trasladada a una sala de cirugía, su esposo la detuvo y le pidió que se quitara del cuello el recuerdo de Dafa. Tenía miedo que causara algún problema si los galenos y las enfermeras lo veían. Ella se negó y lo sostuvo fuertemente delante de su pecho. La enfermera lo vio y dijo que estaba bien que lo usara.
A la mañana siguiente después que la llevaron de regreso a la sala, su marido le sostuvo las manos y le preguntó: “¿Me extrañaste durante la cirugía?”.
Respondió: “Fue un momento de gran temor para mí. Pero, mi mente estaba llena de `Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno´, entonces ¿qué sentido tenía pensar en ti?”. Observaron al bebé a su lado, y ambos sonrieron.
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