(Minghui.org) Recientemente vi la siguiente escena a través de mi ojo celestial. Un camino que conducía a las puertas del cielo estaba lleno de hileras de asientos de loto, y sobre cada asiento había una corona. Los asientos y coronas eran de diferentes colores y materiales.
Cuando algunos practicantes de Falun Gong se acercaron a los asientos, las coronas se colocaron automáticamente sobre de sus cabezas.
Otros detuvieron su paso en varias secciones del camino. Estaban excesivamente complacidos consigo mismos, creyendo que habían completado su cultivación y alcanzado su rango celestial final.
Uno hasta había comenzado a leer escrituras de otra escuela de cultivación. Poco después, cayó a un precipicio escarpado.
La mayoría pasaron de largo los asientos y las coronas, sin darles una segunda mirada. Parecían desconcertados en cuanto a qué reino alcanzarían o los detalles de ese reino.
Noté que estos practicantes eran cultivadores maduros. El Maestro sonreía mientras esperaba por nosotros al final del camino. ¡Era una escena conmovedora!
Como practicantes, solo tenemos disponible una opción: seguir rectamente las enseñanzas del Maestro hasta el final.
No debemos estar satisfechos con el estado en un determinado momento o dejarnos atraer por las deslumbrantes escenas que nos rodean. Si perdemos nuestro foco no seremos capaces de cumplir los votos que hace mucho tiempo le hicimos al Maestro.
Hace poco un practicante me dijo que conoce a unos pocos veteranos que asistieron a las conferencias tempranas del Maestro en China. Afirmaron que habían alcanzado un alto nivel a través de la iluminación gradual y podían ver sus propios mundos. Realmente creían que habían alcanzado la consumación.
Algunos de ellos comenzaron a practicar diferentes vías de cultivación y hasta se opusieron a la rectificación del Fa del Maestro. Se negaron a estudiar el Fa, a enviar fuertes pensamientos rectos y a participar en actividades para ayudar a salvar seres conscientes.
Aunque las circunstancias de estos practicantes en cierto modo difieren, todos creen que son especiales.
Nuestro camino de cultivación se forja con una miríada de pruebas y tribulaciones. ¡Solo siguiendo cuidadosamente las enseñanzas del Maestro podemos esperar vencerlas a todas!
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Categoría: Mejorándose uno mismo