(Minghui.org)
Perdida en el mundo humano
Cuando tenía dos años, mi padre y mi abuela comenzaron a practicar Falun Dafa. De vez en cuando, iba al sitio de ejercicios con mi padre. No sabía lo que era. Solo entendí las palabras Verdad-Benevolencia-Tolerancia.
En 1999, cuando tenía ocho años, el régimen comunista lanzó la persecución a Falun Dafa. De repente todo cambió. Los oficiales de la escuela y mis compañeros sabían que mi padre era practicante, y me miraron de una manera muy extraña. En 2001 vi en la televisión las llamadas imágenes de "autoinmolación" de los practicantes de Falun Dafa. Pensé que lo que decía el gobierno era cierto. Estaba muy asustada.
La policía saqueó nuestra casa y arrestaron a mi padre y lo llevaron a un centro de lavado de cerebro. Yo estaba traumatizada. Desarrollé pensamientos negativos hacia Falun Dafa y deseé que mi padre no lo practicara.
Después de ser liberado, mi padre detuvo la práctica de Dafa durante los siguientes diez años. Durante esos años, viví bajo la cultura comunista y realmente creía en el ateísmo. Estaba feliz de que mi padre no practicara Dafa, y pensé que solo haciendo eso tendría paz mi familia.
Cuando estaba en la escuela secundaria, tenía depresión. Lloraba todo el tiempo y estaba amargada por la vida.
Recién más tarde, cuando comencé a practicar Dafa, me di cuenta de que yo estaba muy contaminada en la sociedad de la gente común. Muchas sustancias malas y deterioradas se pegaron a mi cuerpo, lo que me deprimió y me hizo odiar mi vida. No sabía de dónde venía mi dolor. Leía mucho tratando de encontrar el significado de la vida a través de los libros de filosofía, y no encontré ninguna respuesta.
Obteniendo el Fa
Con el destino, mi vida cambió en 2013.
Un día, mi padre decidió practicar Falun Dafa nuevamente. Cuando lo supe, los recuerdos aterradores de mi infancia me abrumaron. Estaba en contra, e intenté todo para detener a mi padre. Lo molestaba intencionalmente cuando leía el libro y trataba de discutir con él desde el punto de vista de la física, la química y la filosofía. Cada vez, mi padre ganaba fácilmente citando los libros de Dafa.
En ese momento yo estaba haciendo una pasantía universitaria en una empresa. Fui testigo de muchos conflictos e intrigas entre el jefe y los compañeros de trabajo. Sentí que la vida era tan agotadora. Estaba pensando que sería realmente difícil ser una buena persona en una sociedad tan complicada. Entonces recordé que mi padre me dijo que Falun Dafa enseña a las personas a ser buenas.
"No quiero practicar Falun Dafa", le dije mientras me acercaba a mi padre un día. "Pero me gustaría saber cómo ser una buena persona".
"Si realmente quieres saber, entonces tú necesitas leer Dafa", dijo.
Sabía que mi padre quería hacerme practicar. En ese momento yo estaba decidida a no hacerlo. Sin embargo, pensé que no había nada de malo en leer un poco el libro. Déjame averiguar qué hay en el libro, pensé, para poder persuadir a mi padre que dejara de practicar. Con eso, accedí a estudiar.
Mi padre dijo: “No creas que es tan fácil leer este libro”. Tomó Zhuan Falun. “¡Pero me impresionaría mucho que lo terminaras!”.
Sabía que me estaba retando. Pensé que yo ya había leído tantos libros, ¿qué tan difícil puede ser leer uno más?
Sin embargo, era difícil leer Zhuan Falun, y a menudo leía las palabras, pero no podía comprenderlas. A veces me dormía después de leer unas pocas líneas. Mientras tanto, comencé a estar extremadamente ocupada, y muchas veces tenía que hacer horas adicionales en mi trabajo y llegaba a casa muy tarde. No quería perder a mi padre, y me dije que necesitaba terminar el libro sin importar nada. Así que descargué una versión electrónica a mi teléfono celular y leía mientras viajaba en el metro. Me forcé a leer el libro todos los días. Lentamente, pero con seguridad, terminé el libro después de varios meses.
La noche en que finalmente terminé la última página, cerré el libro. Quería gritar: "¿Por qué? ¿Por qué leí este libro tan tarde, cuando ha estado en mi casa durante tantos años?”. ¡Me arrepentí de haber perdido casi 20 años de mi vida sin conocer a Dafa!
De repente recordé cómo practicaba la meditación de doble loto sentada con mi padre cuando era pequeña. Me pregunté si todavía podría hacerlo después de casi 20 años. ¡Lo intenté y lo hice! Me dolían mucho las piernas, pero cerré los ojos y soporté el dolor.
"Que venga todo el dolor y el sufrimiento", me dije. "¡No renunciaré a Falun Dafa sin importar qué!”.
Progresando al hablar con sinceridad
Durante mucho tiempo, tuve dificultades para aclarar la verdad a las personas. Tenía mucho miedo de que otras personas pensaran mal de mí. Así que decidí comenzar con alguien con el que estaba familiarizado: mi madre, ya que tenía muchos malentendidos hacia Dafa. Traté de hablarle sobre Dafa muchas veces desde varios ángulos, pero ella siempre me refutó.
Un día, después de otro intento fallido, suspiré. "Sabes, estoy tratando de salvarte", le dije.
"No quiero ser salvada", dijo, "¡aunque termine en el infierno!”.
Me quedé impactada. Sentí que hablar con ella era tan difícil. ¡Ni siquiera pude convencer a mi propia madre sobre Dafa! Yo estaba muy decepcionada. Mientras tanto, sabía que debía deshacerme de mi sentimentalismo e intentar salvar a la mayor cantidad de personas posible.
Miré hacia adentro. Descubrí que la actitud de mi madre podría estar relacionada con mi propio apego. De hecho, decidí hacer una aclaración de la verdad con mi madre primero porque estaba demasiado asustada para decirle a otras personas que practicaba Falun Dafa; intenté ocultar mi miedo en lugar de expulsarlo. Al profundizar en este miedo, descubrí que me importaba demasiado mi nombre y mi reputación. Tenía miedo de que otras personas pudieran pensar negativamente en mí. No confiaba en decirle a otras personas que Dafa es lo mejor del mundo, lo que también demostró que no confiaba en Dafa al ciento por ciento. Llegué a entender que, para aclarar la verdad, debo deshacerme de mi miedo.
Sin embargo, no sabía cómo empezar a hablar con la gente sobre Dafa. Luego fui al sitio web de Minghui y leí una gran cantidad de artículos de practicantes. Grabé las oraciones que pensé que serían útiles y las memoricé.
A continuación, planeé probar con tres de mis amigos más cercanos. Antes de una reunión programada, escribí lo que quería decirles y memoricé cada palabra. Me dije: debo romper mi miedo y les diré que estoy practicando Dafa. En el camino para encontrarme con ellos, envié pensamientos rectos continuamente para eliminar todos los elementos malos que me impedían hablarles sinceramente.
Durante la reunión, seguí buscando una oportunidad para plantear el tema, pero no lo encontré. Cuando nuestra reunión estaba a punto de terminar, me puse muy nerviosa y me fui al baño. Mirando mi propia imagen en el espejo, me dije: "Estoy aquí para salvarlos. ¡Suelta el ego!". Sentí una sensación de calma correr sobre mí.
Después de volver a la mesa, esperé otros dos minutos. "En realidad, quería decirles algo hoy", dije, finalmente abriendo la boca para hablar de una manera genuina.
Uno de mis amigos golpeó la mesa en broma. "¿Por qué tuviste que esperar tanto para decirnos?".
Entendí que el Maestro usó su boca para decirme esto. Reuní mi coraje. "Quería decirles que ahora estoy practicando Falun Dafa".
Mi mente se quedó en blanco después de que dije esto. Estaba esperando a que me saltaran y me criticaran. Para mi sorpresa, mostraron interés y me preguntaron de qué se trataba realmente. Terminé diciéndoles todo lo que querían saber de una manera natural. Estuvieron de acuerdo con todo lo que dije e incluso renunciaron a sus membresías del partido comunista chino (PCCh).
Nada de lo que me preocupaba sucedió. Es como dijo el Maestro:
“…si parece difícil de realizar y dicen que es difícil, entonces prueba un poco, a ver si realmente va o no va. Si de veras puedes llevarlo a cabo, descubrirás realmente que, ¡tras el verde oscuro del sauce, se hallan resplandecientes flores y otra nueva aldea!" (Zhuan Falun).
Finalmente entendí que hablar con sinceridad sobre Falun Dafa en sí mismo no es realmente difícil. Lo que es difícil es tener el coraje de dar el primer paso.
¡Al día siguiente, mi madre le dijo a mi padre que quería practicar Falun Dafa, por iniciativa propia! Apenas podía creerlo cuando la oí hablar con mi padre. ¡Qué alegría!
Me di cuenta de que la actitud anterior de mi madre existía puramente por mí. Después de abrirme paso, no había necesidad de que ella mantuviera esa actitud. Así que ella cambió.
Libre de sentimentalismo humano
El sentimentalismo humano fue una de mis primeras pruebas después de comenzar la práctica, para mí fue muy difícil deshacerme de él.
El Maestro dijo:
"Todos los corazones de apego, siempre que los tengas, tienen que ser molidos y desechados en todo tipo de ambientes. Se te hace tropezar, y desde dentro de esto te iluminas al Dao; el xiulian transcurre simplemente de esta manera" (Zhuan Falun).
Tan pronto como decidí practicar Dafa, conocí a un hombre que era extremadamente amable conmigo y pronto comenzamos a salir.
Un día, perdí su llamada cuando estaba en la casa de un practicante. Se enojó mucho y amenazó con romper. Seguí disculpándome; sin embargo, él insistió en que debo prometer no involucrarme en ninguna actividad de Dafa ni ponerme en contacto con ningún practicante.
Entendí que esto era una prueba para mí. Era para probar si era una verdadera practicante y si podía dejar todo lo demás. Le dije que no, que no seguiría sus deseos.
Él se enojó más y quería romper conmigo de inmediato. No pude aceptarlo con calma y comencé a llorar.
Él preguntó: "¿Cuál escoges? ¿Yo o Falun Dafa?”.
Era mi mayor temor en ese momento. No quería hacer la elección.
"Esta es tu última oportunidad", dijo. "Estaremos juntos siempre y cuando estés de acuerdo en no practicar. No necesitas decir nada. Solo necesitas hacer un gesto de asentimiento. Voy a contar hasta tres…”.
Estaba desesperada. Pensé que eran los trucos de las viejas fuerzas. Querían usarlo para arrastrarme hacia abajo. Cerré los ojos, llorando y rogándole al Maestro:
"¡Maestro, por favor, dime qué hacer!”.
Una voz vino a mi cabeza: "Tú sabes la respuesta".
Sabía que no tenía otra opción: Dafa es mi vida. Es imposible para mí dejarlo. Con lágrimas rodando por mi cara, negué con la cabeza. Se dio la vuelta y se fue.
Sabía que lo había perdido. Tenía el corazón roto, y grité en voz alta en la calle.
Cuando finalmente me calmé, de repente, apareció a mi lado. "Lo siento mucho. No debería haberte forzado", dijo en voz baja. Parecía que no había pasado nada.
Sabía que había pasado la prueba. Además, entendí más sobre lo que dijo el Maestro:
“Pero las mejoras verdaderas llegan a raíz del abandono, no por medio de la ganancia” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Filadelfia, Estados Unidos, 2002).
Seis meses después, sus padres nos obligaron a separarnos después de que descubrieron que yo practicaba Falun Dafa. Me rogó nuevamente que renunciara a Falun Dafa para que pudiéramos continuar nuestra relación. Esta vez estuve firme: "¡No renunciaré a la cultivación, aunque tenga que morir!”. Nos separamos. Él pronto salió con alguien más, lo que me entristeció.
Al mismo tiempo, mi abuelo falleció. Todos en mi familia estaban llorando. Yo también lloré. No estaba muy segura de por quién lloraba. Estaba triste por mi abuelo y por mí. Entonces recordé el poema del Maestro:
"Cientos de penalidades caen a la vez, para ver cómo uno sobrevive" (Hong Yin, Templando la mente y el corazón de uno).
Para mí, fue un proceso largo y lento alejarme completamente del apego al sentimentalismo. Durante un período de tiempo después de la separación, tuve cólicos tan pronto como pensaba en él. Los recuerdos con él a menudo aparecían en mi mente, y estaba llena de celos y resentimiento. En una noche de insomnio, me arrodillé frente al retrato del Maestro y lloré. "¡Lo siento mucho, Maestro! Fallé. No creo que pueda pasar esta prueba".
En ese momento, un amigo me envió un mensaje de texto que contaba una historia:
Un hombre se arrodilló delante de Dios y oró para que Dios lo bendijera. Después de que se levantó y comenzó a caminar, una pequeña roca cayó del cielo y lo golpeó en la cabeza. Lloró y se quejó de que Dios no lo protegió. Luego se dio la vuelta y vio que Dios, que estaba detrás de él con los brazos estirados, bloqueaba miles de enormes rocas que lo golpearían si Dios no estuviera allí.
Entendí. El Maestro me había estado protegiendo a cada segundo. Shifu me quitó el yeli (karma) que acumulé a lo largo de toda mi vida, y solo necesitaba soportar un poquito. ¿Cómo podría decir que no puedo pasar esta prueba? ¡Piensa en cuánto se sacrificó el Maestro por mí!
Un día, leí la conferencia del Maestro:
“Mis discípulos que se cultivan genuinamente, lo que les he enseñado es el Fa para la cultivación del fo y para la cultivación del dao. No obstante, ustedes me exponen sus quejas por haber sufrido pérdidas en sus intereses personales, en vez de sentirse angustiados por no poder dejar sus apegos entre la gente común. ¿Se le puede llamar a esto xiulian?”.
"Deben recordar esto: la cultivación en sí misma no es tan dolorosa; el punto clave es poder dejar los apegos de la gente común. Sólo cuando estés a punto renunciar a tu reputación, intereses y sentimientos, sentirás dolor" (Cultivación Genuina, Escrituras esenciales para mayor avance).
Estaba avergonzada de mí. Estaba decidida a cultivarme mejor.
El Maestro dijo:
"¿Saben todos por qué hay muchas, muchas cosas y muchos corazones de apegos que ustedes no pueden eliminar aunque pongan mucho empeño en ello? ¿Por qué es tan difícil? Siempre les he dicho que las partículas componen partículas, nivel tras nivel, desde el microcosmos hasta la superficie material. Si miraras en el extremo microcósmico a la materia formada por los apegos que tu mente tiene, te vas a encontrar con montañas, montañas gigantescas compuestas de piedra como granito, y una vez formadas, simplemente no hay manera que un ser humano las mueva”.
"Hay muchas cosas que ustedes no son capaces de hacer, pero que Shifu puede hacer. ¿Pero cómo lo hace el Shifu? No es que apenas entremos en contacto te lo elimine. Cuando tienes tus pensamientos rectos y firmes, y cuando puedas eliminar esas cosas, yo te las saco poco a poco: cuanto más puedas hacer, más sacaré para ti y reduciré para ti" (Exponiendo el Fa en el Fahui de Chicago, 2004).
Entendí que no era yo quien sentía el dolor. Fue la falsa "yo", que fue construida por el sentimentalismo y el ye (karma). Cuanto más la rechace, lo sabía, más me ayudará el Maestro a eliminarla.
Todavía era difícil. Cada vez que veía parejas en la calle, me sentía triste. Durante un largo período de tiempo, me llené de tristeza. A veces, mis lágrimas simplemente bajaban cuando estaba comiendo. Traté de estudiar el Fa, pero apenas podía asimilar las palabras. Sabía que no estaba en el estado correcto de cultivador. Voy a cambiar, pensé.
Un día, mi padre me mostró una de las conferencias del Maestro:
"Una vez que un concepto se forma, éste controlará tu vida entera; manipulará el pensamiento de esta persona e incluso su felicidad, ira, angustia y gozo. Éste se forma después del nacimiento. Si tal cosa dura un tiempo largo, se disuelve en el pensamiento de la persona, en el cerebro real de uno mismo, y formará la disposición mental de una persona" (La naturaleza Fo, Zhuan Falun (II)).
De repente me iluminé: era mi idea humana lo que me hacía sentir dolor. Mis nociones me hicieron creer que una mujer debería estar acompañada y atendida por un hombre. Sin un hombre, se suponía que la vida debía ser dolorosa y solitaria. Descubrí que lo que realmente faltaba no era la persona de mi exnovio, sino la sensación satisfactoria de ser amada. Esta noción tomó el control de mis emociones. Para estar libre de sentimentalismo, tuve que eliminar esta noción.
Mantuve las palabras del Maestro en mi mente:
"El xiulian tiene que tener lugar en medio de esta tribulación para ver si puedes cortar y abandonar o no las siete emociones y seis deseos, y tratarlos con ligereza o no. Si justamente te aferras a esas cosas, no podrás completar tu xiulian. Todos los asuntos tienen sus relaciones causales y predestinadas; ¿por qué los seres humanos pueden ser seres humanos? Precisamente porque hay qing dentro de los humanos; el hombre vive justamente por este qing: el qing de parientes, el qing entre hombre y mujer, el qing de padre y madre, el qing de sentimientos, el qing de amistad, el qing de hacer cosas en razón del vínculo; donde sea que fuera, no se puede apartar de este qing; querer hacer o no, estar contento o descontento, amar y odiar, todo lo de la sociedad humana entera proviene de este qing. Si este qing no se corta, no puedes realizar el xiulian" (Zhuan Falun).
Cada vez que recitaba este pasaje, alguna sustancia mala dentro de mí se disolvía. Cada vez que me sentía triste, recitaba y me sentía cada vez mejor. Entonces, un día, tuve un pensamiento muy claro: ¿hay realmente algo en este mundo humano polvoriento del que no pueda separarme?
Después de unos dos años, finalmente pasé esta prueba de sentimentalismo. Para mí, esta prueba fue como una tribulación de vida y muerte. De vez en cuando, todavía experimentaba un poco de turbulencia, pero ya había aprendido a cultivarme en medio de ella. Cuando solté algunos apegos, el sentimiento feliz dentro de mi corazón fue simplemente maravilloso. ¡El Maestro siempre arregló lo mejor para mí!
Dafa limpió mi alma. No hay palabras que puedan expresar mi gratitud hacia el Maestro y Dafa. Solo puedo agradecerle al Maestro cultivándome de manera más diligente y salvando a más seres conscientes.
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