(Minghui.org) En 1966, cuando participaba en la construcción de la estación de ferrocarril de Chengkun, de repente tuve un caso agudo de gastritis. Después, esto se convirtió en una enfermedad estomacal crónica. En 1973, después de que mi compañía me transfirió de nuevo a Beijing, a pesar de que recibí muchos tipos de diferentes tratamientos, mi enfermedad no mejoró. Durante ese período de tiempo, pasé por muchos exámenes médicos, pero la enfermedad empeoró aún más. Mi condición progresó de gastritis a gastritis atrófica y una úlcera duodenal. Además, en el lado izquierdo del abdomen, había un bulto duro que era más grande que una banana, causándome dolor de vez en cuando. Me dijeron que en mi caso no había ningún tratamiento especial. Como resultado, esto me preocupaba cada vez más.

Durante muchos años, no pude comprar comidas en la cafetería de nuestra empresa. Todos los días durante el almuerzo, tenía que llevar algún tipo de comida a base de cereal o harina. Mi estómago era tan sensible que no podía comer alimentos fríos ni duros. No podía tener hambre de lo contrario me daba un dolor abdominal intenso. Mi cara se veía amarillenta y me volví muy delgado y débil. Tuve que ir al hospital con frecuencia. Tomé muchas medicinas chinas y occidentales, pero, aun así, no vi mucha diferencia.

En 1993, me retiré. Decidí a intentar seriamente curar mi enfermedad. Durante ese año, tomé más de 170 lotes de hierbas chinas. No paré ni siquiera durante la temporada más calurosa del verano. Mi esposa me preparaba una medicina con calor. Todos los días sostenía un frasco que contenía la medicina amarga y me obligaba a beberla, pero eso tampoco resolvía la enfermedad de raíz.

A principios de 1996, cuando básicamente había perdido la esperanza, a través de la presentación de un amigo, tuve la suerte de conocer a Falun Dafa. Después de leer seriamente el libro Zhuan Falun del Maestro Li, gradualmente llegué a entender lo que significa la cultivación genuina. Después de una semana de hacer los ejercicios, un día me di cuenta de que el bulto duro del abdomen se había vuelto blando. Unos días después, ni siquiera podía sentirlo. Después de empezar a practicar, no necesitaba tomar más medicina. Todos los síntomas del estómago desaparecieron. ¡Qué gran aliento nos dio a toda mi familia y a mí! Desde entonces, me atrevo a comer arroz, tortitas, fruta, lo que quiero. Mi cara, que siempre había sido amarillenta, se volvió a un tono rosado. Comencé a engordar y me sentí cada vez más enérgico. Mis amigos y vecinos comentaban con frecuencia los cambios que veían en mí. Poco después de empezar a practicar Falun Dafa, mis problemas digestivos de 30 años desaparecieron. Tengo que admitir que es un verdadero milagro. Lo que más me impresionó es el énfasis que pone el Maestro Li en la cultivación y mejoramiento del carácter de uno. Solo mejorando continuamente nuestro nivel moral y nuestro reino espiritual, dando menos importancia a la fama personal y al interés propio, eliminando todo tipo de malos pensamientos, preocupaciones innecesarias y manteniendo un estado mental pacífico y sereno, una persona puede realmente alcanzar tanto la salud mental como la física.

Nota del editor: Publicado en el libro: Vida y esperanza renovadas: El poder curativo de Falun Dafa
Copyright (C) 2005, www.FalunDafa.Org