(Minghui.org) Sé que el tiempo para salvar a la gente es muy limitado, así que hago llamadas telefónicas a China casi todos los días para hablarle a la gente sobre Falun Dafa y la persecución de esta tradicional disciplina espiritual. Algunos días, varias personas aceptan renunciar a las organizaciones comunistas chinas.

Hasta ahora he ayudado a cerca de once mil personas a abandonar al partido comunista chino (PCCh). Sin embargo, creo que no es suficiente porque muchas personas no han sido salvadas.

Penurias y alegrías

Me gusta hacer llamadas telefónicas a China porque se puede hacer en cualquier momento. Espero que más practicantes aclaren la verdad cara a cara y también hagan llamadas telefónicas a China para que podamos cumplir con nuestros votos prehistóricos.

He experimentado tanto penurias como alegrías en este proceso. Cuando aflojo en mi cultivación, en el estudio del Fa y en enviar pensamientos rectos, es difícil salvar a la gente, y cuando hago una llamada, la persona me cuelga o insulta. Después de aclarar la verdad, les pregunto si alguna vez se unieron a organizaciones del PCCh y ellos dicen que sí. Pero cuando les pregunto si están dispuestos a separarse del régimen, me dicen que no. Cuando esto sucede me siento muy mal.

Después, cuando miro adentro, me doy cuenta de que si no estudio bien el Fa, mi xinxing es como el de una persona común y mis palabras no tienen el poder de salvar a la gente.

Por otra parte, cuando estudio el Fa, cuido mi comportamiento, y tengo una mentalidad compasiva, el efecto es muy bueno. Tan pronto como explico cómo el PCCh ha estado maltratando a la gente, incluyendo a la difamación a Falun Dafa, la gente inmediatamente acepta dejar el régimen. A veces hablamos como amigos y están muy felices. Siento como si estuvieran esperando que yo los llame.

Un día, una persona dijo que después de enterarse de la persecución soñó que recibió seis brazaletes. Me preguntó qué significaba y le dije que podían representar fortuna o prosperidad si él decidiera separarse del malvado PCCh. Él estuvo de acuerdo y me agradeció.

Cultivándome

Mi esposo y yo solíamos ir a la casa de otro practicante para estudiar en grupo cada semana. Un día ese practicante vino a visitarnos y se quejó mucho de nosotros. Después de que se fue, mi esposo y yo hablamos y nos dimos cuenta de que lo que nos estaba diciendo era que no fuéramos más a estudiar el Fa a su casa. Yo estaba muy disgustada: el estudio del Fa en grupo es algo que el Maestro nos pidió que hiciéramos. Pensé: "¿Por qué tendría este tipo de actitud y nos impediría participar? Sólo voy a su casa una vez a la semana”.

No podía calmarme y me costaba mucho concentrarme cuando estudiaba el Fa o hacía los ejercicios. Cuando hacía llamadas telefónicas a China, el destinatario colgaba o me insultaba. Esto hizo que me mirara internamente y me diera cuenta de que esto era una tribulación que tenía que superar para hacer avances en mi cultivación.

Aquí quisiera pedir disculpas sinceramente a otros practicantes por mis defectos y prometo hacerlo mejor de ahora en adelante.