(Minghui.org) Antes de que me retirara era contador. Ahora tengo sesenta y tres años. Usualmente pienso sobre la feliz experiencia que tuve al asistir a la última conferencia de Falun Gong que el Maestro dio en la ciudad de Changchun hace veintitrés años.

Comenzando una nueva vida

Fue en abril de 1994. El Maestro Li dio dos clases, una fue durante el día y otra en la noche. Yo asistí por la noche.

Después del trabajo, fui directamente hacia Ming Fang Gong, la gran sala del auditorio de la Universidad de Jilin puede alojar a más de dos mil personas. Me senté en la primera fila. El Maestro parecía muy joven, como si estuviera en sus veinte años.

En ese tiempo yo sabía muy poco sobre cultivación, pero me gustaban mucho las enseñanzas del Maestro porque eran rectas y nadie había enseñado así.

Sentí que la práctica de cultivación de Falun Gong, era exactamente lo que estaba anhelando y era el fundamento de nuestras vidas.

La última lección fue el sábado por la noche. Vi al Maestro en el callejón trasero del auditorio antes de que comenzara la conferencia, éramos los únicos que estábamos ahí. Me sentí muy feliz y tuve la gran fortuna de estrechar la mano del Maestro.

Sin embargo, recuerdo que el Maestro dijo que estaba muy ocupado. Así que no quise molestarlo, respetuosamente salude al Maestro diciendo: “Buenas noches Maestro”.

El Maestro Li sonrió y me asintió. Instantáneamente fui sumergido en una enorme felicidad que no puedo expresar con el lenguaje humano.

Este ha sido el momento más memorable de mi vida.

Aunque no pude comprender completamente lo que el Maestro nos enseñaba, me gustaban las conferencias y estaba ansioso por leer Zhuan Falun y practicar los ejercicios.

Desde entonces Falun Gong ha estado girando en mi corazón.

Cultivándome en mi ambiente de trabajo

Fui contratado por una compañía de taxi en 1995. Los empleados eran contratados por dos medios: algunos de la población general y otros por todo tipo de recomendaciones.

La empresa contrató a tres contadores. Yo trabajé en la jefatura y los otros dos trabajaron en las flotillas.

Tanto dentro como fuera del trabajo, me conduje de acuerdo con los estándares de un cultivador y era confiable. Llegaba al trabajo temprano y me iba tarde. Realicé todas las tareas que se me asignaron e ignoré mi ganancia o pérdida personal. Siempre que había un conflicto, lo primero que hacía era mirar hacia adentro, para ver si yo lo había causado, y eso le gustaba a mis colegas.

Mi jefe y colegas me protegen de la persecución

Cuando la persecución a Falun Gong comenzó el 20 de julio de 1999, todos los medios en China lanzaron propaganda difamando y calumniando al Maestro y a los practicantes. Muchas compañías no se atrevía a contratar a los practicantes de Falun Gong.

El jefe de seguridad me dijo que, una vez dos personas de la oficina administrativa vinieron y preguntaron si alguno de los empleados eran practicantes de Falun Gong. Él los corrió, diciendo que no y les pidió que no volvieran a interferir con nuestro trabajo.

Cuando fui a agradecerle por su ayuda, dijo: “No tienes nada que agradecerme. Puedes descansar tranquilo y quédate seguro de que te protegeré”.

El guardia de nuestro jefe, una vez me contó que durante una reunión escuchó al jefe lo que le dijo a un amigo. El amigo preguntó si había algún practicante que trabajara para la compañía. Cuando el jefe dijo que sí, el amigo le preguntó: "¿Por qué no los despides?".

El jefe contesto: “Incluso Jian Zemin no puede erradicar Falun Gong, ¿por qué lo debo hacer yo?”. (Jiang Zemin fue el líder del partido comunista chino y fue quien ordenó la persecución a Falun Gong). Muchos chinos están en contra de la persecución a los practicantes de Falun Gong que hace el PCCh, pero tienen miedo de hablar.

Mi hija también se ha beneficiado de Falun Gong

Mi hija cuando estaba en la primaria, escuchaba las enseñanzas de Fa del Maestro. En ese momento, sus calificaciones eran solo promedio. Sabía que Falun Gong era bueno, seguía los principios y era considerada con los demás.

Sus calificaciones subieron constantemente, entró en la secundaria y cuando se graduó fue una de las tres mejores estudiantes de la escuela.

Entró a la mejor preparatoria de nuestra ciudad. Sus calificaciones fueron siempre las mejores, pero ella mantenía un perfil bajo y nunca presumía.

Después de graduarse de la preparatoria, fue aceptada en una de las mejores universidades de China. Cuatro años después, entró a una facultad de posgrado. Dos años después, fue aceptada en un programa doctoral en una universidad extranjera. Ahora es residente de ese país.

Falun gong ha bendecido a nuestra familia tanto que ningún dinero podría pagar la salud y la felicidad que disfrutamos.

Siempre que recuerdo cuando asistí a la conferencia del Maestro en persona, puedo ver su rostro, escuchar su voz y mis lágrimas brotan.

¡Gracias Maestro! Has hecho mucho por nosotros y seguiremos cultivándonos bien.