(Minghui.org) Experimenté y presencié personalmente cómo el movimiento estudiantil era aplastado por tanques militares en la Plaza de Tiananmen en 1989. Después de eso, no tuve ningún interés en la política. He vivido una vida tranquila desde que me gradué de la universidad.

Defendiendo a Falun Dafa

En octubre de 2000, una mujer llegó a la obra en construcción donde yo trabajaba. Me pidió algo de pintura y me dijo que quería cubrir la información de Falun Dafa que estaba escrita en una pared. Me negué a dársela por una simple razón: estas personas arriesgaron sus vidas para escribir esas palabras.

Se enfadó mucho. "¿Eres parte de su grupo?", preguntó ella.

En realidad, no sabía que era Falun Dafa, pero vi denuncias en su contra en todas partes. Pensé, estas personas se enfrentan a la injusticia y tuvieron que arriesgar sus vidas escribiendo esas palabras.

Le dije en oposición: "De ninguna manera te voy a dar pintura, vete".

Un aldeano que estaba a mi lado dijo: "Es la esposa del secretario del partido comunista".

"La respuesta sigue siendo no, aunque fuera la esposa del intendente", dije. La mujer quedó perpleja.

Los jóvenes estudiantes son forzados a ver la autoinmolación

Mi esposa es profesora de una escuela. En la primavera del 2001, la escuela organizó a los alumnos para ver una película, la llamada "Auto-inmolación de Tiananmen por practicantes de Falun Dafa". Nuestro hijo, que estaba en tercer grado, se asustó tanto por las horribles imágenes de la película que no quiso dormir solo.

Yo estaba muy enojado, regañé al director y a los profesores por la falta de humanidad, mostrarles a los niños imágenes de miedo e involucrarlos en la política a una edad temprana. Mi esposa trató de defender la decisión de la escuela y discutimos mucho.

Sin ceder ante la presión

Mi esposa comenzó a practicar Falun Dafa en el otoño de 2004, de repente. Después de varios meses de práctica, la psoriasis que sufrió durante años, desapareció sin tener que recurrir a medicamentos. También mejoró su salud y su mente se aclaró. Como resultado, nuestra relación también mejoró.

Al final, llegué a comprender lo que es Falun Dafa, vi la bondad de los practicantes de Dafa. Al ver las buenas relaciones que mi esposa estableció con sus alumnos y padres, me sentí muy feliz por ella.

En agosto de 2010, mi esposa fue arrestada por practicar Falun Dafa. Aunque pudo escapar, fue una experiencia traumática. Yo estaba bajo mucha presión, ya que la policía me acosaba una y otra vez. Yo tenía la certeza de que mi esposa no hacía nada malo al practicar Falun Dafa. Con apoyo de otros practicantes, superé los momentos difíciles.

Experimentando la grandeza de Dafa

Un día, vi en un tendedero fuera de mi ventana, doce flores de Udumbara, se dice que florece una vez cada tres mil años anunciando el regreso del sagrado Rey de la Rueda Dorada para salvar a la gente.

Tuve un sueño una noche. En mi sueño, regresé a la escuela y me dijeron que el Maestro Li Hongzhi, el fundador de Falun Dafa, estaba enseñando en una de las aulas. Emocionado fui allí y vi al Maestro, su cabello era azul y rizado, y vestía una túnica budista. Se sentó en el podio sosteniendo una palma delante del pecho. Me senté y pensé, que maravilloso sería que mi suegra también estuviera aquí. Así que me levanté y salí a buscarla. Por desgracia, no recordé lo que dijo el Maestro Li.

Oí a los amigos de mi esposa contar que vieron un Falun. Me dije a mí mismo: Vi las flores de Udumbara y el Fashen del Maestro Li. Pero no vi un Falun. ¿No sería bueno si pudiera ver un Falun?

Entonces, una mañana en mi living, vi un Falun dorado en la cortina. Había innumerables pequeños Falun dentro de el. En ese momento, mi mente se quedó en blanco. No tenía otro pensamiento y mi corazón era puro. Me emocioné y conmoví mucho, un sentimiento que no se puede describir con simples palabras.

Aunque no practico Falun Dafa, fui testigo del poder de Dafa muchas veces. Sé en mi corazón que Falun Dafa es real, es recto y es precioso.