(Minghui.org) He estado haciendo llamadas telefónicas de clarificación de la verdad sobre Falun Dafa durante algunos años y he experimentado diversos grados de interferencia. Cuando había una interferencia mínima, usualmente ayudaba a más de una docena de personas a renunciar al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones juveniles. Cuando había más interferencia, pocas personas o ninguna renunciaban al PCCh.
El proceso de hacer llamadas para la aclaración de la verdad también es un proceso para cultivar mi xinxing. Cuando encuentro dificultades miro hacia adentro y elimino todos los apegos que encuentro.
Algunas veces mi estado de cultivación parecía óptimo, pero las llamadas telefónicas fueron ineficaces. Esto me dejaba perplejo y frustrado, y empezó a preocuparme que tuviera algunos apegos ocultos. Después entendí que sentirse frustrado también es un apego.
Recordando la sugerencia del Maestro
Hace algunos días soñé que compraba elotes (choclos) cocidos. Pero cuando quitaba las chalas, no había granos. Pelé algunos elotes más y de nuevo no tenían granos. Sin embargo, después de pelar unos pocas más, finalmente encontré algunos con granos.
Después de despertar, no pude desentrañar por qué tuve ese sueño. El Maestro me ha dado pistas en sueños, pero esta vez no pude discernir ningún significado oculto, así que decidí olvidarme del sueño.
Hice las llamadas telefónicas ese día, pero nadie quiso escucharme ni renunciar al PCCh. Antes de terminar, recordé el sueño y me pregunté si el Maestro me estaba dando pistas sobre esta situación. Pacientemente hice más llamadas telefónicas durante otra hora y 40 minutos. Entonces ayudé a siete personas a renunciar al PCCh, y mucha más gente que no se había unido al PCCh me escuchó aclarar los hechos. Al día siguiente llamé a más personas de esa ciudad y 16 personas renunciaron al PCCh.
Entonces comencé a llamar a otra ciudad, que tiene mayor desarrollo económico, pero nadie quería renunciar al PCCh. En silencio le dije al Maestro: "Maestro, nadie quiere escucharme". Esto continuó un día más. Luego me fui a casa y en lugar de salir nuevamente tomé una siesta. Tuve otro sueño que me ayudó a aclarar mis prioridades. En el sueño, estaba en una estación de ferrocarril y me encontré con alguien que conocía. Recité su nombre una y otra vez. Me di cuenta de que él estaba esperando tomar el tren para ir a casa, y en chino, su nombre significaba "se acerca la esperanza". Esto era el Maestro dándome indicios de que debería hacer todo lo posible por ayudar a la gente a regresar a sus hogares celestiales. Me levanté y salí a hacer llamadas telefónicas.
Durante las dos primeras horas, ayudé a seis personas a renunciar. También hubo algunos que nunca se habían afiliado a ninguna de las organizaciones del partido pero que me escucharon explicando los hechos sobre Falun Gong.
Me di cuenta de que si las llamadas telefónicas iban bien o no, siempre hay apegos para que nos cultivemos y podamos eliminar. Shifu arregla todo para nosotros. Lo que nos sucede cada día está bajo el control de Shifu. Sentirse frustrado ocurre solo porque no podemos iluminarnos a esto.
Cuando nuestro trabajo de aclaración de la verdad va bien, no debemos crear exultación. Por otro lado, cuando no va bien, no debemos sentirnos decepcionados. Lo que el Maestro mira es nuestro corazón. Por lo tanto, no importa cuántas dificultades encontremos en nuestro camino de cultivación, nunca debemos darnos por vencidos.
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Categoría: Aclarando la verdad