(Minghui.org) Hubo muchas lluvias este verano, y aguaceros repentinos en un día concreto de agosto, seguidos de fuertes vientos. La gente aquí estaba muy preocupada por el impacto que tendría este clima en sus campos de cultivo. Descubrieron que los cultivos, que estaban casi listos para la cosecha, habían sido devastados por el implacable viento. La gente sufrió con impotencia y tristeza tal situación, sintiendo que todo sus esfuerzos habían sido en vano.
Sin embargo, nunca pensaron que este asunto podría haber sido ideado como un recordatorio del principio de la retribución de ye (o karma), es decir, las buenas obras son recompensadas con el bien, mientras que las malas acciones se encontrarán con la retribución.
Mi familia plantó alrededor de 1,3 acres de maíz, en tres campos diferentes. Después de la lluvia, mi esposo fue a revisar los campos y descubrió que todo el maíz de nuestros vecinos se encontraba caído en el suelo. Sin embargo, nuestro maíz no se había caído. Nuestros tallos de maíz estaban derechos, y las mazorcas de maíz eran grandes.
Algunas personas pensaron que debimos haber usado buenas semillas de maíz. Otros dijeron que fuimos muy afortunados. Les dije que no era un problema con las semillas. La razón fue que practicamos Falun Dafa. Todos los miembros de mi familia apoyan a Falun Dafa (aunque está siendo perseguido por el partido comunista chino), así que nuestro compasivo Maestro nos protegió.
Uno de los aldeanos que ya conocía la verdad sobre Falun Dafa (a diferencia de la versión que propagan los comunistas) expresó: "Tu maíz no cayó estando en el mismo pedazo de tierra. Nos han convencido".
Le expliqué que nuestro Maestro estaba cuidando de nosotros. Todo el mundo presenció este milagroso suceso y aprendió que: "¡Falun Dafa es Bueno!".
Comencé a practicar Falun Dafa en 1998 y posteriormente recobré la salud. Durante la temporada alta de este año, tuve que plantar 1,3 acres de tierra de cultivo sola, ya que mi esposo estaba ocupado en el trabajo. Bajo el cuidado del Maestro, planté un acre de tierra de cultivo en un solo día. Nuestra tierra está toda en terreno bajo y muy húmedo. Antes, nadie había recolectado cosecha alguna en estas tierras. Sin embargo, desde que mi familia se hizo cargo de los terrenos, hemos tenido cosechas todos los años. Mis vecinos y parientes admiraban mis capacidades. Les confesé que si era tan capaz, se debía a que practicaba Falun Dafa.
Me siento tan afortunada de obtener la salvación del Maestro. Finalmente encontré el camino a mi verdadero hogar después de haberme perdido en la fama y la ganancia de la sociedad de la gente común. El Maestro me sacó del infierno y me limpió. Me convertí en una practicante de Dafa del período de la rectificación del Fa, salvando a los seres conscientes en el siniestro ambiente de la China continental y cumpliendo mis votos prehistóricos.
Dafa me ha brindado una belleza ilimitada. La gente ha presenciado la belleza de Falun Dafa en mi vida.
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Categoría: El poder divino de Falun Dafa