(Minghui.org) Tengo casi 94 años. Trabajaba en una fábrica de ropa y vivía amargada la mayor parte del tiempo. Busqué consuelo en un templo, pero no conseguí ningún cambio.
Sin embargo, cuando comencé a practicar Falun Dafa mi vida cambió completamente. Todas mis dolencias desaparecieron. Ahora, con más de 90 años, no uso bastón ni anteojos. Pero lo más importante es que he comprendido el verdadero significado de la vida, es decir, volver a mi verdadero ser original.
Difundir buenas palabras sobre Falun Dafa a pesar de la persecución
Cuando el régimen comunista comenzó a perseguir a Falun Dafa en 1999, nunca dudé en mi determinación para continuar practicando. Hice todo lo posible por hacer correr la voz para hacerle saber a la gente que la persecución no tiene base legal.
El Maestro dijo:
“De ahora en adelante, especialmente los Dafa dizi en China continental, tanto nuevos como veteranos, deben dejar ir sus duraderos corazones de apego humanos y empezar a tomar con urgencia la salvación amplia de la gente del mundo" (Dejen ir los corazones humanos, salven a la gente del mundo, Escrituras esenciales para mayor avance (III)).
Con frecuencia fui a áreas públicas para distribuir materiales de Falun Dafa y hablé con personas de todos los ámbitos de la vida, incluidos estudiantes, trabajadores, agricultores, funcionarios del gobierno, personal militar, etc. Muchos estuvieron de acuerdo con renunciar al partido.
Me gustaría compartir mis experiencias aclarando los hechos a los oficiales de policía.
Repartiendo recuerdos de Falun Dafa en una estación de policía
A menudo salí para hablar con gente sobre Falun Dafa con Ann, otra practicante que en ese momento tenía 74 años. En 2016 varios oficiales la rodearon y quisieron registrar su bolso. Cuando fui a hablar por ella, la policía también me rodeó y también quisieron registrar mi bolso. Cuando me negué, llamaron a un patrullero y nos llevaron a ambas a la comisaría.
La policía registró la bolsa de Ann y encontró una copia de los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista y un folleto de Falun Dafa. Mientras buscaban en su bolso, saqué los recuerdos de Falun Dafa que estaban en mi bolso y los guardé en los bolsillos de mi chaqueta para que la policía no los viera cuando registraran mi bolso.
Nos dijeron que nos quedáramos y esperáramos a que regresaran. Enviamos pensamientos rectos y les dimos los recuerdos a los policías que entraban y salían de la estación.
Unas horas más tarde nos llevaron al departamento de policía local.
El jefe de policía lee los Nueve Comentarios
En el departamento de policía nos pusieron en la sala de interrogatorios. Dos oficiales nos observaban.
El Jefe Wang entró y tomó los Nueve Comentarios que estaba sobre la mesa y comenzó a leerlo.
"He querido leer este libro, pero no tengo el dinero para pagarlo", dijo.
"No te cobraremos. Te lo damos gratis", le respondí con una sonrisa.
Nos preguntó por qué estábamos allí. Le conté lo que había sucedido y le dije que queríamos que la gente supiera la verdad sobre Falun Dafa.
"Está bien", dijo el policía y se fue.
Policías renuncian al partido
Cuando nos llevaron por primera vez al departamento de policía, los oficiales parecían estar muy nerviosos. Pero al ver cómo hablamos con su jefe, se relajaron y algunos comenzaron a conversar con nosotras.
Le conté a un joven oficial la historia violenta del régimen comunista y por qué animamos a la gente a que lo abandonen. El policía escribió su nombre en un pedazo de papel y aceptó renunciar al partido. Le pedí que en el futuro no participara en la persecución a Falun Dafa y dijo que no lo haría.
Cuando este policía se fue, llegaron cinco oficiales más y nos pidieron que los ayudáramos a abandonar el partido. Les di un recuerdo a cada uno y les deseé buena suerte en su trabajo.
El jefe de policía abandona el partido
Hacia el final del día, un policía le dijo a Ann que firmara el registro del interrogatorio y que le tomarían fotos. Mientras hablábamos, otro jefe de departamento cuyo nombre era Huang llegó preguntando por qué seguíamos allí. Ann le dijo que no quería firmar su nombre en el registro de la policía porque no había hecho nada malo. El jefe volteó y le dijo a los oficiales: "Solo déjalas ir".
En ese momento, el jefe Wang, que había leído los Nueve Comentarios, apareció. Le pedí que renunciara al partido y estuvo de acuerdo. Se ofreció a enviarnos a casa en un vehículo de policía, pero insistimos en irnos por nuestra propia cuenta. Nos dio algo de dinero para que pagáramos los pasajes de autobús y le pidió a Ann que me cuidara bien.
Entregando volantes de Falun Dafa a la policía
Cuando nos marchamos, me sentí mal porque no había ayudado al jefe Huang a renunciar al partido. Seguía pensando en ello y también esperaba que aquellos oficiales que renunciaron al partido pudieran aprender más sobre Falun Dafa.
Preparé algunos folletos y los entregué en la estación de policía y en el departamento de policía.
Me encontré con el jefe de la estación de policía y le di los folletos. Le pedí que los compartiera con todo su personal y que se asegurara de darle uno al jefe Huang. Él estuvo de acuerdo.
En otra estación de policía del área los oficiales han estado persiguiendo activamente a los practicantes de Dafa. Enviaron al menos a una docena de practicantes a la cárcel. Quería que entendieran los hechos y dejaran de participar en la persecución, así que los visité para llevarles material informativo de Dafa.
La primera vez que fui, el director estaba en un viaje de negocios fuera de la ciudad. Hablé con los tres recepcionistas y todos aceptaron abandonar el partido.
Cuando fui por segunda vez, el director seguía fuera y una recepcionista diferente estaba de guardia. Le pedí que me ayudara a entregar los materiales a su director, y me dijo que lo haría. Cuando me fui, la recepcionista se acercó y me ayudó a bajar las escaleras. También accedió a renunciar al partido.
Además de las estaciones de policía en mi área, también entregué materiales de Falun Dafa en el departamento de policía en una gran ciudad cercana, donde la persecución a Falun Dafa es mucho más grave. Uno de los oficiales de turno acordó renunciar al partido. También aceptaron los folletos y acordaron entregárselos a su director.
Reflexiones
Mientras conversaba con los oficiales que abandonaron el partido comunista chino en la estación de policía luego de arrestarnos a Ann y a mí, les pregunté: "¿Estás de acuerdo conmigo en que Falun Dafa es genial?", y ellos dijeron: "Estamos de acuerdo". También les pedí que recitaran "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno", y que les daría bendiciones. Ellos asintieron con la cabeza.
Cuando hablaba con la policía, ya fuese un oficial regular o el director, me sentí muy relajada, compasiva y tranquila. Pienso que estaban mostrando sus lados sabios que anhelaban saber la verdad y ser salvados.
Mis interacciones con la policía me hicieron darme cuenta de lo preciosa que es una vida. Pero uno puede perderse y desviarse en el largo curso de la historia. El Maestro no solo quiere salvar a los cultivadores, también quiere salvar a todos los seres.
El Maestro dijo:
“Hace un minuto les dije que todos en el mundo son parte de mi familia. No reconozcan el arreglo de las viejas fuerzas y hagan todo lo que puedan para esclarecer la verdad" (Exponiendo el Fa durante el Festival de la Linterna, 2003).
Me iluminé a que los familiares que el Maestro mencionó también incluyen a aquellos que desempeñan papeles negativos en la rectificación del Fa, como los oficiales de policía que arrestan y detienen a los practicantes de Falun Dafa. Están controlados por las viejas fuerzas y son utilizados por el régimen comunista para hacer el mal.
El Maestro no reconoce ningún arreglo de las viejas fuerzas. Si tratamos a los policías como enemigos y los odiamos, les estamos quitando las oportunidades para ser salvados.
En este Fa sentí la inmensa compasión de Shifu por todos los seres. También debemos alcanzar un nivel más alto y abrazar a todos como miembros de nuestra familia.
Algunos practicantes me preguntaron si tenía miedo cuando entregué los materiales a la policía. Les dije que sé que estoy haciendo lo correcto, y no importa cuán irracional pueda comportarse la policía en la superficie, están deseando ser salvados en lo más profundo. No podremos alcanzarlos si tenemos miedo en nuestros corazones.
Creo que Shifu está conmigo y me protege todo el tiempo. Es nuestra responsabilidad como discípulos de Dafa difundir la verdad y salvar a las personas. Todos en el mundo son la familia del Maestro, y también son nuestra familia, incluidos los policías. Quien sea salvado podrá permanecer cuando termine la rectificación del Fa.
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