(Minghui.org) En el verano de 2005 me denunciaron mientras hablaba a la gente sobre Falun Dafa en el mercado. Cuatro hombres se me acercaron y me empujaron dentro de un patrullero. Más tarde me sentenciaron ilegalmente a un año de trabajo forzado.

El Maestro nos enseñó:

"Zhen-Shan-Ren es el único criterio para evaluar si una persona es buena o mala" (Primera Lección, Zhuan Falun).

Cuando las guardias me torturaron, les conté que creía en Verdad-Benevolencia-Tolerancia, y traté de mantener pensamientos fuertes y rectos.

Me pusieron en libertad en junio de 2006. En casa, estudié el Fa y envié pensamientos rectos durante mucho tiempo para compensar el tiempo que había perdido en el campo de trabajo forzado. Mis pensamientos rectos se hicieron cada vez más fuertes.

Pensé en otras practicantes que permanecían detenidas bajo la persecución, y fui al campo de trabajo forzado. De pie fuera de la instalación, agité un trozo de tela en mi mano y envié un pensamiento: "Por favor, resistan, y las rescataremos". Las practicantes me vieron milagrosamente y me saludaron con la mano.

También pensé en las guardias involucradas en la persecución de las practicantes, para su propio beneficio. Me daban mucha pena. Entonces me di cuenta de que debía aclararles la verdad, ya que vivían cerca de mí.

Conseguí localizar donde vivía una de las guardias y le pedí al portero el número de su piso. En ese momento alguien entró y me condujo al piso que estaba buscando.

La guardia se sorprendió cuando abrió la puerta y me vio. Le dije: "Te traigo un regalo de aAño Nuevo: Un nudo chino". Me dio las gracias, y me invitó a pasar y sentarme.

Señalé el nudo y le conté que representaba la predestinación, el auspicio, la felicidad y la paz, y que era el destino el que nos había reunido en el campo de trabajo.

"Creo que las guardias no entienden las creencias de los practicantes", afirmé. "No las odiamos, aunque nos hayan tratado horriblemente. Nuestro Maestro nos pide que seamos desinteresados y considerados en todo lo que hacemos. No contraatacamos cuando nos golpean ni devolvemos el insulto cuando nos insultan".

"No entiendes la verdad porque Jiang Zemin ordenó al gobierno que difamara y encarcelara a gente buena. Pero quiero que sepas que no es bueno perseguir a las practicantes de Dafa. Tarde o temprano, la gente se dará cuenta de que la persecución es ilegal y terminará. ¿Has pensado en las consecuencias que le traerá a tu familia si sigues participando?".

Antes de separarnos, le pedí la dirección de otra guardia. Me dijo que me llevaría a la casa de esa guardia.

La guardia no estaba en casa, pero sí su marido y su madre de 70 años, que creían en las mentiras del partido comunista. Ambos me hicieron muchas preguntas. Contesté tranquilamente todas sus preguntas y les pedí que no participaran en la persecución a Falun Dafa.

También les indiqué: "Quien persiga a gente buena no terminará bien. Los practicantes de Dafa son todos buenas personas. ¿Cómo pueden soportar que tantas familias queden separadas e incluso forzarlos a maldecir a su Maestro? Dafa permite que la gente vuelva a la rectitud y haga buenas obras".

Acto seguido les leí la conferencia del Maestro: "Gracias a los seres conscientes que enviaron saludos" (Escrituras esenciales para mayor avance (III)). Entonces se miraron y dijeron: "Sí, ya sabemos qué hacer".

Pasado el Año Nuevo, se desmanteló el campo de trabajo forzado, y muchas practicantes quedaron libres.