(Minghui.org) Yiyuan Chen recuerda que durante su infancia sus padres discutían y peleaban constantemente, y que a veces desahogaban su ira sobre él.
"Cuando era muy pequeño, mis padres discutían mientras comíamos", rememoró. "Pensaba que todas las familias eran así".
Viviendo en ese ambiente, Yiyuan desarrolló un temperamento agresivo.
"No conocía la sinceridad o la amabilidad", dijo. “Crecí con la influencia de mis padres. Cuando estaba enojado, maldecía y arrojaba las cosas igual que mis padres, y golpeaba a nuestro perro tal como mis padres me golpeaban a mi. No olvidaba cuando otras personas me maltrataban, y me importaba mucho ganar, sin importar lo que fuera".
El chico era rebelde y no le gustaba estudiar, aunque su madre lo criaba con una estricta disciplina. La relación con su madre fue intensa.
"Una vez me fui al extremo. Cuando mi madre me golpeó muy fuerte y me expulsó de casa, me enojé mucho y me desesperé. En venganza pensé en el suicidio. Caminé por la orilla del río, pero no me atreví a saltar. Me recosté en la pendiente buscando una forma menos dolorosa para morir. Entonces un auto pasó por la orilla y los niños en el auto me gritaron, lo que me despertó. Terminé regresando a casa".
Sintiendo gran desesperación, Yiyuan descubrió que conduciendo automóviles a altas velocidades podía olvidar su odio y resentimiento.
Siendo un estudiante de secundaria, no tenía licencia de conducir, entonces robó la llave del auto de su casa. “Siempre podía encontrarla sin importar dónde la escondiera mi madre”, recordó.
Al conducir a altas velocidades, Yiyuan disfrutaba la emoción del riesgo. Cuanto mayor era la velocidad, más sentía que su profundo dolor disminuía.
Ya en la universidad se volvió adicto a los video juegos en línea y a la pornografía. Había perdido su racionalidad y el sentido de sí mismo.
“Sabía que estas cosas no eran buenas, pero no podía controlarme. Acabé siguiendo la corriente, pero me sentía desesperanzado y desubicado".
Encontrando la esperanza
Cuando Yiyuan cursaba su segundo año en la universidad, fue a trabajar a Taipéi. Allí su tía le recomendó practicar Falun Dafa.
El joven asistió a la sesión de video de 9 días de las conferencias del Maestro Li Hongzhi (Fundador de Falun Dafa). Aprendió que los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia le permiten distinguir y elegir entre el bien del mal; también que Falun Dafa es un método de cultivación y que Fo Fa puede salvar a la gente. “Siendo niño quería ser monje en un templo cuando creciera. Para mi sorpresa, vi que podía cultivarme desde ese momento, y que no tenía que esperar hasta que fuera mayor", comentó Yiyuan.
Su perspectiva del mundo sufrió un cambio fundamental cuando terminó de leer Zhuan Falun, el libro principal que guía cómo practicar Falun Dafa. Las nociones y los malos pensamientos que lo dominaban rápidamente desaparecieron.
El Maestro Li dijo:
“Si siempre eres misericordioso, tratas a los demás benevolentemente, consideras a los demás al hacer cualquier cosa, y cada vez que se presenta un problema piensas primero si los demás podrán aguantar o no y si dañas a otros o no, entonces no surgirá ningún problema” (Zhuan Falun, Cuarta Lección, Elevar el xinxing).
La perspectiva del mundo cambió drásticamente para Yiyuan cuando comenzó a practicar Falun Dafa.
Yiyuan dejó de lado sus malos hábitos y se volvió considerado con los demás. Su salud también mejoró y se recuperó de la sinusitis que lo aquejaba desde niño. También comenzó a sobresalir en sus estudios.
“Mi profesor le dijo a uno de los mejores alumnos de mi clase que debía trabajar para alcanzarme. Cuando aprobé los exámenes de posgrado, uno de los profesores me felicitó por haberlo hecho excepcionalmente bien".
Tribulaciones en el matrimonio
Cuando Yiyuan terminó sus estudios, le ofrecieron un puesto en la Oficina de Propiedad Intelectual de Taiwán en 2010 y en 2013 se casó con una practicante de Dafa.
"En realidad, mi novia no quería casarse tan pronto", comentó Yiyuan. “Pero no creía que la relación entre un hombre y una mujer pudiera ser más que una amistad si no se casaban. Pensé que ese tipo de estilo de vida causaría problemas. Así que quería hacer lo correcto en mi camino con el matrimonio".
Sin embargo, las pruebas llegaron una tras otra cuando se casaron.
"Una vez, mi esposa trabajó hasta la una de la madrugada, y todavía no había terminado", recordó. "Pensé que no ponía a nuestra familia como su prioridad. La llamé, pero no me respondió amablemente. Así que enojado escribí una carta que publiqué en una plataforma pública y causó un gran revuelo. No podía entender por qué yo tenía que hacer todo el trabajo doméstico. Ella necesitaba hacer el trabajo de Dafa para validar el Fa. Pero ¿y qué era de mí? Me quejaba mucho".
Yiyuan (izquierda) y su esposa (derecha) con su hijo en una actividad de Falun Dafa.
No hay un camino suave en la cultivación, y todos deben pasar por pruebas y tribulaciones. Entonces surgieron más y más discusiones y desacuerdos. Las cosas triviales, como las tareas domésticas y otros asuntos menores, atormentaban su relación.
Después de numerosos discusiones, Yiyuan se dio cuenta de que no debía encontrar excusas externas para no mirar hacia adentro, no cultivarse o no hacer las tres cosas bien, aunque pensara que lo hacía para cuidar de la familia.
"Parece que trataba de obligar a mi esposa para que aceptara mi forma de pensar", recordaba. “No le hablaba cortésmente. Cuando no cumplía con los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia y me enojaba, en realidad estaba aferrándome a mis apegos".
Con todas las pruebas que atravesaba al tener una familia, Yiyuan se dio cuenta de que eran solo eso: pruebas. Y que si las manejaba correctamente, servirían para mejorar su cultivación. También se dio cuenta de que su pasado, especialmente su infancia, estaba entremezclada con su estado de cultivación actual, y que eso también era una prueba.
“La experiencia de mi infancia con mi familia me dejó con mucho dolor en el corazón. Pero cuando me di cuenta de que mi madre me había criado bajo presión, impotencia y dificultades, sabía que debía tratarla bien. Al tener mis propios hijos, mis experiencias familiares pasadas me ayudaron a darme cuenta de que debía sacrificarme más por mis hijos y de qué manera debía sacrificarme. Entonces ¿No debería agradecerles a mis padres?".
El Maestro dijo:
“Por supuesto, ya que hacemos el xiulian en la sociedad de la gente común, respetar a nuestros padres y educar a nuestros hijos son todos deberes; en todos los ambientes hay que ser bueno y benevolente con los demás, y más aún con tus parientes. Debemos tratar a todos por igual, ser buenos con nuestros padres e hijos y ser considerados con los demás en todos los aspectos; así, este corazón ya no es egoísta, son todos corazones de bondad y benevolencia, es misericordia" (Zhuan Falun, Sexta Lección, Del propio corazón nacen demonios).
"Me doy cuenta de que los arreglos pasados eran para que disolviera mi yeli (karma) y, lo más importante, para que obtuviera Falun Dafa y siguiera a Shifu para regresar a casa en esta vida".
El "hogar" ha sido el principal entorno de cultivación de Yiyuan. Sus tribulaciones le ayudaron a abandonar la competitividad, el odio y el sentimiento de que lo que le sucedía era injusto. Falun Dafa lo sacó del egoísmo y abrió su corazón.
Como padre, se asegura de estudiar el Fa con sus dos hijos, pone en práctica los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia y les da un buen ejemplo a través de sus acciones. Como Yiyuan puede verlo, están recorriendo juntos el camino de la cultivación.
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Categoría: Caminos de cultivación