(Minghui.org) Me he cultivado durante 23 años, y siento que el Maestro siempre sabe en qué estoy pensando. Es exactamente como dice el Maestro:
“…mis Fashen en otro espacio lo saben todo. Como los conceptos de espacio-tiempo en ambos espacios son diferentes, viéndolo dentro del otro espacio, la formación de tus pensamientos lleva un proceso extremadamente lento. Antes de que pienses, él puede saberlo todo…” (Segunda Lección, Zhuan Falun).
Un compañero de trabajo me regaló una revista de Qigong en agosto de 1994. Había un artículo de introducción de Falun Gong. Lo leí y sentí que era muy diferente a otras prácticas de qigong. Empecé a probar los ejercicios siguiendo las ilustraciones de la revista. Más tarde compré varios libros de Dafa.
Aunque tenía esos libros, todavía me concentraba en hacer los ejercicios más que en estudiar el Fa. Después de un año y medio, no me veía como un verdadero discípulo de Dafa; simplemente estaba en un estado de conocer el Fa.
Esto duró hasta el 7 de enero de 1996. Cuando leí el Fa esa tarde, de repente comprendí que Dafa enseña a la gente a cultivarse para convertirse en seres de un nivel superior. Dije sinceramente: "Aunque tuviera que soportar todas las dificultades del mundo humano, seguiría practicando Falun Gong". Esas palabras vinieron del fondo de mi corazón.
Al día siguiente, milagrosamente, un compañero de trabajo practicante insistió en que vaya con él para asistir a la conferencia de intercambio de experiencias de los discípulos de Dafa en otra ciudad.
Llegué a la conferencia el 10 de enero. Al día siguiente, empecé a tener fiebre alta. Sabía que el Maestro estaba purificando mi cuerpo. Aunque me sentía muy mal, creía firmemente en el Maestro. Después de siete días, sin ningún medicamento ni vacunas, me recuperé y todas mis enfermedades anteriores se habían ido desde entonces.
Más tarde me di cuenta que el Maestro vio mi determinación de practicar Falun Dafa y arregló para que yo asistiera a la conferencia de Fa. Cuando asistí a la conferencia, no tenía ningún apego, intención o la búsqueda de hacer cosas. El Maestro vio que mi estado de ánimo cumplía con los requisitos y empezó a purificar mi cuerpo.
Después que mi cuerpo fue purificado, el Maestro también me dio otros mecanismos: el Falun, qiji y numerosas "semillas". A medida que continué cultivándome, comencé a desarrollar habilidades supernormales descritas en Zhuan Falun, como ojo celestial, clarividencia, precognición y retro cognición y más.
El Maestro dice: “…el espíritu primordial del hombre es inextinguible” (Lección primera, Zhuan Falun) El Maestro esperaba que yo entendiera este sencillo tema con facilidad, pero me llevó más de viente días y aun así no lo entendí del todo.
Una mañana a las 4 a. m. el Maestro me dio una pista. Mientras estaba medio dormido y acostado en mi cama, pude ver claramente que había dejado mi cuerpo y me había ido a la puerta. Me di la vuelta y vi mi cuerpo acostado en la cama. Pensé que debía regresar. Enseguida volví.
Cuando desperté, de repente comprendí que los seres humanos tienen "espíritu". Este "espíritu" no perece. Cuando los practicantes comparten sus experiencias, a menudo lo llamamos el "yo verdadero". En ese momento, más aún, creí que el Maestro sabe exactamente en qué estoy pensando.
Mi casa es un sitio de producción de materiales y ha estado funcionando durante los últimos dieciocho años. Esto está directamente relacionado con el hecho de que el Maestro sabe lo que mi esposa practicante y yo pensamos y siempre nos protege.
No hace mucho tiempo, otro practicante y yo decidimos que, después de imprimir los materiales, él ayudaría a organizar la distribución. Sin embargo, estaba muy ocupado y no pudo venir como habíamos acordado.
Mi casa es pequeña y los materiales ocupan mucho espacio. Esperaba que alguien se los llevara inmediatamente y los pusiera a su disposición.
Mi esposa dijo: "Debemos creer en el Fa y en el Maestro. El Maestro nos ayudará a resolver esto". Tres días después, un practicante anciano vino y se llevó todos los materiales y dijo que volvería por más.
Me cultivo estudiando Zhuan Falun y otros libros de Dafa. Nunca he asistido a ninguna de las conferencias del Maestro, ni he conocido al Maestro en persona. En mi ciudad, entre las decenas de miles de practicantes de Dafa, solo unos cien han visto al Maestro en persona, pero cada practicante cree que el Maestro sabe qué estamos pensando.
También hemos leído sobre experiencias similares en artículos de Minghui. El Maestro ha estado observándonos y protegiéndonos sin importar dónde estemos. Lo más asombroso es que aún cuando un no practicante recita sinceramente "Falun Dafa es bueno", el Maestro le dará sus bendiciones.
Basado en mis propias experiencias y las de otros practicantes, creo firmemente que el grandioso Fo Fa está manifestando su inmensa benevolencia y su poderoso poder en el mundo humano.
¡Gracias, Maestro!
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Categoría: Caminos de cultivación