Evité peleas familiares en cuanto recordé que soy practicante

(Minghui.org) Tengo 71 años y he practicado Falun Dafa desde hace 20. Mi primer esposo murió cuando tenía 40 años, y tuve que hacerme cargo de mis tres hijos. Después, me casé con un hombre que tenía cinco hijos.

En el 2000, me encarcelaron en un campo de trabajo forzado durante un año, por negarme a abandonar mi creencia en Falun Dafa. Debido a que la policía local no dejaba de acosarme, compré con mi esposo una casa en mi ciudad natal, y nos mudamos.

Algunos años después, mi hijo compró un apartamento cerca. Mi esposo y yo nos mudamos también al apartamento y arrendamos nuestra casa.

Mi segundo marido murió en 2013. En el Año Nuevo del 2016, recibí una llamada telefónica del tribunal del condado para notificarme que los cinco hijos de mi segundo esposo habían presentado una petición para vender aquella casa y dividirse el dinero.

Me molestó. No conseguía calmarme. Estaba resentida con los hijos de mi marido. Pensé: "Estuve casada con su padre por más de 20 años. Estuvo muy enfermo antes de morir, y lo cuidé muy bien. Aunque son sus hijos, raras veces vinieron a visitarlo. Fui yo la que me quedé con él en el hospital y lo atendió".

Pensé: "Cada vez que venían a casa de visita, les preparaba comida de la mejor, y hasta compraba buenos vinos. ¿¡Por qué me tratan como a una extraña y presentan esta petición contra mí, sin consultármelo antes!?". Estaba muy contrariada.

Shifu Li dijo: 

“Desde el día en que un Dafa dizi toma la cultivación, toda su vida es nuevamente arreglada. En otras palabras, ahora esta vida tuya es la vida de un cultivador. Ya nada es por casualidad, y nada sucederá sólo por casualidad. Todo en el camino de tu vida se relaciona directamente con tu mejoramiento y cultivación” (Exponiendo el Fa en la ciudad de los Ángeles).

Después de leer esto, me calmé y recordé que era una practicante. Esto debía haber sucedido porque tenía algún apego que necesitaba eliminar.

Comparecí ante el tribunal el día fijado para la audiencia. El juez dijo: "En conformidad con la ley, usted es dueña de siete doceavas partes de la casa. Cada uno de los cinco hijos de su marido tiene derecho a una doceava parte".

De los cinco hijos de mi marido, solo el más grande vino al tribunal. Los otros cuatro habían accedido a donarle sus partes a él. Declaró que necesitaba la casa porque estaba mal de salud, y porque su hijo quería ir a la escuela en ese condado.

Comentó que no tenía dinero para comprarle una casa a su hijo. Recordé las enseñanzas de Shifu, que un practicante tiene que ser amable y pensar primero en los demás. Pensé que esta era mi oportunidad de eliminar el apego a los intereses personales.

Pero, en mi corazón, aún era reacia a eliminarlo. Le dije al hijo: "Te daré mi parte de la casa, pero tienes que entender que no la dejaría tan fácilmente si no practicara Falun Dafa".

Me respondió: "Por favor, puede estar segura que vendré a visitarla en las vacaciones. La cuidaré si su hijo no lo hace cuando envejezca”. Accedí a cederles la casa.

Evitando una pelea familiar

Inmediatamente después de que sucedió esto, mi hermanastra más joven (tenemos el mismo padre pero madres diferentes) me preguntó: "¿Cómo debemos dividirnos el dinero de la herencia de nuestro padre?". Sin pensarlo, le dije: "Lo dividiremos en partes iguales entre los cinco hermanos". Mi madre murió cuando yo tenía 7 años y tengo una hermana menor. Mi padre se volvió a casar. Tuvo otros dos hijos y una hija con su segunda esposa.

Sin embargo, mi hermana menor no estaba de acuerdo y dijo: "No. El dinero es mío. Todo el dinero que dejó mi padre es mío".

Mi padre vivió 93 años. Después de jubilarse, vivió con mi hermana menor. Su segunda esposa murió antes que él. En 2013, mi padre nos dio a mi hermana menor y a mi 20,000 yuanes ($3,100) a cada una. Falleció en el año 2016. No sabíamos cuánto dinero tenía guardado en el banco.

Su pensión por parte del gobierno era de casi 300,000 yuanes ($46,500) (mi padre era un maestro jubilado). Un día, mi hermanastro vino a verme y me dijo: "El dinero de nuestro padre debería dividirse en partes iguales entre los cinco. ¿Por qué se quiere quedar nuestra hermana con todo? Si alguien no está de acuerdo, podemos presentar el caso ante los tribunales".

Aunque le había dicho a mi hermana menor que no pelearía con ella, la verdad es que me sentía un poco airada. Un día, mi cuñada vino a verme y me dijo: "Vamos a averiguar si la pensión de tu padre ha sido cobrada. En teoría, solo se puede retirar cuando están presentes los cinco hijos. Pero puede suceder si uno tiene buenos contactos entre los responsables".

Comenzamos a bajar las escaleras, pero cuando llegamos el segundo piso, de repente me di cuenta: "Soy una practicante de Falun Dafa. Shifu nos pide tomar ligeramente los intereses personales. No puedo ir". Le dije que no iría al banco y regresé.

Pensé: "¿Por qué sucedió esta discusión sobre la herencia de mi padre, pocos meses después de la disputa por la casa de mi marido? Shifu dijo que, para los practicantes, nada es casualidad. Debía haber algo en mi cultivación que tenía que mejorar".

Shifu dijo:

“Por eso hablamos de seguir el curso natural; a veces piensas que esa cosa es tuya e incluso los demás te dicen que esta cosa es tuya, pero en realidad no es tuya. Probablemente consideres que es tuya, pero en última instancia no es tuya y, en medio de esto, se te pone a prueba para ver si puedes dejarlo o no; si no puedes dejarlo, entonces es un corazón de apego y se tiene que emplear este medio para quitarte este corazón de búsqueda de beneficios, es precisamente esta cuestión. Dado que la gente común no se ilumina a este principio, al estar enfrente de beneficios todos quieren competir y contender” (Zhuan Falun).

Me di cuenta que todavía tenía el apego a defender mis intereses personales y a no perder. La disputa por la herencia ocurrió porque no había eliminado este apego completamente, aunque había accedido a regalarle la casa al hijo de mi marido.

Después de entender esto, conseguí eliminar este apego totalmente. A pesar de perder casi 100.000 yuanes, desde entonces me siento muy tranquila y feliz. Sé que al seguir los principios de Falun Dafa y actuar como una practicante, evité un conflicto enorme.