(Minghui.org) He estado esforzándome por mantener una vida normal en los últimos dos años. Debido a esto, las viejas fuerzas se aprovecharon de las debilidades en mi cultivación y me impusieron muchos conflictos con gente común y con compañeros practicantes. Sin embargo, Shifu ha estado cuidando de mí, dándome señales y alentándome.
Shifu escribió:
"Con un corazón firme, se levantan los pies con piernas de miles de kilos" (Escalando la montaña Tai, Hong Yin).
Salvar a la gente mientras se es perseguido
Fui arrestada en el invierno. Estando detenida, seguí enviando pensamientos rectos mientras buscaba mis errores. Una mujer con una chaqueta me siguió cuando fui a usar el baño. Mirándonos, las dos nos sentimos como si nos conociéramos desde hace mucho tiempo. Empezamos a hablar de inmediato como si fuéramos hermanas. Me dijo su nombre y cuál era su ciudad natal. Luego le hablé sobre Falun Dafa y sobre las renuncias al partido comunista chino (PCCh). Aceptó renunciar.
En ese momento, una decena de agentes de policía salieron inmediatamente para vigilar la zona. Sin embargo, no sentí ni una pizca de miedo y mi mente permaneció totalmente centrada en salvar a esta mujer. Más tarde, supe que era la capitana adjunta del equipo de seguridad nacional de la ciudad. Me sentí feliz por ella y por lo que hice.
Shifu nos enseñó:
"La misericordia es el estado eterno de los dioses” (¿Por qué rechazas?, Hong Yin III).
Esta enseñanza quedó grabada en mi corazón. He estado tratando a la policía y a los funcionarios de gobierno sin ningún resentimiento, a pesar de ser despedida de mi trabajo, sometida a sesiones de lavado de cerebro e incluso a interrogatorios. Me preocupa que sus conciencias no se despierten y continúen participando en la persecución. Sus vidas, en ese caso, habrán sido destruidas por el PCCh y el exlíder del partido Jiang Zemin.
Una reclusa con dependencia a las drogas, pudo dejar la medicación
En el centro de detención, me llevaron a una celda con una cama amplia donde dormían catorce reclusas juntas. Miré sus caras y sentí como si todas hubieran sido mis familiares. Sonrieron y me aplaudieron dándome la bienvenida una vez que supieron que era practicante de Falun Dafa. Una reclusa delegada sostuvo mis manos con lágrimas en sus ojos y me dijo que era exactamente como su madre. Tal vez tuve relaciones predestinadas con ellas en mis vidas pasadas.
Me dije: "No importa dónde esté, siempre será para salvar seres conscientes y cumplir mi misión".
Aproveché el receso de la tarde mientras veían la televisión, para hablarles una a una sobre Dafa y las renuncias al PCCh. Les conté que Falun Dafa es una vía de cultivación que pertenece a la Escuela Fo y enseña a las personas a conducirse de acuerdo con Verdad-Benevolencia-Tolerancia, además de contar con cinco ejercicios que ayudan a mejorar la salud mental y física. También tuve oportunidad de hablarles sobre la relación entre las enfermedades y el comportamiento y actitud personal.
La mayoría me escucharon y algunas acordaron renunciar al PCCh y sus organizaciones afiliadas.
Había una reclusa adicta a las drogas apodada Shuang Shuang que era muy especial. Cuando la vi por primera vez, su cabello cubría la mitad de su pálido rostro, sus ojos permanecían medio cerrados como si estuviera aturdida. Solía estar de mal genio y se negaba a hacer las flores de tela que nos ordenaban producir. En consecuencia todos tenían que hacer un trabajo extra para cumplir con la cuota diaria de grupo. Las reclusas se peleaban con ella con resentimiento y ella respondía amenazándolas de muerte. Como resultado, tenía que ser transferida de celda periódicamente. Los guardias le administraban medicamentos cada día para mantener bajo control su estado mental.
"Fui una mujer de negocios adinerada", me dijo. "Pero gasté varios millones en drogas. Mi esposo se divorció y luego comencé a vender drogas para ganarme la vida. Estando desesperada, mi madre me envió aquí".
La medicación que la prisión le administraba le hacía estar depresiva y adormecida. Hablé con ella muchas veces sobre Falun Dafa y le pedí que fuera buena persona y considerara a sus padres. También le aconsejé que recitara "Falun Dafa es bueno y Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno", y que eso sería beneficioso para su salud. Estuvo de acuerdo con renunciar a las organizaciones del PCCh.
Un día, me dijo entusiasmada: "He estado recitando estas palabras todo el tiempo. Realmente ha habido un cambio. ¡Ahora me siento genial!".
Ella había actuado con mucha sabiduría debido a su buena cualidad de iluminación. La alenté para que siguiera así, y en los siguientes días redujo su medicación. Observé que había recogido su pelo con una coleta dejando su cara al descubierto. Se veía resplandeciente y llena de vitalidad. Las demás reclusas se alegraron al ver su transformación y además, comenzó a participar en la rutina de trabajo diario.
Siete días después de conocerla, dejó de tomar los medicamentos por completo.
Bendiciones de recitar "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno"
Había una reclusa muy tranquila llamada Xiao Qian, que dirigía un kinder, jardín de infantes. Tenía un título de posgrado y gozaba de una buena familia. Hablé con ella sobre Falun Dafa y la renuncia al PCCh. Ella estuvo muy de acuerdo con los principios universales de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.
Cuando supo de la persecución, la verdad de la autoinmolación y la sustracción de órganos, expresó su indignación.
"Esas personas están condenadas a recibir una retribución por sus malas acciones", dijo.
Una noche tomó mis manos con preocupación.
"Sé que los practicantes son personas buenas. No deberías estar aquí. Esto es un infierno. ¿Sabes que podrías ser liberada si solo dijeras: 'Renuncio a seguir practicando Falun Dafa'? Esto podría librarte de la condena de prisión", dijo.
"Bajo ninguna circunstancia los practicantes traicionarían al Maestro Li Hongzhi y nuestra práctica", respondí. “No te preocupes por mí. Saldré de aquí pronto”.
"Estoy aquí para hablarles a todos sobre Falun Dafa y ayudarlos a renunciar al PCCh. Soportar dificultades, no es necesariamente malo. Una vez que todos sepan que 'Falun Dafa es bueno' me iré, porque vine aquí solo por ustedes".
Asintió con lágrimas, diciendo, "¡Gracias! ¡Gracias!".
Me di cuenta de que se lamentaba por sus malas acciones del pasado. "He estado detenida durante tres meses", me contó. "El juez dijo que podría enfrentar de uno a dos años de prisión. Todavía no sé cuándo se emitirá la sentencia".
"El Cielo mira tu corazón", le dije. "Ahora estás arrepentida. Serás perdonada y cuidada por el Cielo".
"Recordaré tus palabras. He aprendido la lección y ahora me comportaré de acuerdo con Verdad-Benevolencia-Tolerancia", dijo.
Tres días después, recibió la sentencia. Pudo salir de prisión al día siguiente con tan solo un año de libertad condicional. Lloró de sorpresa y felicidad.
Shifu me abre una puerta
Más tarde fui transferida a un centro de detención permanente.
Un guardia me dijo: "La estancia mínima aquí es de 37 días".
Pensé para mis adentros: "Me quedaré solo siete días y me iré una vez que haya salvado a las personas que necesito salvar".
No pude dormir la mayor parte de la noche, y mis pensamientos no eran muy claros. Traté de recitar el Fa y enviar pensamientos rectos. Ahora lamentaba el no haber memorizado más el Fa en el pasado. También miré dentro para buscar deficiencias en mi cultivación siendo aprovechadas por las viejas fuerzas.
Me di cuenta de que en el último año, había bajado la guardia en mi cultivación en lo que respecta a eliminar ciertos apegos. Descubrí que mis principales problemas eran ocasionados por el apego a presumir, obtener resultados, buscar confort, y la competitividad. Además de eso, no presté la debida atención a la seguridad. Decidí tener más cuidado desde ese mismo momento.
Confié firmemente en que Shifu estaba todo el tiempo a mi lado.
Me dije: "Me pondré completamente en las manos de Shifu. Shifu arreglará todo para mí".
Una noche agarré los barrotes de la puerta de la celda, miré por la ventana en el pasillo y dije silenciosamente: "Shifu, he hablado con la gente sobre Falun Dafa. Hay muchas más personas afuera esperándome para salvarlas. Por favor, ayúdeme a salir de aquí”. Después de siete días, ¿podría por favor abrir esta puerta?”.
En ese momento, un rayo de luz azul brilló a través de mi ventana y se abrió como una puerta doble. A través de la ventana, vi un camino amplio en la distancia. La luz azul era tan brillante que iluminó todo el cielo nocturno. Pude sentir un fuerte campo de energía a mi alrededor, como si existiera en otra dimensión, disfrutando de una atmósfera de tranquilidad y calma. Puse mis palmas juntas en heshi y le di las gracias a Shifu con lágrimas rodando por mis mejillas.
El séptimo día, fui liberada. Antes de irme, no me olvidé de instar a todos los reclusos a seguir recitando: "Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno".
Negando la interferencia y formando un todo unificado
El día después de que me liberaron, tuve un sueño vívido. Una mujer de mediana edad me llevó a una habitación donde estaban otras mujeres. Parecía como si nadie pudiera salir de la habitación. Sus expresiones eran difíciles de explicar.
Me dije: "Es terrible que esté atrapada aquí justo después de haber salido del centro de detención".
Cuando nadie estaba mirando, logré saltar por una ventana hacia un barranco. Luché por subir una colina para llegar a la cima. Después de despertarme, me dije que siempre debía actuar con pensamientos rectos y no dejar que las fuerzas del mal se aprovechen otra vez.
Durante los primeros días después de mi liberación, muchos practicantes vinieron a compartir sus experiencias y entendimientos conmigo. Esto no solo consumió mucho tiempo de mi estudio del Fa, sino que también me dejó confundida. Algunos creyeron que todos los practicantes encarcelados tenían defectos importantes y tenían que empezar de cero en su cultivación. Otros incluso sospecharon de los arrestos y la detención de los practicantes como resultado de haber hecho cosas para dañar el Fa. Era como si la persecución por las viejas fuerzas fuera merecida y estuviera justificada.
En el pasado, estuve agradecida y en deuda con los compañeros practicantes por su ayuda y aliento cuando fui detenida. Ahora comencé a albergar mucho resentimiento. Sin percibirlo, una gran brecha se fue abriendo entre nosotros. Fue realmente como lo que experimenté en mi sueño. Sentí como si una red grande sin forma nos hubiera cubierto y los tentáculos de las viejas fuerzas nos estuvieran controlando.
Shifu nos enseñó:
"Durante las tribulaciones demoníacas en la cultivación, uno tiene que mirarse a sí mismo y esto no significa reconocer el arreglo de las tribulaciones demoníacas de las viejas fuerzas y actuar bien en las tribulaciones arregladas por ellos; no es así. Nosotros tenemos que rechazar incluso la aparición de las viejas fuerzas y sus arreglos; todos tenemos que rechazar hasta sus existencias. Estamos fundamentalmente negando todas sus cosas, y todo, y solamente las cosas que tú haces para eliminarlos es la poderosa virtud. No se cultiven en las tribulaciones creadas por ellos; caminen bien el propio camino sin reconocerlos a ellos, ni siquiera reconozcan la manifestación de las tribulaciones cuando las eliminen. (Aplausos) Entonces, mirando desde este ángulo, lo que tenemos que hacer es negar por completo a las fuerzas viejas. Ni yo ni los Dafa dizi siquiera reconocemos las manifestaciones de su última lucha antes de que mueran" (Exponiendo el Fa en el Fahui de Chicago 2004).
Las palabras de Shifu me despertaron. Me iluminé al hecho de que no debería permitir que las viejas fuerzas usaran a compañeros practicantes para crearme nuevas tribulaciones; también, debo negar completamente los conflictos entre los practicantes por las viejas fuerzas. Dejé de reunirme con ellos para hablar, y seguí haciendo las tres cosas todos los días. Estudiando el Fa y mirando hacia adentro, pude deshacerme de muchos apegos y transformar mi resentimiento en gratitud hacia mis compañeros practicantes. Ahora puedo coordinar con ellos mejor cada vez que necesitan mi ayuda.
Eventualmente, todos llegamos a la misma conclusión: debemos formar un todo unificado para aprovechar el día y salvar a más seres conscientes, mejor que discutir sobre los estados de cultivación de los compañeros practicantes. Debemos enfocarnos en hacer las tres cosas bien. A pesar de que hay brechas en nuestra cultivación, debemos rectificar estas, haciendo las tres cosas, sin aceptar ni reconocer los arreglos de las viejas fuerzas.
Compañeros practicantes, por favor señalen cualquier cosa en mi entendimiento que no se adapte al Fa.
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Categoría: Mejorándose uno mismo